Marchan y exigen justicia los familiares del coordinador del PVEM de Copala asesinado

Familiares y amigos del coordinador del PVEM, Jesús González Ríos, dejaron pancartas con lemas exigiendo justicia en el Ayuntamiento de Copalaen Copala Foto: El Sur

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Familiares y amigos del coordinador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Jesús González Ríos, exigieron justicia y castigo a los responsables de su asesinato, en la terminación del novenario de rezos por su muerte.
González Ríos fue raptado por hombres armados, a las 11 de la mañana del 28 de junio, en Copala, al día siguiente fue hallado muerto y desollado.
Al terminarse la jornada de rezos este domingo, se ofició una misa a la 1 de la tarde, a la que asistieron los familiares y amigos del difunto, la mayoría vistiendo ropa blanca y con globos del mismo color, quienes luego realizaron una marcha por la paz, que inició en la casa del político del PVEM, en la colonia El Maguey, y terminó en la explanada del Palacio Municipal.
Los manifestantes colocaron pancartas al pie del Palacio Municipal y en las jardineras del zócalo, con la exigencia de “justicia”. Otras decían: “Todos somos Chucho Ríos” y “paz para Copala”.
En un video, que se transmitió en las redes sociales, se escucha a los manifestantes responsabilizar a la alcaldesa perredista, Guadalupe García Villalva, del homicidio y le gritan “asesina”.
Durante el mitin, ninguno de los manifestantes participó como orador, sólo se reprodujo un audio, en el que se pide justicia y hacen un llamado al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y a la gobernadora Evelin Salgado Pineda, para que “pongan atención en el asunto”.
Asimismo, exigieron que la alcaldesa solicite licencia en lo que se realizan las investigaciones, al tiempo de que los manifestantes gritaban “fuera, fuera, fuera”.
El día cuando fue hallado el cuerpo del coordinador del PVEM, circuló un video en las redes sociales, en el que Jesús González denunció que desde el 1 de mayo había sido amenazado de muerte, por la presidente municipal García Villalva, a través de un grupo armado, como consecuencia de su activismo político.
“Cualquier mala situación que suceda, que algo le hagan a mi familia, a cualquiera de mis familiares y amigos cercanos y a mi persona, será total y absoluta responsabilidad de la presidente municipal, Guadalupe García Villalva, dado que ella me mandó amenazar a través de un grupo armado, en donde me dicen que tengo que quitarme del camino, que ya no participe”, había advertido en un mensaje videogravado el ahora finado.
Sin embargo, la alcaldesa se deslindó en una conferencia de prensa y dijo que no sabía el porqué Jesús González había lo había difundido, agregó que era “es la más interesada” en que el caso se investigue.

Marchan católicos en Zumpango para exigir paz ante la violencia recurrente

La mañana de ayer, fieles católicos marcharon en Zumpango para exigir paz en la ciudad, ante los hechos recurrentes de violencia.
A las 9 de la mañana la catequesis infantil San Juan Bosco, de la parroquia de Santiago Apóstol, convocó a la denominada Marcha por la Paz en Familia.
En la marcha participaron familias completas, que se congregaron en la gasolinería, en la entrada de la cabecera. Los asistentes en su mayoría iban vestidos de blanco, con globos del mismo color, y una imagen de la Sagrada Familia.
La marcha terminó en la alameda de la ciudad y a las 10 de la mañana se realizó una misa, y posteriormente se dio la catequesis. (Beatriz García / Chilpancingo).

 

Marchan en silencio 300 católicos, la mayoría mujeres y niños, por la paz en Chilpancingo

Unas 300 personas, la mayoría mujeres y niños vestidos con playeras blancas, portando pancartas, globos y palomas de papel, participaron este domingo en la Marcha por la Paz en Silencio que partió del monumento a Las Banderas al Zócalo de la capital en donde el sacerdote Antonio Estrada Figueroa encabezó una oración por la paz.
Los marchistas pasaron por la plazoleta Unidos por Guerrero en donde aproximadamente a las 6 y media de la mañana de este domingo fue ultimada Sandy de 22 años de edad, estudiante de Derecho. A las 10 y media de la mañana que pasó la marcha, su sangre aún era fresca.
En este ambiente de violencia que no cesa, los católicos fueron convocados por el decanato de la diócesis Chilpancingo-Chilapa para manifestarse por la “paz con misericordia”, encabezados por el padre Antonio Estrada Figueroa y la religiosa Ranulfa Hernández Molina.
“Todos unidos por el dolor que sufrimos, pedimos y construimos la paz con misericordia”, se leyó en la manta que colocaron al frente del contingente. Atrás niños y mujeres mostraron pancartas: “Si queremos paz, trabaja por la justicia”, “no hay camino para la paz, la paz es el camino”, “la vida es un don, respetémosla”, “la educación es la vacuna contra la violencia”.
La madre Ranulfa informó que la invitación fue para quienes han sufrido de manera directa la violencia o les han matado o desaparecido a algún familiar, “pero también a quienes simplemente la violencia les ha arrebatado a un ciudadano en estos tiempos difíciles”, aclaró.
Entre los manifestantes caminaron los familiares de Jesús Pineda Mejía, de 26 años y de Pedro Leyva Casarrubias de 22, quienes desaparecieron el 19 de julio del 2016 en esta capital. Sus familiares portaban carteles con sus fotografías.
Antes de la marcha los católicos entonaron y bailaron cantos religiosos implorando a Dios por la paz, en una concentración en el monumento a las banderas.
“Estamos aquí con el motivo de que queremos cuidar y dar vida. Queremos paz, y para ser promotores de paz la tenemos que cultivar. Tenemos que implorar al cielo para que llegue hasta nuestro padre Dios y mueva los corazones y nos lleve a esa convivencia de hermanos, porque como seres humanos nacimos para vivir en comunión, en convivencia, no somos seres aislados”, dijo allí la madre Ranulfa.
“No pedimos nada en contra de nadie”, aclaró, “solamente pedimos paz, queremos armonía y para eso la tenemos que tener primero en nosotros, en nuestra familias, con nuestros vecinos, con todos aquellos con los que nos toca encontrarnos en la calle. Estamos aquí para decirnos entre nosotros mismos que hemos perdido vidas, hemos perdido seres queridos, pero tenemos que aplicar lo que Jesús nos enseñó; perdónales y perdónanos”, dijo la religiosa.
Enseguida partió la marcha en silencio, rumbo al Zócalo de la capital, los participantes sólo hondeaban banderines, globos blancos, palomas de papel y mostraban pancartas con mensajes de paz.
El contingente llegó al Zócalo y allí nuevamente la madre Arnulfa habló para agradecer a los asistentes.
Les dijo que ante el momento difícil de violencia que se vive “no estamos solos, somos una comunidad de hijos e hijas de Dios, no importa el credo que cada uno creamos, lo único que necesitamos es que nos una el dolor de haber perdido a alguien, a un ser querido; a un hermano, a una hermana, a un hijo, a un esposo, pero si no has perdido a algún ser querido de tu propia carne y sangre, basta con que hayas perdido a un ciudadano, de eso nadie nos escapamos”.
Al final, el sacerdote Estrada Figueroa encabezó una oración para dar fin a la Marcha por la Paz en Silencio en un domingo que por la mañana comenzaba a ser violento.