Escolta la Gendarmería a la Coca Cola tras los ataques en Ciudad Altamirano

Agentes de la división de Gendarmería de la Policía Federal (PF) escoltaron a camiones de la empresa Coca Cola de Ciudad Altamirano, muicipio de Pungarabato, para que distribuyeran sus productos luego de 11 días sin actividades.
Las labores pararon porque la delincuencia organizada amenazó a trabajadores, y el jueves un automóvil con los rótulos de esa empresa fue incenciado en el centro de la ciudad.
Desde las 8 de la mañana del viernes salieron dos camiones de la bodega de Coca Cola para distribuir la mercancía, una patrulla de la Gendarmería iba adelante y otra atrás, en total eran unos 10 agentes
Los camiones vendieron la mercancía sólo en Ciudad Altamirano y no salieron a las comunidades, estuvieron en puntos céntricos y muy visibles. Antes un trabajador de la empresa había recogido los pedidos.
Durante la tarde los camiones también vendieron los productos en diferentes tiendas siempre escoltados con las patrullas que dieron el servicio de seguridad privada. La empresa aún no abre la tienda que está afuera de su almacén.
El jueves un Chevy de la Coca Cola fue incendiado con una bomba molotov que le arrojaron dos hombres que iban en una moto. Ese día los trabajadores habían salido a recoger los pedidos luego de 10 días sin operaciones.
Versiones de los trabajadores indicaron que la empresa Femsa solicitó la presencia de la Gendarmería por las amenazas que supuestos criminales habían hecho. A la región de Tierra Caliente llegaron unos 150 agentes.
Hasta hace 10 años la empresa Sigma tenía la concesión de Coca Cola en Ciudad Altamirano y contrataba seguridad privada cuando había amenazas de delincuentes y llamaban a agentes de la antigua “motorizada” armada para que viajaran en sus vehículos. La empresa Sigma después vendió la franquicia a Femsa.

 

Hay más demanda de seguridad privada, por la estrategia fallida del gobierno, dicen empresarios

 

Empresarios de Acapulco coincidieron en que el aumento en las solicitudes de pequeños negocios para seguridad privada, demuestra que el gobierno mantiene una estrategia de seguridad fallida que los expone aún más.

Por un lado, el presidente de la Federación de Empresarios, Alejandro Martínez Sidney, señaló que los pequeños comerciantes son los más expuestos a la inseguridad pues carecen de recursos para pagar vigilancia que el gobierno está obligado a brindar.
Y en declaraciones por teléfono, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Acapulco, Fidel Serrato Valdés, dijo que la situación “es complicada” dado los resultados respecto a los asesinatos en la ciudad, no obstante, indicó, con el reciente cambio de estrategia los empresarios esperan que haya “resultados positivos” y mejoren las condiciones de seguridad para todos.
Afirmó que con las empresas que cuentan con la capacidad económica para contratar seguridad privada “se demuestra que hay inseguridad”.
“Se le ha pedido a las autoridades que mejoren porque no han sido suficientes los esfuerzos, las estrategias no son suficientes”, señaló Serrato Valdés.
Añadió: “entendemos que en estos tiempos es complicado y es un mundo diverso que se debe atender por parte de nuestras autoridades. Queremos tranquilidad y esperaríamos que los resultados positivos fueran inmediatos, pero es difícil”.
Por su parte, Martínez Sidney indicó que a pesar de los anuncios que ha hecho el gobierno estatal para modificar la estrategia del Grupo de Coordinación Guerrero, no es con más policías como se mejorará la violencia.
“Tampoco es con dádivas para la gente como se va a terminar la pobreza, sino con el fortalecimiento del tejido social, con el aumento de verdaderas inversiones para atraer el turismo y que haya empleos mejor pagados, porque los jóvenes ahora son presa fácil de la delincuencia organizada”, declaró por teléfono.
El Sur informó este lunes que de acuerdo con representantes de empresas privadas de seguridad, aumentaron 70 por ciento las solicitudes de pequeños y medianos negocios para la contratación de servicios de seguridad en Acapulco a causa de la violencia.
Restaurantes, taquerías, estéticas y tiendas de ropa son los nuevos clientes de estas empresas, pues los negocios que se consideran pequeños o medianos son los que han empezado a solicitar los servicios de guardias o instalación de cámaras y monitoreo, ante la violencia que no disminuye en el municipio.

 

 

Dice el representante de los bancos que no están obligados a contratar seguridad

 

 Responde Javier Valdez al presidente municipal

Mientras que el Ayuntamiento de Acapulco se vio obligado a custodiar con policías preventivos las sucursales bancarias, después del tercer bancazo en tres días hábiles en el puerto, los banqueros se siguen absteniendo de contratar seguridad privada, y quienes cuentan con ella no tienen a sus policías armados, so pretexto de que con ello se quiere evitar enfrentamientos sangrientos entre los policías y los asaltantes.

Al respecto el presidente del Centro Bancario del Estado de Guerrero y gerente de la sucursal Banca Afirme, Javier Valdez Pacheco, explicó que los bancos no tienen la obligación de contratar seguridad para el interior de las sucursales y dijo que ello se debe a las políticas internas de las instituciones. La decisión de no proteger las sucursales bancarias con policías contratados es para evitar enfrentamientos sangrientos y garantizar así, la propia seguridad de los clientes y del personal de la sucursal.

“Es contraproducente, los antecedentes así lo indican, cuando hay policías hay muertes, ahora que no contamos con policías, gracias a Dios, el problema es sólo económico y esperemos que hasta ahí llegue; esa es la parte que nos preocupa y la que justifica el que no exista policías en nuestras instalaciones, por la seguridad de los clientes y del personal. Si alguien llega armado lo primero que hace es tirarle al guardia y ya                     se armó la balacera, ese es el asunto”, justificó.

Pese que el asalto a Banorte, sucursal Flamboyant, se registró alrededor de las 8 de la mañana, el presidente del Centro Bancario a las 11:30 horas, aún no se le había notificado del hecho.

En torno a las declaraciones del alcalde Alberto López Rosas, respecto a que los bancos deben contar con su propia seguridad al interior de los mismos, Valdez Pacheco dijo que la opinión es muy respetable y no quiso agregar más al respecto.

Cuestionado sobre las próximas acciones del Centro Bancario con respecto a estos hechos, Valdez Pacheco indicó que consultarán a la Asociación de Bancos de México para ver si cuentan con alguna novedad en materia de seguridad, la cual –si existiera– se evaluaría, pero en tanto seguirán “coadyuvando” con el secretario de la Secretaría de Protección y Vialidad del municipio, Antonio Valenzuela Valdez.

Aplaudió el resguardo de policías preventivos en las afueras de algunos bancos o por lo menos en aquellos que consideró se ubican en zonas “más conflictivas” porque no solamente resguardan a las sucursales bancarias sino también a los transeúntes del lugar.

Calificó a la zona del Club de Golf como una de las más inseguras, incluso más que el Renacimiento, porque -aseguró- existe ahí mayor vandalismo e incluso el cajero automático de la sucursal de Bancomer que se ubica en esa área, es asaltado hasta 8 veces al año.

Con lo que la empresa se ve en la necesidad de cambiar tanto los cajeros como los cristales que los ladrones rompen, lo que amerita para el banco un costo, tan solo en el cambio de cajero de 25 mil dólares, más el costo de los vidrios y el efectivo, monto que varia según la hora del atracó.

Según el banquero el costo del equipo de seguridad interno es elevado por el mantenimiento que requiere, el cual oscila en 500 mil pesos. Cada sucursal debe contar por lo menos con 10 cámaras las cuales deben estar colocadas estratégicamente para tomar todos los ángulos del lugar y monitorear las 24 horas del día. En cambio si las empresas contrataran seguridad privada el costo oscilaría entre los 4 mil pesos mensuales por policía.

En un recorrido de El Sur por 10 de las principales sucursales bancarias del puerto se observó que sólo tres de ellas contaban con sólo un policía privado. Estos bancos son el HSBC de la avenida Ejido y los BBVA Bancomer de Ejido y Zócalo, en estos dos últimos había aproximadamente 40 clientes. Las sucursales estaban saturadas, pero con una casi nula vigilancia al interior, mientras que afuera                     –aproximadamente a unos 100 metros de las puertas principales– de los tres había un policía preventivo con chaleco antibalas y armado.

En los bancos Scotiabank Inverlat, ubicados en la calle Juan R. Escudero y Costera, a un costado del Zócalo y el que está a unos 50 metros de la Plaza Francia; en los Banamex de Ejido, de la                     Costera frente a la Administración Portuaria y el que está frente al Club de Golf, la vigilancia interna fue nula aunque en los alrededores de cada uno sí había policías preventivos.

Mientras que los bancos Santander Serfin y HSBC que están antes de llegar a la Base Naval se observó dos policías preventivos, pero al igual que los demás bancos la seguridad al interior fue nula.

En tanto, la secretaria de Fomento Turístico, Guadalupe Gómez Maganda, consultada por separado indicó que no toda la responsabilidad de la seguridad debe recaer en las autoridades, sino que también es deber de los banqueros aportar su propia seguridad.

“Tiene que haber mayor coordinación y esfuerzos para garantizar la seguridad porque es desalentador para quien quiera venir a vacacionar. Lamento mucho este tipo de situaciones, se debe extremar la vigilancia y la prevención, debe haber organización y apoyo económico de los banqueros, aunque eso no signifique que se deslinde a las autoridades”, señaló.