20 junio,2023 11:29 am

Las sillas son estrechas y los toldos muy cortos, señalan los boleros del Zócalo

 

Acapulco, Guerrero, 20 de junio de 2023. Boleros del Zócalo dijeron que las sillas que les entregó el Ayuntamiento son muy angostas, no entran personas con sobrepeso, el toldo es pequeño y no los cubre del sol y en caso de llovizna se mojarían, por eso tienen que colocar sombrillas.

La empresa constructora contratada por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del municipio instaló 16 sillas en la explanada del Zócalo, cerca del kiosco, pero hicieron falta tres, dijo el secretario general de los boleros, Evaristo García Mayo.

Agregó “lo hubieran analizado bien porque no es correcto quitar la fuente de trabajo a los compañeros, eso está mal porque se desintegra el grupo y pierde fuerza”.

“El material de las sillas es acero inoxidable, son sillas panorámicas, estables, sujetas al piso, es un mobiliario agradable para mí, pero hubo unos detalles que en lo personal no nos gustan, el toldo es pequeño y no los cubre, se quería uno más grande para cubrirnos de las lluvias, de las hojas de los árboles, de la popó de los pájaros”, dijo.

De las lluvias porque “pasamos tempestades, ciclones, huracanes “algo más ancho porque esto no nos cubre, y por eso tenemos que hacer uso de la sombrilla

Recordó que antes eran 25 boleros, pero se vinieron desintegrando a partir de la “crisis económica, después se vino la delincuencia, la enfermedad, todo se acumuló y luego más crisis por la pandemia, lo que causó que algunos se fueran y quedamos 19”.

Evaristo García platicó que en lo personal a él le gustaban más las que se habían puesto en la remodelación que hizo el gobierno federal cuando Enrique Peña Nieto era presidente, “nuestro mueble estaba mucho mejor y nos agradaba la ubicación”.

Además, precisó, que las sillas eran más grandes, el toldo cubría perfectamente bien y tenía lonas especiales contra el agua, el sol; la silla era de cemento y más amplia que “entraban los gordos y ahorita es difícil que entren, porque están muy reducidas”.

De las 16 sillas que se instalaron ayer durante todo el día nada más estaban presentes cinco boleros, unas sillas todavía tienen el plástico, e incluso junto a las nuevas sillas tienen las viejitas y es que algunos comentaron que se están adaptando a las nuevas.

Evaristo García, tiene 25 años trabajando como bolero, es originario de Tecoanapa, pero desde hace más de 50 años se vino a vivir a Acapulco, le gustó la vida de la ciudad.

“Está baja la chamba, pero cuando hay actividades normales tenemos clientes, pocos pero vienen, pero cuando salen de vacaciones y en las oficinas no hay labores nuestros clientes no vienen, se van a pasear y el trabajo se escasea”, expresó el señor Evaristo mientras estaba en la silla sentado con un vaso de raspado para soportar el calor.

 

 

Texto y foto: Aurora Harrison