Todo mundo sabe que hay autoridades en el negocio del narco, dice el obispo Rangel

El obispo Salvador Rangel Mendoza dijo que simplemente es un portavoz de lo que dice la gente de la participación de autoridades en el negocio del narcotráfico, y dijo que la suya y la del gobernador “son visiones distintas”, en respuesta a lo que declaró Héctor Astudillo de que esos señalamientos “van a ser una moda” y un medio para descalificar a partidos y candidatos de cara a las elecciones federales y locales del año próximo.
Pero Rangel Mendoza nuevamente se fue a la carga. Pidió a las autoridades que si no es así, que digan cuántos presidentes municipales han sido impuestos por el crimen organizado, e insistió que “el detalle” es que algunas autoridades están dejando pasar la goma de opio porque “cierran un ojo o cierran el otro para que circule y en el fondo hay gratificaciones”.
También respondió al fiscal del estado Javier Olea Peláez, quien en días pasados le dijo al obispo que “hablar es fácil” pero que presente pruebas y las denuncias para que se abran las carpetas de investigación y se de vista a la PGR. “Da la casualidad que yo soy el obispo y él es el fiscal, quien debe realizar las investigaciones es él”, respondió.
El obispo ha provocado polémica por sus declaraciones; primero, a su llegada, porque recomendó a las autoridades dialogar con los grupos del crimen organizado para resolver el problema de la violencia, y ahora “al poner el dedo en la llaga” –como él mismo lo dice– al denunciar que en el negocio de la droga están metidas muchas autoridades y que por eso no se resuelve el problema de la violencia.
Luego de una mañana ajetreada, en la que concedió varias audiencias, antes de que partiera a una reunión a Tecpan de Galeana, entrevistado en sus oficinas de la diócesis en esta ciudad capital, contestó apresuradamente algunas preguntas al reportero.
El gobernador dijo el domingo en Acapulco que las declaraciones que vinculan a políticos y autoridades con el negocio del narcotráfico, “van a ser una moda” y un medio para descalificar de cara a las elecciones federales y locales del año próximo.
Al respecto, Rangel expresó “como personas tenemos una visión distinta de las cosas. Yo he mencionado la situación de inseguridad, del crimen, de secuestros y de asesinatos que se están dando en el estado porque como obispo siempre busco la verdad y el bien de la gente”.
Agregó que seguramente las autoridades también buscan lo mismo, “pero desde un punto de vista, posiblemente, distinto. Yo respeto la opinión de todos ellos. He hablado de la inseguridad en Guerrero y de todo lo que está pasando aquí. Siempre he opinado que hay ciertas autoridades, no digo que todas, en todos los niveles, a nivel federal, estatal o municipal, que ciertamente están coludidas con el crimen organizado”.
El obispo preguntó entonces que si no es así que digan “cuántos presidentes municipales de Guerrero han sido impuestos por el crimen organizado. Ellos saben”, –dijo– “y yo simplemente hago esta pregunta. De allí yo deduzco que hay involucración”.
Insistió en otro de sus argumentos que ha venido declarando. Dijo que ciertamente se produce la amapola en la sierra, de la que se recoge la goma de opio, “pero esa goma de opio tiene un camino, no se queda en el estado, ¿por qué lugares pasa?, no sé, el detalle es que está pasando y creo que muchas autoridades cierran un ojo o cierran el otro para que circule y en el fondo hay gratificaciones”.
Admitió que puede ser que se equivoque como persona, “pero lo que he hecho yo es poner el dedo en la llaga y yo estoy diciendo una verdad que todo mundo sabe y yo pienso que si a veces ofendo, o a veces no están de acuerdo algunos, es opinión de cada quien”.
Añadió que, por ejemplo, se le hizo muy notorio lo que declaró el fiscal Javier Olea en el sentido de que todos los funcionarios de Guerrero son honestos, “cosa que yo personalmente lo pongo en tela de juicio, mejor hay que admitir la enfermedad y ponernos de acuerdo cómo aliviar al paciente”.
–También el fiscal dijo que hablar es muy fácil y lo convocó a que presente pruebas y haga denuncias concretas para que se integren carpetas de investigación y se dé vista a la PGR…
–Ciertamente lo ha dicho el señor Olea, pero da la casualidad que yo soy el obispo y que tengo contacto con toda mi diócesis. Yo no soy el fiscal, al que le toca investigar es a él, no a mí. Entonces (el fiscal) se lava las manos fácilmente así. A veces habla uno con mucha facilidad, pero en lo que a mí toca yo visito constantemente y todos los días la diócesis y escucho a la gente. Yo simplemente soy un portavoz de lo que piensa y dice la gente.
“Pero si con eso, en algo los he ofendido, pues les pido disculpas, a mí lo que me interesa es el bienestar y la paz de Guerrero”, dijo.
–¿Ha puesto del conocimiento de las autoridades eclesiásticas que están por arriba de usted el problema de violencia que se vive en su diócesis, lo que ha declarado a los medios y lo que le han respondido las autoridades civiles?
–No, cada obispo es autónomo en cada diócesis, yo he platicado con algunos obispos solamente pero a manera privada, entonces no ha habido oportunidad. No me lo han preguntado ni yo se los he dicho.
–¿No cree conveniente que los tenga enterados, sobre todo por la situación de violencia que está viviendo en su diócesis?
–Yo les comunicaría si ellos me lo preguntan, pero yo soy así, si no me preguntan cosas, no las digo.
–Pero es muy grave lo que pasa en su diócesis, le toca cubrir la zona más caliente de Guerrero; Chilapa, Tixtla, la zona Centro, Quechultenango, la Sierra. ¿Cuál es el diagnóstico que tiene de lo que se está viviendo en estos lugares?
–Ustedes saben bien esto: donde hay un solo grupo de narcotraficantes la gente normalmente vive en paz, hay ciertas ejecuciones como las hubo hace poco allá por Las Vueltas en la Sierra (Los Bajos y Vuelta del Sur, municipio de Heliodoro Castillo), o en otros lugares, pero es cuando otro grupo distinto se mete a incursionar terrenos prohibidos para ellos.
“El problema es donde hay varios grupos, por ejemplo Chilpancingo, Chilapa, a mí no me toca ese territorio pero también Acapulco, donde hay varios grupos delincuenciales es cuando hay ajustes de cuentas y hay una guerra entre ellos”.
–Aquí cerca, en la entrada de Chilpancingo tenemos a un grupo que se presenta como policía comunitaria o policía rural, pero ha sido denunciado de que en realidad pertenece al grupo criminal de Los Ardillos, da la impresión de que usted simpatiza con él porque en una entrevista anterior dijo que es aceptado por los ciudadanos debido a que los cuida mejor que las autoridades, ¿por qué?
–Yo puedo simpatizar con cualquier grupo y simpatizo también con las autoridades, siempre y cuando nos den seguridad. No es que yo tenga preferencia con un grupo, simplemente veo que los pueblos viven tranquilos, viven en paz. Si desgraciadamente estos grupos han llegado a ciertas comunidades es que han encontrado un vacío de poder, un vacío de la ley que ellos están llenando. Claro que el que debe proveer todo esto es el Estado, pero cuando el Estado no lo puede hacer llegan otros grupos. Entonces creo que el gobierno tiene toda la autoridad para entrar allí, ¿pero por qué no entra?, porque sus policías no son dignos de confianza.
–El Estado incumple su responsabilidad, ¿y por eso los ciudadanos tenemos que aceptar a gente del crimen organizado para que nos cuide?
–Bueno, entonces ¿quién nos va a cuidar? Yo tengo entendido que se está pidiendo crear las policías comunitarias, elegidas por el mismo pueblo y que esta misma policía sea avalada por el presidente municipal. Yo no sé si se pueda llegar a esto.
“Quiénes son los que están en Petaquillas, yo lo ignoro, lo único que sé es que el grupo anterior (el Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero, FUSDEG) estaba provocando problemas y estaba extorsionando y por eso los sacaron, los sacó la misma gente de Petaquillas y si ahora está otro grupo, yo no sé quien sea el que esté, lo único que me ha reportado el párroco es que están más tranquilos y que están en paz, y al final es lo que buscamos, que estemos a gusto y que no haya levantones, crímenes, ni asesinatos”.
–El dirigente del FUSDEG, que es el que estaba en Petaquillas, denunció que desde Xaltianguis municipio de Acapulco a Petaquillas de Chilpancingo, es un corredor controlado por tres grupos; Los Ardillos, el Cartel del Sur y la UPOEG (Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero) y dice que fue un acuerdo con el gobierno del estado, y que el fiscal reconoció que por allí se bajan en droga 25 mil millones de dólares… ¿Qué opinión le merece que haya este tipo de convenios o acuerdos con la venia del gobierno del estado?
–Yo siempre he dicho que debe haber diálogo. Que con el enemigo, por peor que sea, vale la pena vernos a la cara y dialogar, porque en el fondo lo que se está buscando es la tranquilidad y la paz. Se está buscando que la gente viva tranquila. De allí que si ha habido arreglos a mí no me consta nada de eso, ni he estado dentro de los arreglos. Sí, yo prefiero que haya ciertos arreglos para que la gente viva en paz, en lugar de que esté en guerra y que haya muchos asesinatos.

Parece que Alicia Zamora persigue a todo mundo, dice el rector de la UAG

Reprocha a la diputada priísta que haya informado a los medios antes que a la institución que tenía observaciones a las cuentas de la casa de estudios

Teresa de la Cruz Chilpancingo Las declaraciones de la diputada del PRI Alicia Zamora Villalva “generan un ambiente impropicio e innecesario” en la UAG, dijo el rector Nelson Valle López, y le reprochó que haya informado a los medios antes que a la institución que tenía observaciones a las cuentas de la casa de estudios.

“Parece que hay una persecución por parte de la diputada no sólo en contra de la UAG, sino de todo el mundo”, dijo el rector sin especificar.

En declaraciones al término de acto de entrega de equipo a Radio UAG, Valle López insistió en negar que entregue cuentas públicas incompletas a la Auditoría General del Estado (AGE) como lo afirmó en días pasados la presidenta de la Comisión de Vigilancia y Evaluación de la AGE del Congreso local.

Justificó que la institución solicitó un amparo contra los requerimientos de información del auditor no como una manera “cómoda” de no entregar la información adicional que le requirió el organismo fiscalizador, sino “para no ser multado”.

Se refirió entonces a Zamora Villalva a quien reclamó no tanto que haya dicho que hasta donde han revisado, las cuentas públicas tienen observaciones de tipo financiero y administrativo, sino que primero lo haya declarado en los medios de comunicación antes que “mandarnos un documento oficial en donde se nos hagan las observaciones”.

Luego mencionó que si la diputada priísta “tiene la sana intención de que se corrijan las cosas, nos debió haber invitado a una reunión de trabajo para aclarar algunas cuestiones”.

El tema del manejo de las finanzas de la UAG también lo tocó el rector en su discurso en el acto de Radio UAG donde destacó que en la pasada sesión del Consejo Universitario se habló de la entrega de la cuenta pública, y uno de los acuerdos de esa sesión fue que también los directores y funcionarios que manejen recursos en la universidad “deberían entregar un informe cuatrimestral y aquel que no cumpla va a ser sujeto de sanción”.

Dijo asimismo que no existe precedente en la historia de la UAG en que el Consejo Universitario “haya sesionado una vez por mes con quórum especial” de ahí que los acuerdos tomados “son válidos”.