Daniel Velázquez Olea

El último día para pagar la pensión del programa Para Servir al Adulto Mayor (Pasam) para los beneficiarios rezagados dejó como saldo una persona hospitalizada y desmayos.
Los trabajadores encargados del pago comenzaron a atender a las 10 de la mañana, cuando algunos ancianos ya tenían cuatro horas en espera.
Desde las 6 de la mañana, al Ayuntamiento del parque Papagayo llegaron ancianos de diferentes colonias del puerto para entregar documentos de nuevo ingreso al padrón y otros para cobrar el pago correspondiente a los cuatro meses de pensión.
Unas mil personas permanecieron de pie en las escalinatas del Palacio Municipal y otras en la antesala de Cabildo hasta que fueron atendidos.
La secretaria de Desarrollo Social (Sedesol), Fabiola Vega Galeana, lamentó los tumultos y dijo que la razón del “caos” se debió a que los adultos mayores no acudieron en el día indicado a cobrar su pensión ni a inscribirse al padrón, cuando se hizo el pago por distrito electoral el mes pasado.
Dijo que los ancianos fueron citados a las 11 de la mañana para evitar las filas y acelerar el proceso de pago a los 500 rezagados, pero estas personas llegaron desde muy temprano a hacer filas, lo que alteró el sistema logístico que se había programado.
En el Ayuntamiento se observaron personas que caminaban sostenidas con bastones, andaderas, bancos y sillas de ruedas. En la mayoría el caminar era lento y a pesar del calor que se sentía en la calle y dentro del inmueble por la cantidad de personas, los beneficiados permanecieron allí sin importar las condiciones.
Las filas de ancianos
A las 10 de la mañana la fila de ancianos que pretendía ingresar al Palacio Municipal del parque Papagayo llegaba hasta las canchas de baloncesto y se regresaban hasta el Ayuntamiento.
La puerta principal del recinto oficial estaba resguardada por trabajadores de la Sedesol y guardias de seguridad que regulaban el paso de los adultos mayores.
Se formaron tres filas: una concluía en una mesa donde se revisarían uno por uno los casos de 500 ancianos que resultaron con observaciones por la Contraloría municipal y debían regularizar su situación para poder seguir cobrando la pensión.
En la segunda formación, en otra mesa, se atendían a las personas que deseaban ingresar al Pasam, y la tercera fila la integraban quienes por diferentes razones no cobraron los mil 600 pesos en los días del 24 de abril al 4 de mayo que destinaron para tal fin.
En la espera, la vecina Eulosia Flores, de 74 años de edad, se cayó y se dislocó el fémur, por lo que fue llevada por paramédicos de la Cruz Roja al hospital del ISSSTE.
También se reportó una señora desmayada y se vio caer a dos ancianos –que no quisieron decir sus nombres– en las escaleras, pero aseguraron no haberse lastimado.
Las horas de hacinamiento causaron molestia y malestares físicos a los adultos que esperaban ser atendidos. Algunos fueron auxiliados con una silla para sentarse, otros dejaban la fila para buscar un rincón porque manifestaban sentir dolor en los pies, mientras que otros permanecieron formados con los pies hinchados.
La explicación de Sedesol
En entrevista, Vega Galeana dijo que un día más para el pago de la pensión a los ancianos se hacía “por dar servicio”, porque los días oficiales ya habían pasado.
Indicó que para evitar aglomeraciones como la de ayer se programó la entrega por distrito electoral, pero que muchos de los beneficiarios no acudieron y por ello se programó un día extra, el lunes 8 de mayo.
“Y como no fueron el día que les tocaba por una u otra razón se les brinda hoy (ayer) el servicio, pero estamos recibiendo más gente de lo que esperábamos”.
La secretaria de Desarrollo Social mencionó que la espera de más de cuatro horas de algunos ancianos se debió a que llegaron antes de la hora que fueron citados. “Aquí se les citó a las 11 de la mañana, no se les citó ni a las cinco ni a las seis de la mañana, se les cito a las 11, si ellos hubieran venido a las 11 no sentirían la espera, porque a las 11 empezamos a dar fluidez con todo”.
Fabiola Vega informó que en el último día de pago trabajaron 60 personas para atender a los beneficiarios; “se dio un servicio de calidad” porque no se tiene la intención de dejarlos fuera.
Reconoció que no esperaban “a tantísima gente” y se adelantó a las críticas pues pidió que se considerara que hubo diez días previos en los que la Sedesol se acercó a los domicilios de los beneficiarios del programa Pasam para evitar tumultos, pero debido a que algunos no cobraron en los días que les correspondían se hizo el desorden.