El señor Raymundo Hernández ha sido inmigrante en Estados Unidos por 30 años; nació en Dolores, municipio de Taxco, y recorrió todos los estados de Estados Unidos por su oficio de trailero, y ahora teme ser deportado porque no está preparado para empezar de nuevo.
Es integrante de la Federación de Guerrerenses Radicados en Chicago, y ayer habló en el conversatorio realizado en la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) sobre la situación de miles de familias indocumentadas, frente a las medidas persecutorias del presidente Donald Trump, que como candidato nunca ocultó su desdén hacia los mexicanos.
“Es bien preocupante, como comunidad hemos vivido una vida bien diferente a la que estamos acostumbrado, sabemos que no es nuestra tierra, tenemos que luchar contra ese fenómeno, tener que aprender el lenguaje, se siente la humillación de cómo le hablan a uno, y uno no poder entender y uno siente la discriminación. Uno lucha contra todo eso, pero el tiempo va pasando y realmente es bien difícil, y nos vamos a acostumbrando a tierras que no son nuestras, pero por los hijos ya la vemos como nuestra”.
Recordó que el gobierno demócrata de Barak Obama ganó dos periodos continuos por el voto hispano, y ofreció dos veces un periodo de amnistía para regularizar la situación de los indocumentados.
No obstante, señaló que Barak Obama tuvo el récord de deportaciones de mexicanos en la historia, “siendo que el voto hispano lo llevo a él, ¿qué podemos esperar al candidato republicano que tienen mayoría en el Senado?”
Si son deportados después de 20 y 30 años, “es volver a empezar, ya estamos acostumbrados a otro tipo de vida, y volver a empezar. No estamos preparados para regresar”, admitió.
Consideró que la mentalidad de los migrantes cambió al paso del tiempo, “antes la gente se iba, hacía su dinerito y regresaba. Ya no están pensando que van a regresar. (Vivimos) siempre añorando las comidas, las tierras, las costumbres, pero con familia es bien difícil. Muchos vendieron sus tierras en México, sus negocios y hoy en día es la preocupación mas grande que tienen, qué va a pasar si los retornan para acá”.
Cuestionó que en los dos periodos de gobierno de Barak Obama nunca pudo aprobar la ley de amnistía, y Trump que acaba de entrar “ya firmó para hacer el muro”.
Aunque no quieren volver, denunció que en algunos estados los tratan como delincuentes, “trabajo de trailero allá, y no veo a ninguno que tenga mi color. Dicen (los norteamericanos) que nosotros le vamos a quitar su trabajo. No les quitamos nada, ellos no lo quieren hacer. No vamos a hacer daño, queremos trabajar, hacer el bien. Somos (los mexicanos) los primeros en trabajar en fabricas, que se mantienen de mano de obra barata”.