No la dejan entrar al plantel porque no es de la CETEG, denuncia una maestra en Acapulco

 

La maestra de primer año del jardín de niños Jaime Sabines, Gisela Delgado Rebolledo, denunció que este jueves la directora y maestras de la escuela no la dejaron ingresar al plantel, argumentado que ella golpeó a una niña, cuando no es cierto, y que la situación es política, porque no ha querido someterse a su acciones como “comité de lucha” de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG).
Antes de las 9 de la mañana, la maestra llegó a la escuela, ubicada en la calle Morteros de la colonia Rodríguez Alcaine, pero no la dejaron pasar, lo que causó molestia en los padres que tienen a sus hijos con ella, pues la consideran buena docente, por lo que exigieron a las autoridades de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) que acudan al plantel, para solucionar el problema que ya tiene algo de tiempo. En declaraciones, Delgado Rebolledo dijo que sus compañeros le cerraron la puerta, debido a que “están haciendo un complot en mi contra”.
Indicó que sus compañeros se están “agarrando de unas falsas acusaciones de una madre de familia, quien me acusa de haber golpeado a su hija, de maltrato físico y psicológico. Son señalamientos que no tienen fundamento, porque no presentan ninguna prueba de ello, no presentan ninguna denuncia, ni en el MP ni del DIF, solamente es un arreglo de ellos”.
Aseguró que los maestros del jardín están en una corriente que se llama “comité de lucha” y por no ser de la corriente de ellos ya le cerraron las puertas del plantel.
Delgado Rebolledo manifestó que tiene más de un año en el jardín de niño y “fueron mis compañeros quienes me hicieron la propuesta, todos ellos firmaron para que yo llegara al centro educativo, porque lo requería el plantel. Ellos me apoyaron, pero luego de un tiempo me dijeron que yo tenía que acatarme a su organización de ellos, que es la CETEG, que no debíamos dejar entrar a ninguna autoridad educativa”.
Subrayó que ella no tiene ninguna nota mala o llamada de atención de la directora encargada, que el área jurídica de los servicios educativos le dijo que podría seguir trabajando y lo manifestó delante de sus padres.
La maestra pidió que se limpie su nombre y que a la supuesta niña golpeada le hagan estudios psicológicos, porque su “caso está manipulado”.
Una de las madres dijo que quieren a la maestra y consideró que lo que le están haciendo es una injusticia, que ya son como cinco veces que le cierran la puerta y ellos como padres han ayudado para que la maestra entre. Acusó a la directora de no atenderlas, porque las han calificado como “víboras, alborotadoras y mitoteras”.