25 marzo,2023 9:43 am

“La sociedad civil puede construir paz, no sólo las instituciones”: Conferencia Nacional de Paz

“Va a ser muy cansado”, reconoció un vocero de Nosotrxs, el movimiento de colectivos convocante, pero se necesita tener claridad sobre lo que sigue: fortalecer la red de organizaciones civiles y trabajar en una agenda común. “Invitamos a las autoridades y si no hacen caso no nos vamos a detener”, coincidieron participantes. “Dejarle el fin o la atención de la violencia a las instituciones del Estado es una solución que no va a tener resultados. Tenemos que explorar nosotros”

Ciudad de México, 25 de marzo de 2023. La Conferencia Nacional de Paz finalizó este viernes con la consigna de que la paz puede ser construida por las personas desde diferentes ámbitos, en una jornada que dio cabida a voces de distintos actores de la sociedad civil, religiosos y defensores de derechos humanos.

A lo largo de los tres días que duró la conferencia en el Museo Memoria y Tolerancia participaron más de 200 organizaciones civiles, y tras una segunda jornada en la que se escucharon sobre todo los discursos de personas que han vivido bajo amenaza, en la ronda de cierre ayer predominaron las experiencias como generadores de paz de diferentes actores de la sociedad civil.

Jaime Hernández Colorado, director general de Nosotrxs –el movimiento de colectivos que llamó a participar en la conferencia–, reforzó este llamado a contribuir con la paz al comentar en entrevista con El Sur que “la podemos empezar a construir todas las personas desde diferencias espacios de sociedad civil”.

Se debe “superar la idea”, remarcó, de que “el gobierno y las instituciones son las únicas responsables de la construcción de paz”.

Fortalecer la red y trabajar en la agenda

–Una gran diversidad de voces formaron la conferencia. ¿Qué sigue? –se le preguntó a Jaime Hernández, una vez concluida la conferencia.

–Lo que sigue, no como conclusión sino como paso siguiente, es poner manos a la obra en la construcción de una agenda nacional de la paz, a partir de las propuestas y las temáticas que se han tratado en las tres jornadas de la conferencia. En siguiente término, se tiene que fortalecer la vinculación con las un poco más de 200 organizaciones que se sumaron como convocantes a esta conferencia.

“Es decir, como comentaron diferentes organizaciones, lo que tenemos que aprovechar más allá de las propuestas que se dijeron, es el escenario de redes y vinculación de sociedad civil a partir de la convocatoria de esta conferencia.

“Eso, junto con el resultado final, que será la agenda nacional de construcción de paz, son las dos perspectivas que tenemos, no como conclusiones sino como siguientes pasos, porque el trabajo es largo. Va a ser muy cansado, pero necesitamos tener claridad sobre lo que sigue: fortalecer la red y trabajar en la agenda”.

–¿Existe una fecha tentativa para presentar la agenda?

–Vamos a trabajar y vamos a ponerla a disposición de todas las agrupaciones que participaron, votar con ellos, también pedirles sus recomendaciones. Probablemente para principios del segundo semestre de este año, en agosto, estaremos en condiciones de ponerla sobre la mesa para la sociedad civil. Y así empezar, según la perspectiva, discusiones en los estados, a partir de la agenda. Vamos a convocar a estas discusiones estatales a todas las organizaciones que participaron en estas primeras y a las que no se pudieron presentar en este momento.

–¿Hacia dónde se tendría que inclinar esta agenda?

–La idea fundamental que animó la conferencia, y que tiene sin duda que ser transversal de esa agenda nacional de construcción de paz, es que la paz la podemos empezar a construir todas las personas desde diferencias espacios de sociedad civil. Es decir, superar la idea según la cual el gobierno y las instituciones son las únicas responsables de la construcción de paz. En primer lugar, el gobierno y las instituciones hacen lo que les toca, si es que lo hacen, y eso en una lógica institucional.

“Pero también la sociedad civil sí puede construir la paz, sí puede desarrollar acciones concretas para esa construcción, para la promoción de los derechos humanos, la vigilancia y la exigencia de derechos humanos. Dejarle la construcción de la paz y el fin o la atención de la violencia a las instituciones del Estado es una solución que no va a tener resultados. Entonces tenemos que explorar nosotros”.

Personas religiosas unidas por la paz

En el segundo día de conferencias, el jueves, se escucharon las voces y propuestas de periodistas, integrantes de la academia y estudiantes, de la comunidad LGBTQ+, de trabajadoras sexuales, trabajadoras del hogar, trabajadoras de plataformas digitales, trabajadoras informales, de personas en reinserción social y en situación de calle, y también de quienes se asumen como consumidores de drogas.

Miércoles y jueves, según resumió Lourdes Mendoza, de la Red por la Rendición de Cuentas, en la Conferencia Nacional de Paz “se escucharon propuestas y testimonios de distintas organizaciones, poblaciones que han vivido y sobrevivido en algunos casos a la máxima expresión de la violencia, que es la muerte, pero también a otro tipo de violencias, como las simbólicas, institucionales y verbales”.

La del viernes, dijo, fue una jornada que “trató de dar voz a gente que lleva tiempo tratando de construir paz desde lo local y trabajando en la construcción de una agenda que intenta modificar comportamientos institucionales”.

En su turno, el sacerdote Alberto Ruiz Pérez, de Refugio Casa del Migrante, hizo un llamado a que la red para la paz sea una realidad pronta. “Invitamos a las autoridades y si no hacen caso no nos vamos a detener. Que podamos encontrar la paz juntos, para que México pueda encontrar otra historia muy diferente a la que ahora estamos viviendo”, dijo.

Rebeca Montemayor, pastora de la Iglesia Bautista Mexicana, expresó que “todos deseamos que este hashtag #QueremosVivirEnPaz se haga realidad”. Contó que su asociación eclesiástica acompaña a mamás buscadoras de personas desaparecidas. “Es algo que no podemos pasar de largo. Es el evangelio que nos dejó Jesús. Queremos ser consecuentes con lo que es nuestra comunidad local para acompañar a las mamás.

“Acompañar espiritualmente pero también, a veces, a los ministerios públicos, a veces a pararse a alguna dependencia de gobierno para exigir justicia. Otro factor importante objetivo es la vinculación. Mi iglesia no puede estar aislada del mundo”.

Por su parte, el sacerdote Eduardo Aguilar Navarro, del Grupo por la Paz de la Iglesia Católica, expuso que se quiere “lograr una paz donde podamos vivir todos juntos en esta casa común, en esta nación común, formando una familia”.

Aguilar recordó el asesinato de religiosos, por ejemplo, el de jesuitas en Chihuahua en junio de 2022. Lo ocurrido con ello, dijo, “es una muestra de que México está salpicado de sangre”.

Las organizaciones civiles exigen paz

En en el último día de la conferencia, también participó Rogelio Gómez Hermosillo, de Acción Ciudadana contra la Pobreza, quien advirtió que “la paz es obra de la justicia. Donde no hay justicia no hay paz. Y nos referimos a todas las dimensiones de la justicia, la social, el estado de derecho. La dimensión del ejercicio de los derechos sociales, económicos, etcétera, constituye la base para vivir en paz”.

Añadió que “México no es un país pobre, pero la mayoría de su población vive en pobreza. La mitad de su población desde hace muchos años carece de ingresos suficientes para adquirir lo más básico, incluso se carece de la canasta básica para sobrevivir”.

En el mismo sentido, Luis Enrique Hernández, de la organización El Caracol, se dirigió a las poblaciones callejeras, con las que trabaja desde hace décadas. “En muchas ocasiones hemos escuchado por parte de estos grupos, hombres, mujeres, niñas y niños, el llamado de ‘queremos vivir en paz’. Ya olvídense de ‘queremos dejar la calle’, sino ‘queremos vivir en paz’”.

Su organización ha documentado, resaltó, que “las personas que viven en la calle no están en ese espacio por gusto. Durante los años setenta, ochenta y noventa se empezó a hablar de personas y niños que viven en situación de calle. Fue un eufemismo, se intentó hacer menor una situación compleja, pensando que era una situación que el Estado podría resolver.

“La realidad es que ya no son niñas, niños o jóvenes, sino familias en esa situación. Estamos viviendo un problema gravísimo de personas mayores viviendo en la calle porque dentro de protección del Estado no hay la política pública para proteger a una persona mayor que se queda en desventaja por la desprotección de su familia o de su comunidad.

Las instituciones no tienen los mecanismos ni presupuestos para que una persona mayor no viva en las calles”.

Pola Salmún Smeke, integrante de Museo Memoria y Tolerancia, mencionó en su intervención que “en México la diversidad es una fortuna, las voces diversas nos exigen como humanidad construir puentes. Necesitamos esos puentes que nos ayuden a dialogar, a acordar, pero también que nos ayuden a solucionar conflictos, ya que la manera en que hemos intentado resolver los conflictos sociales no ha sido suficiente, lo que tenemos hasta hoy no es suficiente”, insistió.

“Los conflictos son la base de nuestro sistema –continuó–. Partimos de conflictos, de los problemas, para ver cómo los resolvemos. No partimos de la posibilidad de crear entendimiento para resolver los problemas. No utilizamos una herramienta fundamental que es la mediación para poder resolver problemas sociales. La mediación debería de ser la regla y no la excepción”.

En la Conferencia Nacional de Paz estuvieron presentes además Artículo 19, Seguridad sin Guerra, Diálogos de Paz, Ocupa, Documenta, SUMA, Fundación Friedrich Ebert, World Justice Project México, Asociación para la Investigación y Asistencia Wirárika Aicawac, Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad, entre otras agrupaciones y colectivas.

El llamado general, repetidos de distintas formas miércoles, jueves y viernes, fue la búsqueda de una agenda común para construir paz en el país y tejer redes a partir de esta reunión multivariada de voces de la sociedad civil organizada.

Texto: Guillermo Rivera

Entérate más