8 marzo,2018 9:26 am

Inventor danés niega haber matado en su submarino a periodista sueca Kim Wall


Texto: DPA / Fotos: EFE. Imagen principal. El abogado de la acusación, Jakob Buch-Jepsen, llega al juzgado en Copenhague, Dinamarca, donde se lleva a cabo el juicio contra el inventor Peter Madsen, acusado del homicidio de la periodista sueca Kim Wall.
El inventor danés Peter Madsen negó hoy haber abusado sexualmente y asesinado en agosto del año pasado a la periodista sueca Kim Wall en el submarino construido por él, según informó su abogada, Betina Hald Engmark, al comenzar en Copenhague el juicio por este misterioso caso.
La fiscalía danesa acusa a Madsen, de 47 años, de haber torturado, acuchillado y asesinado a la periodista sueca en su submarino y pide para el inventor cadena perpetua y “custodia de seguridad” por su peligrosidad. Madsen sólo se declaró culpable de haber descuartizado y arrojado al mar el cadáver de la mujer, que se había encontrado con él para entrevistarlo.
Según informó en el proceso el fiscal, Jakob Buch-Jepsen, quien mostró un dibujo de los cortes en el torso de la periodista, en el cuerpo de la mujer no fueron hallados restos de ADN del acusado. Asimismo, dijo que los investigadores encontraron restos de sangre de Wall en la cara del inventor y semen en su calzoncillo.
Más de 30 testigos están llamados a declarar en el caso ante el juez y dos jurados. Los padres de Wall estuvieron hoy presentes en el tribunal.
Antes de morir la periodista, de 30 años, envió desde su teléfono móvil un último SMS a su novio. El mensaje en inglés, del 10 de agosto de 2017, fue mostrado durante el juicio y reza: “Por cierto que todavía vivo –pero estamos bajando! Te amo!!! Él trajo café y galletas”.
Alrededor de 15 minutos después, el teléfono de Wall se conectó una última vez brevemente a internet. Ésa fue la última señal de vida de la periodista, dijo el fiscal Buch-Jepsen.
Según la reconstrucción de los hechos, la noche del 10 de agosto Madsen y Wall viajaron con el submarino por el estrecho de Øresund, entre Dinamarca y Suecia.
La mañana siguiente, la Policía encontró el submarino, llamado Nautilus, mientras se hundía y rescató a Madsen del agua. Por el contrario, la Policía no encontró a Wall hasta unos días y semanas más tarde.
Primero su torso y la cabeza, después las piernas y un brazo. La joven había sido descuartizada y lanzada al mar.
Madsen contó varias versiones a la Policía de lo ocurrido aquella noche. Primero sostuvo que había dejado a la joven esa misma noche en tierra. Después admitió que murió a bordo. Según dijo, la pesada escotilla se le cayó en la cabeza. Sin embargo, los médicos forenses no encontraron en el cráneo ninguna lesión.
Para entonces Madsen ya tenía la siguiente versión preparada: es posible que la joven muriera asfixiada en el submarino, contó y explicó que él no se enteró porque estaba en la superficie.
Sin embargo, unos peritos explicaron hoy ante el juez que aunque es posible que de pronto se forme dióxido de carbono en el interior del submarino, esto habría provocado un rápido aumento de la temperatura que habría dejado marcas en el cadáver.
La fiscalía cree que el inventor danés ató a Wall por la cabeza, los brazos y las piernas, y que le asestó varias puñaladas en el vientre. También cree que abusó de ella, la torturó y después acabó con su vida, extrangulándola o cortándole el cuello.
Según el fiscal, Madsen llevaba a bordo una sierra, un cuchillo, destornilladores, bridas de plástico y barras de metal.
Al final de su presentación del caso, Buch-Jepsen citó una evaluación psiquiátrica que establece que Madsen tiene tendencias narcisistas y presenta una desviación sexual, pero que no está mentalmente enfermo.
También hizo referencia a unos videos encontrados en la computadora de Madsen en los que se asesina a mujeres y a unos textos de internet sobre el empalamiento de mujeres por la vagina.
Aunque el celular de Madsen no ha sido encontrado, la Policía pudo recrear la actividad del inventor hasta las 08:23 (07:23 GMT) de la mañana del 10 de agosto, cuando buscó en internet un video y varias palabras, entre ellas “decapitación” y “agonía”, señaló el fiscal.
Madsen, que vestía una camiseta negra y unos vaqueros, también negó haber supuesto un peligro para otras embarcaciones al zarpar con su submarino sin luces.
Por su parte, la abogada de Madsen destacó hoy que su cliente había cooperado con los investigadores y señaló que no se sabe cómo murió la periodista.