19 mayo,2025 6:09 am

Infantes en riesgo

 

Florencio Salazar

Tienen una solo una vida, ninguna que les sobre. Tedi López Mills.

1. MILENIO publicó un reportaje de Gardenia Mendoza Aguilar (14-05-25), sobre la crisis humanitaria que sufren los niños latinos en Estados Unidos por la deportación de sus padres indocumentados. Desplegado a lo largo de una página, no ha causado reacción alguna en el gobierno mexicano y ningún periodista ha hablado del tema en Las mañaneras presidenciales, no obstante lo tremendo de los hechos relatados.
El chiapaneco Omar García Reyes fue deportado separándolo de su hija de 8 años, nacida en Austin. Teme que las autoridades del servicio temporal de crianza (Foster Care), que retienen a su niña, la entreguen en adopción, como ha pasado en miles de casos. Si así fuera, la perdería para siempre. No alcanzo a imaginar la condición emocional de García Reyes: albergado en Tapachula, sin peso alguno y sin apoyo gubernamental. Él propuso a la migra que su hija fuese entregada a su madre, de quien está separado por ser alcohólica y drogadicta.
“Hay precedentes de deportados que pudieron recuperar a sus hijos en juicios en línea, con apoyo del gobierno de la Ciudad de México”; dicho programa desapareció. El desolado padre sólo ha podido recurrir a organizaciones ciudadanas, “limitadas por la masividad del problema”. García Reyes fue deportado sin juicio, abogados ni intérpretes y teme que a su hija “algún día le pase algo. Allá hay muchos casos de abuso”. La cifra de niños “perdidos” –de ambos sexos– es de 369 mil; han sido repatriados 206 mil 233. Es decir, 163 mil 567 niños y niñas están en el limbo.
Es comprensible que cualquier gobierno decida, soberanamente, quién pueda radicar y quién no en su país. Lo que resulta incomprensible es el trato inhumano que reciben los indocumentados al separarlos de sus hijos, sobre todo de los menores. Los consulados mexicanos en Estados Unidos deben actuar ya, con directrices precisas y recursos suficientes, para proteger a los vástagos de nuestro país en aquella nación.
2. REFORMA, según reportaje de Viridiana Martínez (14-05-25), señala que aumenta la extorsión a menores de edad. “Desde infantes de 6 años de edad hasta adolescentes de 17 años son víctimas de sextorsión, un delito que, en lugar de retroceder gana terreno y amenaza la estabilidad emocional de las víctimas”.
“La sextorsión consiste en hacerse pasar por un falso amigo en redes sociales, videojuegos o plataformas de mensajería y, a través de engaños, manipulación emocional o amenazas, consiguen contenido íntimo de la víctima, con la cual vienen más chantajes para conseguir más contenidos de tipo sexual, dinero o tarjetas de regalo”. Clara Luz Álvarez González, secretaria ejecutiva del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, declaró que, además de la exposición a internet, “podría estar influyendo la hipersexualización de las infancias y las adolescencias”.
Es obvio que los roles en la familia están cambiando a partir de las políticas de género. La inclusión laboral de las mujeres, como resultado de su creciente acceso a la educación y de la necesidad de sumar su ingreso al gasto familiar ­–del cual a veces son el único sostén–, provoca menor atención de los padres a sus hijos. En esa situación, para entretenerlos, tienen acceso a teléfonos celulares desde temprana edad y, por lo mismo, pueden ser objeto de influencias perversas. ¿Significa que las mujeres deben volver a su condición de sufridas y abnegadas amas de casa? Por supuesto que no. Sin embargo, se requieren políticas públicas de protección a la infancia y adolescencia. Sin niños y jóvenes sanos física y emocionalmente se enfrentará un futuro desolador.
“De acuerdo con el reporte ­«2023-2025 Sextorción en la era digital: Impacto en niñas, niños y adolescentes» del Consejo, entre los 6 y 11 años de edad, las víctimas son mujeres en un 77 por ciento y los hombres, en 23. De 12 a 15 años, ellas siguen siendo las más captadas con 57.9 por ciento, pero en el caso de ellos aumenta al representar el 42.1 por ciento. Entre los 16 y 17 años, los casos de hombre y mujeres afectados, se igualan en 50 y 50 por ciento”.
Se impone la necesidad de que el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), la Secretaría de la Mujer, la Secretaría de la Juventud, el área cibernética de Seguridad Pública, los ayuntamientos, clubes de Leones y Rotarios, Grupo ACA, etc., elaboren y participen en programas preventivos. Globalizados como estamos, este tipo de casos probablemente también ocurran en Guerrero. Para comprender los problemas emocionales de niños y jóvenes –que pueden volverse trágicos– es recomendable ver Adolescencia, mini serie de Netflix.