El año fue marcado por la lucha de los creadores locales por obtener recursos y sobrevivir a la crisis, pero la falta de pago por parte de las dependencias culturales fue la constante
Primera de dos partes
Acapulco, Guerrero, 1 de enero de 2020. Este año que concluye será recordado a nivel mundial como el año de la pandemia de Covid-19, una epidemia tan devastadora que incluso acabó con el trabajo cultural tanto de las instituciones de gobierno como de las independientes a lo largo y ancho del país.
Si bien, el gobierno de México ha asegurado que la cultura es parte de sus prioridades y uno de los ejes rectores de la llamada Cuarta Transformación, por segundo año consecutivo canceló el subsidio a las secretarías y organismos de cultura de los estados.
Entre los afectados, Guerrero.
Es más, antes de que se acentuaran los problemas ocasionados por la epidemia, una evaluación al programa federal Cultura Comunitaria hecha por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reveló que entre abril de 2019 y junio del 2020 en la entidad hubo muchas fallas.
Poca coordinación entre el programa y las instancias estatales y municipales de cultura, dificultades en la plataforma de registro, topes burocráticos para la difusión de actividades y hasta cuellos de botella en la administración de los recursos, fueron algunos de los problemas administrativos señalados. (El Sur, edición del 9 de julio, 2020).
Adeudos a creadores, un problema que se coció aparte
Y si bien eso fue lo que evidenció el Coneval, dicho programa ya arrastraba otro problema –y más grande– desde diciembre de 2019: el adeudo a creadores que participaron.
Fue en diciembre de 2019 cuando miembros de la comunidad cultural protestaron en Acapulco para exigir el pago de diferentes servicios al gobierno federal, entre ellos sus participaciones en los Jolgorios, un evento parte de un eje de Cultura Comunitaria: las Misiones por la Diversidad Cultura (El Sur, edición del 24 de diciembre, 2019).
En su momento, la encargada del programa, Ángela de la Peña Campos, aseguró que en el transcurso del mes enero quedarían saldados las deudas con los creadores guerrerenses que colaboraron, pero tal situación no ocurrió, pues para finales de febrero aún se debía a 45 artistas y promotores culturales (El Sur, ediciones del 15 de enero y 4 de febrero, 2020).
Así, luego de todos los problemas evidenciados por dicha evaluación y el anterior, De la Peña Campos, dejó el cargo, mismo que asumió Rosario Román Alonso, quien en su oportunidad declaró que luego de que el programa fue señalado por el Coneval como deficiente, se trabajaría para resolver las fallas (El Sur, edición del 12 de septiembre, 2020).
Lo anterior, en medio ya de la epidemia, y de manera virtual.
De hecho, la crisis sanitaria cayó como anillo al dedo para justificar el poco trabajo realizado por las instituciones culturales del estado y los municipios como Acapulco que apenas hace unos años presumía de una vida cultural interesante y de la cual ni polvo queda.
Así, este año que concluye borró prácticamente a la comunidad cultural, que ante la escasez de recursos para actividades y becas, solicitó a la Secretaría de Cultura (Secultura) federal apoyos para paliar los efectos del Covid-19, mostrando su “preocupación ante la falta de programas o apoyos económicos y/o alimenticios para la comunidad cultural y artística de Guerrero”.
Dicha solicitud fue a través de un documento en la plataforma Change.org y que contaba con más de 120 firmas de artistas, artesanos, creadores y promotores culturales del estado. (El Sur, edición del 10 de junio, 2020).
Secultura: nada más apacible que el fin
Ante este panorama, la Secretaría de Cultura (Secultura) de Guerrero, pareciera terminar el sexenio tal y como llegó: sin una política cultural totalmente definida y dejando que la cultura –que antes ya había dejado de ser una herramienta– quedara fuera –de a poco– del discurso sobre la reconstrucción del tejido social, limitándose a una actividad ya sea para atraer turistas o una opción no exenta de frivolidades.
El presupuesto asignado a la Secultura de Guerrero para este 2020 aumentó en un 35 por ciento, pasando de 24.3 millones de pesos aprobados en 2019, a 37.4 millones pesos.
Rubros nuevos como Bicentenario de la Consumación de la Independencia recibirían recursos. En este caso, 12 millones 400 mil pesos.
Otros más como Agenda 21 de la Cultura y Agenda Global Cultural recibirían 800 y 700 mil pesos respectivamente.
Mientras tanto, que para el Concurso y Festival Internacional de Guitarra de Taxco se asignarían 500 mil pesos, para los Consejos regionales de cultura 2 millones y para la Feria Nacional de la Plata, 3 millones.
Las Jornadas Alarconianas contarían con un presupuesto para su organización de 2 millones de pesos mientras que el programa PazAporte (único original de esta administración estatal) un millón y medio de pesos.
Para un denominado Programa de Actividades Cívicas se aprobaron 700 mil pesos y para las Semana Académico-Cultural General Juan Álvarez Hurtado, Semana Académico-Cultural General Nicolás Bravo Rueda y Semana Académico-Cultural General Vicente Ramón Guerrero Saldaña, se aprobaron un millón 200 mil pesos a cada una.
Por su parte, la Semana Altamiranista tuvo un presupuesto de un millón 700 mil pesos para su realización.
Finalmente, el Sistemas de Orquestas y Coros Juveniles del estado contaría con un presupuesto de 8 millones 200 mil pesos.
A todo ello habrían de sumarse 10 millones de pesos otorgados finalmente por la Secretaría de Cultura federal luego de una serie de negociaciones hasta mediados de año y ya en medio de la pandemia.
¿Pero qué pasó? Que desde marzo se cancelaron prácticamente todas las actividades culturales.
Fue el titular de la Secultura, Mauricio Leyva Castrejón, quien anunció el paro parcial de actividades y el cierre de las instalaciones culturales del estado, luego de que a nivel federal se hiciera un anuncio similar. Ello, debido a la expansión en el país del coronavirus. (El Sur, edición del 24 de marzo, 2020).
No obstante, también se anunció el lanzamiento del programa digital #arteyculturaentucasa, basado en trasmisiones por internet de videos donde algunos artistas guerrerenses compartían su trabajo con la idea de que la gente permaneciera en casa sin dejar de tener acceso a la cultura, independientemente de que Guerrero es uno de los estados más pobres del país y con un muy deficiente acceso a internet.
Fue hasta septiembre cuando se retomaron de manera parcial las actividades.
Mientras tanto, la Secultura lanzó PazAporte digital como única alternativa cultural ante la pandemia.
En julio, la secretaría emitió la convocatoria de participación de dicho programa, que tuvo entre sus objetivos apoyar a la comunidad artística y cultural guerrerense afectada por la epidemia. (El Sur, edición del 4 de julio, 2020).
Para septiembre, octubre, noviembre y diciembre se transmitieron los 80 trabajos de creadores, intérpretes y promotores culturales que fueron beneficiados con el estímulo –financiado desde el gobierno federal– del programa.
¿Y después? Nada. Unas Jornadas Alarconianas virtuales, un Festival del Libro y la Palabra Acapulco en su tinta virtual y un par de actividades más.
Será el próximo año cuando la Secultura rinda cuentas sobre el gasto de su presupuesto que, recordemos, fue de 37.4 millones pesos.
Cuentas no tan claras
En ese sentido, se debe recordar también que este mismo diciembre se dio a conocer que cuenta pública del ejercicio fiscal 2018 de la Secutura no fue validada por la Auditoría Superior del Estado (ASE), aunque sí fue aprobada en paquete por los diputados locales; el titular de la secretaría, Leyva Castrejón, aseguró que todas las observaciones ya habían sido solventadas (El Sur, ediciones del 11 y 12 de diciembre, 2020).
Luego de una revisión de la ASE a dicha cuenta pública del ejercicio fiscal 2018, destacó el hecho de que de los 28 millones 508 mil pesos recibidos como presupuesto por parte del gobierno del estado no fueron debidamente sustentados 22 millones 100 mil pesos.
Asimismo, se detectaron inconsistencias financieras en el Sistema de Orquestas y Coros Juveniles, falta de comprobación en la organización de las Jornadas Alarconianas, la Semana Altamiranista y la Feria de la Plata y hasta la publicación de un libro presuntamente inexistente como parte de un programa poco conocido: Programa de Proyectos Regionales de Cultura. (El Sur, edición del 14 de diciembre, 2020).
Con este antecedente, la Secultura ejercerá el próximo año alrededor de 18 de los 53 millones 522 mil pesos aprobados por el Congreso local como parte de su presupuesto de egresos.
Ello, porque la cifra restante, más de 35 millones y medio de pesos, son para el pago de salarios de los funcionarios y empleados de la Secultura, así como gastos de operación de la dependencia. (El Sur, edición del 17 de diciembre, 2020).
Dicho presupuesto no considera recursos para diversos festivales ni programas como el Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico de Guerrero (PECDAG), que por tercer año consecutivo no se emitirá.
Tampoco hay recursos para el Sistema de Orquestas de la entidad.
Así, con ese panorama, será este próximo 2021 en que la secretaría inicie su último año de trabajo con miras a dejar huella o pasar inadvertida sin más.
Un pendiente en el estado
Más de un mes después de que creadores del estado pactaron apoyos económicos con el entonces delegado del gobierno federal en Guerrero, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, la ayuda no llegó.
Así lo denunció a El Sur en la segunda quincena de noviembre el vocero del Frente de Cultura y Arte del Estado de Guerrero, Rubén Ríos Radilla, quien no descartaba la idea de volver a bloquear la carretera federal hacia Costa Grande, como hicieron a finales de septiembre (El Sur, edición del 29 de septiembre y 18 de noviembre 2020).
Fue precisamente luego del bloqueo de la carretera que hubo una reunión con el entonces delegado del gobierno federal en el Centro de Convenciones de Acapulco.
Ahí, “se acordó que a los músicos, creadores y artistas de la Costa Grande y Tierra Caliente iban a ser apoyados de la mano de los programas federales de apoyo de la Secretaría del Bienestar con un préstamo de 25 mil pesos, siendo unos 300 apoyos en total, aproximadamente. (El Sur, edición del 1 de octubre, 2020).
Pero resulta que este acuerdo se debió ejecutar el pasado 30 de octubre “y no vemos disposición para cumplirlos”, declaró el promotor cultural.
Amílcar Sandoval dejó la delegación para irse como precandidato por Morena a la gubernatura de Guerrero, dejando ese pendiente.
Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano
