Reconstruyen vecinos sus casas con pedazos de lámina en La Máquina y la 5 de Mayo

Daniel Velázquez

Vecinos de las colonias La Máquina y 5 de Mayo parte alta, reconstruyeron los techos de sus casas con pedazos de lámina de albesto, lonas y algunas láminas galvanizadas que el viento llevó hasta sus calles.
Cristina Noyola Rodríguez vive en la calle 18 de Marzo, de la colonia 5 de Mayo, desde hace 30 años. El huracán Otis se llevó el techo de su casa, mojó su ropa, documentos, colchones, muebles y desde el día siguiente del huracán, anduvo recuperando láminas, pero como no pudo conseguir todas las que tenía su casa, uno de sus cuartos sigue al descubierto.
Cristina Noyola le pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador que la ayude a construir la loza de su casa, que es lo único que le pide, pues no quiere muebles ni dinero, sólo tener un techo seguro para que no se lo lleve el viento otra vez.
Recordó que la noche del huracán la pasaron en un rincón, para protegerse del viento, las láminas y ramas que el viento arrastraba, “yo me espanté y luego soy diabética”.
En la parte alta de la colonia el servicio de luz sigue siendo intermitente, hay por ratos. Los vecinos dicen que se debe a que los trabajadores de la CFE siguen trabajando, levantando los postes de luz derribados por la fuerza del viento.
Elfego Paz Luna y Sandra Alfaro Acevedo, también de la calle 18 de Marzo, reconstruyeron el techo de su casa con las láminas que arrastró el viento. Su casa era de lámina galvanizada y de albesto, donde las últimas se quebraron, por lo que recuperaron algunas y pusieron lonas durante toda una semana de trabajo.
Sandra Alfaro contó que ellos son comerciantes, que se dedican a la venta de chilate y relleno afuera de plaza Patio, pero apenas este martes volvieron a vender, después de 20 días.
Dijo que para poder empezar otra vez con su venta pidieron dinero prestado, porque en 20 días, el poco dinero que habían ahorrrado se acabó, “todo está bien caro, el kilo de tortilla vale 50 pesos”.
De la calle Artículo 123, también de la colonia 5 de Mayo, Miguel García, dijo que el techo de su casa es de lámina de albesto y a algunas las quebró el viento, mientras que a otras sólo las movió y esas fueron recolocadas, pero aún tienen dos cuartos sin techo. La cocina la habilitó con láminas galvanizadas que arrastró el aire.
En la misma calle, el viento voló la mitad el techo de la casa de Dagoberta Balbuena y en la otra mitad cayó un árbol de mango. Con la ayuda de su hijo y vecinos, pudo recuperar algunas de sus láminas y reparó el techo. Dijo que arregló su casa con las láminas sobrepuestas, porque no tiene para donde irse.
En la colonia La Máquina parte alta, en la casa de Jacinta Guatemala García, sólo una parte del techo de su casa de lámina galvanizada resistió la fuerza del viento y la otra parte sigue al descubierto.
En la casa de Alfredo Beltrán y Alma Delia Beltrán, el techado se lo llevó el viento. Era lámina de albesto y se hizo pedazos, y para protegerse del sol usan sábanas como toldos.
En la colonia, los vecinos denunciaron que los “Servidores de la Nación” no censaron la casa de Antonio Gutiérrez, un adulto que vive en la calle Profesor Juan Matías, pero que padece de sus facultades mentales. Alma Delia Beltrán y Jacinta Guatemala dijeron que los censadores no pasaron por el domicilio de su vecino.
La casa de Antonio Gutiérrez está construida con paredes de tabicón y el techo era de lámina galvanizada que volaron con el viento, y todavía están en el patio de su casa, dobladas. Este martes se vio a Antonio Gutiérrez, sentado en un banco en la puerta de su casa.

En la colonia La Máquina se ven muchas casas sin techos, porque eran de láminas que se volaron con las rachas de viento de más de 300 kilómetros por hora el huracán Otis Foto: Daniel Velázquez