4 octubre,2022 5:24 am

Informes y rendición de cuentas

Arturo Martínez Núñez

 

Las alcaldesas y alcaldes de Guerrero utilizaron gran parte del mes de septiembre en rendir el informe de actividades al que les obliga la ley. En realidad, aprovecharon para hacer ejercicios propagandísticos -muy válidos- que distan mucho de ser una verdadera rendición de cuentas.

La Ley Orgánica del Municipio Libre del Estado de Guerrero en su Artículo 72 párrafo II mandata a los alcaldes y alcaldesas a “Rendir al pueblo en Sesión Solemne, en la primera quincena del mes de Septiembre, el informe anual pormenorizado sobre el estado que guarda la administración municipal del cual enviará copia al Ejecutivo y al Congreso del Estado; (…)”  Y aquí comenzamos con los problemas de interpretación, al no saber con claridad qué significa informe “pormenorizado”.

Los alcaldes y alcaldesas utilizan este espacio para hacer eventos políticos Donde se informa lo que se quiere y donde rara vez aparece un atisbo de autocrítica.

Un verdadero ejercicio de rendición de cuentas debe de incluir la exhibición de estados financieros, avance de obras, información sobre recursos humanos, contrataciones, despidos y laudos laborales.

Informar únicamente los avances que se han tenido sin contrastarlo con los retrocesos siempre arrojará un resultado positivo aunque engañoso. El verdadero informe, la verdadera evaluación la hacen los ciudadanos día con día, al valorar si los servicios públicos que les brinda el ayuntamiento son adecuados, estos son: servicio de agua potable, saneamiento y alcantarillado; limpieza y regulación de la vía pública; recogida y procesamiento de la basura; alumbrado público; licencias de funcionamiento de negocios; registro catastral, y registro civil. En un capítulo especial se debe de tocar el tema de la seguridad pública, que en el caso del municipio coma le corresponde atender en la parte de prevención.

Los municipios tienen facultades exclusivas que les otorga el artículo 115 constitucional. Los municipios no son entidades federativas ni repúblicas pequeñas. A los alcaldes y alcaldesas no les corresponde atender cómo facultad primaria, temas como el desarrollo económico, el desarrollo rural, ni otras decenas de facultades que se les han ido acumulando. Me da la impresión de que los municipios distraen su atención y sus recursos de las cosas que sí deberían de atender y que son las de mayor impacto entre sus ciudadanos.

Los informes anuales de los tres órdenes de gobierno se han convertido en ejercicios de propaganda política, cosa que no tendría nada de malo, si hubiera informes realmente pormenorizados al alcance de todo aquel que desee revisarlos. Entre informes y ceremonias cívicas, el mes de septiembre es un mes prácticamente perdido para la administración pública municipal. Los alcaldes y alcaldesas deberían de estar más preocupados en garantizar que las calles de sus municipios no tengan baches, que se dote del servicio de agua potable a la población, de que no falten luminarias y de que la basura sea recogida de manera frecuente y eficiente, que en hacer eventos faraónicos y de auto complacencia que nada ayudan a los ciudadanos.

Si informes de gobierno van a ser utilizados como estrategia de comunicación política, deberían de aprovecharse para realizar anuncios importantes y no únicamente una retahíla interminable de acciones recurrentes que en nada mejoran la vida cotidiana de la ciudadanía.

El informe anual puede ser una gran oportunidad para lanzar acciones estratégicas, para realizar cambios en la administración pública, o para corregir programas y personas que no estén funcionando. Sí sólo se utilizan como el “Día del Presidente municipal”, no sirven de nada y sólo significan un gasto superfluo para las de por sí debilitadas arcas municipales.