Los peritos nada más van a sentarse, dicen familiares de las búsquedas en la 20 de Noviembre

 

Ramón Gracida Gómez

Familiares de Víctor Bautista Romero, el hombre no localizado tras el derrumbe de su casa en la colonia 20 de Noviembre, dijeron que los peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) nada más van a sentarse y a dar la vuelta por la zona, que no llevan equipo especial para profundizar en la búsqueda, como una cámara térmica, que llegan con picos y varillas.
El andador Cuauhtémoc ahora es un montón de piedras y tierra acumulada. La FGE removió recientemente la tierra que cayó del cerro y tapó el andador, pero los vecinos amenazaron con no dejar salir la máquina, hasta que les abrieran el paso en la calle. Los trabajadores enojados, lo hicieron, pero dejaron la tierra amontonada y sólo hay un pequeño carril para pasar.
Entre las últimas horas del 24 de octubre y las primeras horas del 25, murieron Karla Galeana García y sus tres hijas: Dana, de 21 años; Victoria, de 12, e Ian Tadeo, de 2 años, después de que un alud de piedras cayó sobre su casa.
El esposo de Karla, Víctor Bautista, no ha sido encontrado a un mes del impacto del huracán. Sus familiares viven a un costado y son trabajadores de hotelería, que se quedaron sin empleo, como la mayoría de los que dependen de este sector económico.
“Lo que nosotros hacemos, principalmente, es limpiar nuestras viviendas, tratarlas de descombrar, de sacar la tierra, el lodo, las piedras y hacerlo por nuestra propia cuenta”, contó Fredy Martínez, primo de Víctor, quien es el responsable de atender a los medios de comunicación y al personal de FGE que busca el cadáver de su familiar.
La casa en la que murió la familia de cinco integrantes luce frágil, a punto de caerse con un soplo de viento similar al de hace un mes. Con las lluvias de los últimos días “se activan las alertas de nosotros como vecinos, como familiares, de que vaya a pasar algo similar. Sí existe el temor, pero nos quedamos en casa, nos refugiamos bien y tratamos de estar alerta por cualquier situación que sentimos, que se empeore y podernos mover”, comentó.
Relató que el peligro en la vivienda en ruinas es tal, que un día el mismo personal de la FGE salió corriendo, porque lo que queda de la estructura se cimbró. “No tienen noción de cómo entrar ahí, son Fiscalía, entonces se meten y andan picando”. Los peritos llegan sólo con palas, picos y varillas, para insertarlas en la tierra y olfatearlas después, por un posible indicio de olores fétidos.
Fredy estuvo presente cuando rescataron el cuerpo de Karla y sus tres hijos. Por eso compara el equipo que traían los rescatistas de Querétaro, que cargaban una cámara térmica, con la que encontraron los cuerpos. Los queretanos sólo estuvieron los primeros días.
Después del hallazgo, casi inmediato, “han pasado como más de 10 perros ahí, pero no se ha podido encontrar nada, honestamente. Lo correcto es la cámara térmica, pero no la tienen, entonces va a ser más difícil que nada más estemos deduciendo y nada más metan la varilla y vean que no hay nada ahí”, criticó.
El jueves, cuando estuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador en Acapulco, llegaron unas 40 personas a participar en la búsqueda. Pero “siempre es lo mismo, que viene un grupo de Chilpancingo, viene un grupo de Iguala, y vienen a que les diga uno lo mismo, y qué ‘¿dónde los encontraron?’ y ‘¿cómo estaban?’. Les digo, ‘ustedes ya lo saben como Fiscalía, ¿para qué quieren que esté repite y repite lo mismo? De lo que ya hicieron ustedes mismos’”.
Además de la remoción de una parte de la tierra en el andador, el mayor avance de las últimas semanas ha sido el rompimiento de un pedazo de una de las enormes piedras que cayeron encima de la casa de dos niveles.
Pero, refutó Fredy, “vienen, nada más venir y ver y dar la vuelta o tratar de remover la tierra, pues no les ha resultado. ¿Qué sería lo correcto? Que cambiaran el sistema de búsqueda, que remuevan bien esas piedras, tierra, todo lo que está en la calle, para descartar que él no estuviese ahí, o totalmente descubrir la vivienda, el cuarto que falta, para ver si efectivamente él está ahí”.
La FGE publicó que realiza la búsqueda de su primo, pero Fredy dijo que los peritos sólo salen retratados encima de la tierra que ellos mismos amontonan, entonces, “si ellos lo pusieron ahí, automáticamente es para la foto”. A veces van tantos peritos que se les llena su casa, “pero vienen a sentarse”, criticó.
De acuerdo con Fredy “falta coordinación, por el hecho de que vengan y nada más vean la situación o nos pregunten, pero no profundizan la búsqueda. Profundizar quiere decir que realmente se descartara, a ciencia cierta, aquí la casa, lo primero. Y si descartan que no hay nada aquí en la casa, el resto sería buscarlo en el andador”.
La mamá del desaparecido ya acudió a Protección Civil para solicitar la demolición de la casa, porque representa un riesgo para los vecinos, quienes “se están arriesgando brincando piedras, porque la Fiscalía se ha dedicado solamente a realizar la búsqueda del cuerpo, pero no ha habido ninguna autoridad que venga a evaluar o a tratar de apoyar al tránsito de la calle, incluso del andador”.
Ningún representante de los tres órdenes de gobierno ha acudido al llamado, entonces “la gente aquí, como va pudiendo, va haciendo sus actividades y también trata con el temor de poderse caer, poderse llevar una lesión o una fractura”.
Unos niños jugaban en una parte del andador la mañana de este viernes, también son familiares de Fredy, su papá es cargador de Bachoco y su mamá es trabajadora doméstica. A un costado de la casa afectada vive Fredy. con otras cuatro personas, entre ellas su mamá, y del otro lado de la vivienda derrumbada vive la hermana del entrevistado, que es trabajadora del Ayuntamiento, con su esposo.
La zona lucía vacía, el vecino de la esquina del andador casi no acude a su casa, que también fue afectada, como todas de esta parte alta de Acapulco, y además es diabético. Un joven removía la tierra de la azotea de una casa en obra negra, del tío de Fredy, que lo tuvo que contratar para limpiar el área.
Los vecinos del andador, que aún no tienen agua potable, no han recibido despensas de la canasta básica, porque los soldados que la entregan argumentan que pertenecen a otra colonia, Cumbres de Figueroa, entonces todavía no les corresponde.
“Es una angustia para nosotros, primero porque no encontramos el cuerpo de nuestro familiar. Segundo, ver todos los días la vivienda, saber que aquí existió una familia, saber que es familiar de nosotros y que murieron todos ellos, que no se encuentra él”, expuso Fredy y agregó que encontrar a Víctor “nos traería una tranquilidad, una paz a todos nosotros, como sus familiares que somos”.