Habría planta tratadora de aguas, parques, ciclovía y trotapista en torno al nuevo hospital

Aspecto de uno de los parques del proyecto de remodelación del Centro de Convenciones, presentado ayer en un video

Jacob Morales Antonio

El nuevo hospital del ISSSTE que se construirá en siete de las 14 hectáreas del Centro de Convenciones, tendrá su propia planta de tratamiento de aguas residuales, dejará de existir el salón Teotihuacán, pero ahora habrá un parque para niños, uno para adolescentes y uno para mascotas.
En la presentación del proyecto que se hizo en un video animado, se informó que alrededor del Centro de Convenciones se construirá una ciclovía y trotapista.
En el video de cinco minutos con 50 segundos, se indicó que el inmueble que fue construido en 1973 y fue el primer Centro de Convenciones en todo el país, con la capacidad de recibir hasta 10 mil asistentes.
“Sin embargo la modernización del país y la Ciudad  volvió obsoleto la justificación del complejo. Su cuantioso costo de mantenimiento hizo insostenible su preservación y desde hace más de 15 años ha permanecido cerrado de manera intermitente”.
Ante eso el inmueble se tiene que modernizar, pero no se dejará a un lado la naturaleza del complejo y brindará una nueva vida a la zona dorada de la ciudad.
Se indicó que el proyecto va a atender de forma integral los 135 mil 720 metros cuadrados del inmueble, y se dividirá en dos partes. El 50 por ciento será para el hospital y la otra mitad será destinada para el turismo de reuniones, zonas recreativas, esparcimiento, áreas verdes y de juegos.
La obra considera preservar el teatro Juan Ruiz de Alarcón, el Edificio Central, y el teatro al aire libre Nezahualcóyotl, que conforman el 70 por ciento de la estructura edificada, mismos que serán rehabilitados y modernizados, con 12 salas de conferencias, salones, terrazas, espacios multifuncionales, de distintas capacidades.
La modernización del Teatro Juan Ruiz de Alarcón, que permitirá montar espectáculos con nueva tecnología, proyecciones, audiciones musicales, exposiciones, debates con una capacidad de mil 188 personas, y el teatro al aire libre con capacidad de mil 775 personas.
El jardín poniente será rehabilitado con un tres diferentes áreas de actividades físicas, el primero será exclusivo para niños, el segundo para monopatines, y patinetas, y el tercero será para mascotas, y una pista interior que conectará con una ciclopista y trotapista que estará alrededor del Centro de Convenciones, y que contará con nueva iluminación en sus calles.
“Estas acciones dan respuesta a un reclamo que por muchos años, inversionistas, empresarios, turisteros y  prestadores de servicios del sector han externado para rescatar y poner en funcionamiento nuestro Centro Internacional Acapulco, ahora con un enfoque que responde a las necesidades del mercado actual, y que lo hace de puertas abiertas para compartirlo con el pueblo”.
En la otra mitad se construirá el Hospital de alta especialidad, y cuya edificación utilizará 34 mil metros cuadrados del terreno, que corresponde al salón Teotihuacán y que la ubicación será estratégica al beneficiar a 630 mil derechohabientes.
Tendrá 36 especialidades de consulta externa como oncología médica y quirúrgica, hematología, infectología, geriatría y neumología entre otros. Que ayudará a posicionar a Guerrero de los últimos lugares a los primeros en atención.
En la explicación se resalta el beneficio para la sociedad guerrerense con la generación de mil 500 empleos directos y 4 mil 500 empleos, y cuyo hospital tendrá su propia planta de tratamiento de aguas residuales con una capacidad de 130 metros cúbicos por día, el 80 por ciento del agua será reciclada para el uso de los sanitarios y el otro 20 por ciento, será desechada al drenaje.
También se informó de la colocación de paneles solares de energía eléctrica y el manejo estricto biológicos infecciosos bajo la norma 087 de la Secretaría de salud.
Se enfatizó que la construcción del hospital y el reacondicionamiento del Centro de Convenciones denotará la activación económica de la zona en el sector restaurantero, la hotelería y otros establecimientos.

Protestan empresarios, políticos, vecinos y ambientalistas en el Centro de Convenciones

Vecinos del fraccionamiento Costa Azul y de Lomas de Costa Azul realizan una cadena humana para rechazar la construcción del nuevo hospital del ISSSTE en el Centro de Convenciones Foto: Jesús Trigo

Jacob Morales Antonio

Vecinos del fraccionamiento Costa Azul y Lomas de Costa Azul, empresarios, políticos y defensores del medio ambiente, hicieron una cadena humana en protesta y rechazo contra la construcción del nuevo hospital del ISSSTE en el Centro de Convenciones como lo ha informado y propuesto el presidente Andrés Manuel López Obrador.
A las 9 de la mañana de este domingo unas 250 personas se congregaron en el acceso principal del inmueble para llevar a cabo una cadena humana que cubrió por completo la parte frontal sobre la avenida Costera, y una media luna en las calles María Bonita y Fernando de Magallanes.
En algunas pancartas que portaron los vecinos, se leía: “Hospital Sí, en Centro de Convenciones No”, y otras con el mismo texto fueron colocadas en lonas en el acceso del inmueble. La cadena humana apenas duró unos 10 minutos.
Los asistentes casi en su totalidad eran vecinos del fraccionamiento y de Lomas de Costa Azul, sin embargo llegaron en sus automóviles, que dejaron estacionados en el área de descenso del inmueble, portaron playeras tipo polo blancas, gorras del mismo color, y las mujeres blusas, y sombreros, además de llevar algunos abanicos.
El médico Federico Moreno vive en Costa Azul desde hace 34 años, donde llegó con su familia proveniente de la Ciudad de México, indicó que la construcción del nuevo hospital afectará la plusvalía de su propiedad: “definitivamente el precio se iría al suelo”.
Abundó que el hospital también traerá ambulantaje, además de la gran aglomeración de personas que llegarán de los estados vecinos como Oaxaca y Michoacán para atenderse en el ISSSTE, así como la gente que llegue de todo el estado.“Tendremos basura, el ambulantaje, los taxis, el ruido de las sirenas, van a crear un relajo”.
El médico señaló que la sangre que se tiraría por las coladeras generaría la llegada de ratas, además de que contaminará directamente a la bahía de Acapulco. La cuestión vial también impactaría en la zona.
El señor David Peña tiene 57 años viviendo en el fraccionamiento que es un icono de la zona Dorada.
El vecino expresó que la llegada del hospital atraerá e incentivará la instalación de otros establecimientos como tiendas de conveniencia, además de protestas y hasta bloqueos como los que suceden a diario en la zona Tradicional o el área de hospitales ante la falta de un buen servicio.
Dijo que en lo personal el impacto a sus actividades diarias se centran en el tráfico, la limpieza, la inseguridad, el tumulto de gente que llegará; “va a ser un caos”.
La ex alcaldesa priist Ana María Castilleja Mendieta, también acudió a manifestar su rechazo a la construcción del hospital en el Centro de Convenciones, y expresó que este lugar debe de seguir funcionando para lo que fue edificado, un lugar de reuniones y convenciones, además para las actividades culturales.
Consideró que hay otros espacios donde este hospital se puede construir y que los mismos impulsores han indicado que son aptos. Precisó que no estaba en contra de la inversión y de la construcción del inmueble en Acapulco, pero que no se afecte el Centro de Convenciones.
La señora Silvia Guzmán, tiene seis años viviendo en Lomas de Costa Azul y señaló que el lugar debe ser reactivado. Dijo que ella era una asistente frecuente a los conciertos que ofrecía la Filarmónica de Acapulco en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón.
Consideró que el hospital va a irrumpir con el entorno de los vecinos y con el área turística de la avenida Costera, además de que el edificio del Centro de Convenciones es muy bonito, “habría mucha basura, se requeriría más agua, rompería mucho con el entorno de la clase media que vivimos aquí en Costa Azul”.
Ella dijo que eligió vivir en esa zona por lo céntrico, los servicios que hay en los alrededores, aunque se quejó de la falta de recolección de la basura.
La señora Lourdes Carrera expresó “tenemos miedo que después aquí vaya a haber un mercado de ambulantes y mucha basura. Hay otros lugares mejores que aquí. Sí le dan en la torre a la zona”.
La mujer nació en Costa Azul, y su padre Octavio Carrera trabajó como ingeniero en la construcción del Centro de Convenciones. Indicó que la gente que hace ejercicio y que corre alrededor del inmueble ya no lo podría hacer si se construye el nosocomio.
El licenciado en Administración de Empresas, Enrique Villarreal, tiene 15 años que regresó a vivir a Costa Azul, lugar donde creció, y expresó que es una pena que un lugar que en un principio se destinó como una zona de reserva ecológica, pasó a ser un campo de golf, y después se dividió para edificar el Centro de Convenciones “fue un primer error, y ahora cometerán un segundo error con la construcción del hospital”.
“A mí lo que más me da miedo, es la contaminación cruzada, el ir y venir de gente con virus, bacteria, infecciones, el desagüe a dos cuadras del mar, y la contaminación, porque ni el ISSSTE ni el IMSS se caracterizan por un buen control del tratamiento de las aguas contaminadas”, señaló.
La presidenta de la asociación Guerreros Verdes, Elena Kahn, expresó que la construcción del hospital en el lugar es una “aberración” y que con la tala de árboles lo único que provocaría es una mayor afectación y contribución al cambio climático.
Solicitó a las autoridades utilizar ese espacio como un parque de recreo y un centro cultural, y que permitan a la asociación y a los acapulqueños puedan reforestar y poder realizar ejercicio dentro de las instalaciones y bajo de los árboles.
En la protesta también participaron la diputada local del PRI, Julieta Fernández Márquez, el regidor del mismo partido, René Juárez Albarrán; el ex secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos; la ex secretaria de la Mujer, Gisela Ortega; el integrante del Comité Ciudadano para la Defensa de Acapulco, Antonio Bustamante, así como miembros de Guerreros Verdes y de asociaciones de empresas como AHETA y AMPI.