Una esperanza, que AMLO tenga entre sus prioridades a los jóvenes, dice el arzobispo

En el Día Internacional de las Habilidades de la Juventud, la Iglesia expuso que el modelo de desarrollo generalizado limita a los jóvenes en el mercado laboral, al no tener dónde demostrar sus aptitudes y habilidades.
En el comunicado dominical se convocó a invertir en la educación y formación de los jóvenes para desarrollar sus habilidades: “miramos con esperanza la propuesta del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, de tener entre sus prioridades la atención a los jóvenes”.
También invitó a los adultos a compartir el conocimiento empírico que ha pasado de una generación a otra. “Que hijos y nietos sepan hacer lo que sus padres y abuelos saben en las cuestiones prácticas de cada día: les enseñen a nadar, a cambiar una llanta cuando se poncha, a elaborar nieve, a arreglar un baño, a cultivar hortaliza, a sembrar un árbol”.
Ayer 15 de julio se celebró el Día Internacional de las Habilidades de la Juventud, y en el comunicado dominical el arzobispo Leopoldo González González expuso que el objetivo de dicho día es “”tomar conciencia sobre la importancia y urgencia de invertir en la educación y formación de los jóvenes para el desarrollo de sus habilidades, a fin de que tengan mayores oportunidades y estén más capacitados para salir adelante en el mercado laboral”.
Explicó que la realidad es que en México, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) a mayo de 2017, el 6.7 por ciento los jóvenes entre 15 y 24 años estaban desempleados, y los mayores de 25 años tiene una tasa de desocupación del 2.8 por ciento.
Resaltó la importancia de la educación y la capacitación para el desarrollo, sin embargo, señaló, “desafortunadamente, los sistemas existentes no responden a las necesidades de aprendizaje de una gran cantidad de jóvenes, y los sondeos sobre resultados académicos y formación revelan que existe un elevado número de jóvenes con niveles bajos en aptitudes y competencias básicas de alfabetización y cálculo”.
Además el modelo de desarrollo tiene como finalidad tener la mayor ganancia y es “altamente excluyente”, por lo que los jóvenes con maestrías o doctorados no tienen oportunidades en el mercado laboral para mostrar y desarrollar todas sus aptitudes y habilidades.
Por ello, el arzobispo vio con esperanza la propuesta de López Obrador de garantizar el derecho a la educación y al trabajo de los jóvenes, a través del Programa Jóvenes Construyendo el Futuro y en coordinación con el Consejo Coordinador Empresarial.
González González externó que como cristiano confía que la principal riqueza y fuerza de México son los jóvenes, lo que permite proyectar un futuro de esperanza.
“Un pueblo con juventud es un pueblo capaz de renovarse, transformarse; es una invitación a levantar con ilusión la mirada hacia el futuro y, a su vez, nos desafía positivamente en el presente”, dijo citando parte del mensaje del Papa Francisco en el Encuentro con las Autoridades, La Sociedad Civil y el Cuerpo Diplomático, realizado en el 2016.
Añadió que esa realidad nos lleva a reflexionar sobre la responsabilidad de construir el México que se quiere, construir y legar a las próximas generaciones. “La experiencia nos demuestra que cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, causando sufrimiento y frenando el desarrollo”.