30 abril,2021 9:12 am

La sobrexposición de la violencia en el arte es rebasada por la realidad y por eso pierde impacto, señala Sergio Romero

Presenta el artista interdisciplinario en La Quebrada, Espacio de Arte, su charla Lo que llamamos paisaje, sobre la imagen clásica de Acapulco

Acapulco, guerrero, 30 de abril de 2021. El artista interdisciplinario Sergio Romero aceptó que la exposición constante de la violencia en la producción de los artistas en México ha sido rebasada por la propia realidad y por ende, estaría perdiendo impacto.

Ello, la noche del miércoles durante su charla Lo que llamamos paisaje y que se llevó a cabo al interior de La Quebrada, espacio de arte donde se expone su obra.

Ante una veintena de personas invitadas y en medio de los protocolos de seguridad e higiene impuestas por la pandemia de Covid-19, el creador acapulqueño explicó que en su opinión, la mayoría del trabajo de los artistas contemporáneos mexicanos marcan cierta distancia ante su objeto de estudio –la violencia– “y creo que algunas de sus estrategias de producción caen en lo amarillista, al hacer uso de la violencia explícita y generar cierto tipo de impacto en el espectador”, indicando que eso ya está  rebasado por la realidad, por la cotidianidad.

Ante ello, dijo, buscó por otra ruta, iniciando la investigación con preguntas acerca de desde dónde viene la violencia o qué otros elementos hay en el puerto, al que llamó el Paraíso Tropical, el Jardín del Edén, la promesa no cumplida de la modernidad.

Era también, añadió, empezar a pensar “desde dónde se había construido inicialmente este imaginario que tenemos de Acapulco y cómo se relaciona con la realidad actual”.

Así es que tomando referencias de gente como la fotógrafa Lola Álvarez Bravo o el escritor Francisco Tario fue como inició su trabajo.

Posteriormente, el artista explicó algunas de las piezas que están en exposición, entre las que hay objetos intervenidos como un par de uniformes militares, esculturas, postales, banderas y dos instalaciones: un espectacular antiguo con la imagen de Elvis Presley y otra elaborada con una especie de picos de seguridad simulando ser pájaro o un cielo estrellado.

Al término de la charla se proyectó la cinta clásica Fun in Acapulco (Estados Unidos 1963) subtitulada para esta ocasión por el también acapulqueño Gil Herrera.

Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano / Foto: Especial