7 septiembre,2017 1:33 pm

Kechiche tachado de machista en Venecia

Venecia, Italia,  (dpa), 7 de septiembre 2017. La fuerza del cine del director francotunecino Abdellatif Kechiche radica en la naturalidad de sus imágenes, en ligereza de las escenas que parecen surgir de la vida misma, no de un guion. Con esas premisas el director se presenta en el Festival de Venecia con Mektoub My Love: Canto Uno, un himno a la vida, un canto a la juventud que no ha tenido eco entre la crítica.

Las expectativas eran elevadas. El año pasado el director ganó la Palma de Oro en Cannes con su trabajo, La vida de Adèle y ahora replica ese naturalismo, inmediatez y ligereza en la historia de Amin, un veinteañero que, luego de abandonar sus estudios de medicina en París, regresa al pueblo del sur de Francia donde reside su familia para pasar las vacaciones en la playa, en el restaurante tunecino de la familia y dedicarse a escribir guiones.

En una versión libre de La Blessure, la vraie, de François Bégaudeau, Kechiche imprime una mirada nostálgica a la juventud y sus placeres, pero se regodea con largas escenas erógenas de los cuerpos de las protagonistas, como la de las muchachas bailando de forma sugerente.

Y con motivo de esas tomas, en la rueda de prensa, una periodista le ha reprochado al realizador su mirada netamente masculina, ya que existen numerosos planos de los cuerpos de las mujeres, sobre todo de sus traseros.

“Siento que lo haya visto así, tengo la sensación de que no hay nada de machismo en mi acercamiento a las relaciones de los personajes, ni de juicios”, respondió Kechiche.

El director se defendió argumentando que las protagonistas de su filme son totalmente libres y que él tan sólo quiso mostrar la belleza que emana del cuerpo. No obstante, no es la primera vez que se señala al realizador cierto machismo.

También se señaló que en su cinta, ambientada a finales de la década de 1990, en Francia, había omitido el racismo que existía en esa época a lo que el director señaló que se entiende mejor el inicio de este siglo si se mira el final del siglo anterior.

“Y en esa época que describo creo que la gente vivía de forma más armoniosa”, señaló el realizador.

Mektoub My Love: Canto Uno, a la que seguirá una segunda parte ya rodada y una tercera que se rodará al término del festival italiano, dividió a la crítica en Venecia, donde Kechiche compite por cuarta vez y ya se llevó hace 10 años el Premio Especial del Jurado por La graine et le mulet.

En contraste con la crítica que recibió Kechiche, la realizadora Vivian Qu fue bien recibida por el público en el festival. La cinta que presentó Angels Wear White, fue bien recibida.

Qu es la única mujer que compite por León de Oro este año. Su trabajo reflexiona sobre la condición de sus congéneres en su país, a través de la historia del abuso sexual que sufren unas niñas de 12 años en un hotel de una pequeña ciudad costera, donde la única testigo del delito es una adolescente que no se atreve a decir nada por miedo a perder su trabajo.

Vivian, una figura del cine independiente chino, produjo como primer trabajo Black Coal, Thin Ice, que ganó el Festival de Berlín. La china dedicó un año a la escritora del guion a fin de evitar que la cinta se convirtiese en un documental y para que la historia reflejara su forma de pensar.

Aunque su papel como directora es de observadora, la cineasta destaca la responsabilidad de los adultos en transmitir una serie de valores a las generaciones más jóvenes.

La 74 edición del Festival de Venecia se encuentra ya en su recta final, sólo falta presentar el viernes los dos últimos títulos a concurso: Jusqu’à la garde, del francés Xavier Legrand, y la última producción italiana Hannah, de Andrea Pallaoro, que muestra el retrato íntimo de una mujer a la que interpreta la actriz británica Charlotte Rampling.

Foto: Twitter Biennale di Venezia @la_Biennale