4 noviembre,2022 9:10 am

Inicia la transición de poder en Brasil; las protestas bolsonaristas pierden intensidad

Decenas continúan acampados por cuarto día consecutivo en la zona sur de Sao Paulo pidiendo una intervención militar en Brasil. El embajador alemán en Brasilia condena los saludos nazis en movilizaciones a favor del presidente. La PFC anuncia el desbloqueo total de las carreteras del país

Brasilia / Madrid, 4 de noviembre de 2022. Representantes del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva y del ultraderechista Jair Bolsonaro iniciaron ayer la transición del poder en Brasil, mientras las protestas de bolsonaristas contra la derrota de su líder pierden intensidad.

Los cierres de rutas, que llegaron a sumar el martes más de 250 en todo el país, perdían fuerza luego de que Bolsonaro, quien no ha reconocido abiertamente su revés electoral, pidió a sus seguidores que pusieran fin a sus acciones, aunque respaldó las protestas en otros lugares.

En total, había este jueves 73 bloqueos parciales o totales en siete de los 27 estados de Brasil, según el reporte de la Policía de Carreteras (PFR), que dio cuenta de 876 manifestaciones dispersadas.

El vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, se reunió ayer con el todavía vicepresidente del país, Ciro Nogueira, en el que es el primer encuentro entre representantes del actual y futuro Ejecutivo para discutir el traspaso de poderes del presidente, Jair Bolsonaro, a su sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva.

Alckmin se ha desplazado hasta el Palacio de Planato (sede del Ejecutivo brasileño) junto con Gleisi Hoffmann, presidenta de la formación de Lula, el Partido de los Trabajadores (PT); y el coordinado del plan de gobierno del presidente electo, Aloizio Mercadante.

En declaraciones a la prensa, el que será ‘número dos’ de Lula ha reconocido que la conversación con Nogueira ha sido “bastante fructífera” y ha aseverado que este gesto confirma que la “transición” de Ejecutivo ya ha comenzado.

De acuerdo con la legislación brasileña, el presidente electo tiene el derecho de formar un equipo de transición formado por hasta 50 personas y que podrá tener acceso a los datos de la Administración pública y poder así comenzar a preparar las primeras medidas de gobierno.

Previamente, asistió a una reunión en el Senado con el objetivo de comenzar un proceso para introducir cambios en el presupuesto de 2023 y cumplir las promesas de campaña de Lula en el campo social desde que asuma el poder, el 1 de enero.

“Se necesita un aumento para garantizar los servicios (públicos), las obras y al mismo tiempo la cuestión de Bolsa Familia de 600 reales (110 dólares)”, dijo Alckmin sobre el programa estrella de los anteriores Gobiernos de Lula (2003-2010) y que Bolsonaro rebautizó como Auxilio Brasil.

Por otro lado, decenas de seguidores de Jair Bolsonaro continúan por cuarto día consecutivo acampados en la zona sur de Sao Paulo frente a las puertas de una de las sedes del Ejército, al que se pide entre oraciones que intervenga militarmente tras la derrota de la ultraderecha en las elecciones de Brasil, mientras que en Santa Catarina juran bandera bajo el saludo nazi.

“Mientras el enemigo no sea derrotado no saldremos de aquí. Mientras no alcancemos la victoria, no nos soltaremos las manos”, ha dicho una de estas personas haciendo referencia al eslogan utilizado durante la derrota de la izquierda en las elecciones de 2018.

Es en Santa Catarina, estado situado en el sur de Brasil en el que Bolsonaro logró más del 69 por ciento de los votos, donde también se ha visto también a una multitud de varias decenas de personas hacían el saludo nazi mientras juraban bandera. La Fiscalía estatal ha anunciado que ha iniciado una investigación, cuenta el diario O Globo.

A pesar de que el propio Bolsonaro pidió este miércoles a sus seguidores que levantaran los bloqueos, cientos de sus seguidores se han congregado en varias zonas del país para seguir protestando por la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva, quien a partir de ahora tendrá el reto de dirigir un país con 58 millones de votantes bolsonaristas y un Congreso de mayoría conservadora.

Casi una veintena de estados, con más de cien puntos de bloqueos, han registrado protestas y movilizaciones desde el triunfo de Lula en las elecciones del domingo. Muchos gobiernos locales han tenido que movilizar a la Policía Militar debido a la supuesta inacción de la Policía de Carreteras, de la que depende el gobierno Federal, todavía en manos de Bolsonaro.

El embajador alemán en Brasilia, Heiko Thoms, ha mostrado su condena a las imágenes en las que se observa a simpatizantes de Bolsonaro brazo en alto haciendo el saludo nazi durante las protestas que sacuden el país desde las elecciones del pasado domingo.

“El uso de símbolos nazis y fascistas por parte de ‘manifestantes’ claramente de extrema derecha es profundamente impactante. La apología del nazismo es un crimen”, ha manifestado Thoms en su perfil oficial de la red social Twitter.

El máximo representante de la diplomacia alemana en Brasil ha incidido en que “no se trata de libertad de expresión”, sino de un “ataque a la democracia y al Estado de derecho en Brasil”. “Este gesto desprecia la memoria de las víctimas del nazismo y los horrores causados”, ha añadido.

Po su parte, la Policía Federal de Carreteras (PFR) de Brasil ha anunciado ayer que todas las carreteras federales están libres de bloqueos totales después de cuatro días de protestas por parte de simpatizantes de Bolsonaro.

“Todas las carreteras federales libres de bloqueos”, ha informado la PFR en la red social Twitter, donde ha detallado que ha deshecho 936 protestas y que quedan aún 24 manifestaciones que bloquean solo parcialmente algún carril en una carretera.

Según el último informe de las autoridades brasileñas, tres estados continúan con prohibiciones parciales en las carreteras federales: Mato Grosso, Pará y Rondonia.

Las protestas se han sucedido desde que el expresidente Lula se hiciera con la victoria en las elecciones del domingo. Su rival, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se pronunció el martes tras más de 48 horas en silencio, sin hablar de su derrota y recalcando únicamente que cumpliría con la Constitución.

En su breve declaración, el líder de la ultraderecha brasileña rechazó a quienes le han tachado a lo largo de estos años de “antidemocrático” y aseguró haberse movido siempre “dentro de las cuatro líneas de la Constitución”.

Si bien calificó los bloqueos en las carreteras como una manifestación de la “indignación” y la “injusticia” por “cómo se dio el proceso electoral”, pidió que transcurrieran de manera “pacífica” para dejar claro que ellos no actúan como la izquierda, cuyos métodos “siempre perjudicaron a la población”. El miércoles, publicó un video haciendo un llamamiento a sus simpatizantes para que despejaran las carreteras obstruidas.

El juez del Tribunal Supremo, Alexandre de Moraes, avaló que las fuerzas de seguridad estatales pudiesen desplegarse para colaborar en las tareas que, teóricamente, le corresponden a la PRF, que depende del gobierno central.

Por otro lado, el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, ha advertido ayer de que las protestas y actos antidemocráticos que se oponen a los resultados de las elecciones del domingo “serán combatidos con la ley” y sus responsables castigados, mientras la Policía intenta desbloquear las movilizaciones que han interrumpido el tráfico en varias ciudades desde hace cuatro días.

Texto: Agencia Reforma / Europa Press