Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Los indígenas nahuas de Xochitempa, municipio de Chilapa, Esteban Xochitempa Tepexco y su hijo Juan Xochitempa Macario, asesinados el domingo cuando cargaban gasolina en un establecimiento de Chilapa, fueron sepultados ayer entre reclamos de justicia de sus familiares y pobladores.
En un comunicado, la dirigencia del Consejo Indígena y Popular-Emiliano Zapa (Cipog-EZ) llama a la organización del pueblo guerrerense “para unirnos y hacer un frente para luchar por la vida y que no nos sea arrebatada por los delincuentes del crimen organizado y por los gobiernos municipal, estatal y federal”.
Critica que es lamentable que las autoridades de los tres órdenes de gobierno, que deberían dar respuesta inmediata para frenar estos asesinatos, no hagan nada y protejan a los grupos delictivos que asesinan a los indígenas de esa región.
El Cipog-EZ denuncia que son las mismas estructuras del gobierno las que informan la ubicación exacta de sus compañeros cuando se encuentran en la cabecera municipal para posteriormente ser asesinados por hombres armados en motocicletas.
“Ante estos hechos tan despreciables, nuestro silencio, rabia, dolor e impotencia que siempre pasan desapercibidos por las autoridades por ser indígenas, pobres, campesinos”.
La agrupación exige una investigación del doble crimen “y de todos los asesinatos ocurridos en el municipio” y que se lleve a la justicia a los responsables.
El pronunciamiento de comisarios, autoridades y promotores del Concejo Indígena y Popular de Guerrero-Emiliano Zapata es que se investigue también a las corporaciones de los tres órdenes de gobierno encargados de la seguridad en la región y que están ubicados en “puntos estratégicos”, porque, denuncia la agrupación, “no cumplen con sus funciones de dar seguridad a los pobladores”.