El fallecido productor Robert Evans la incitó para que hubiera una “mejor química en pantalla”, señala la actriz
Ciudad de México, 13 de marzo de 2024. Con el fin de brindarle al espectador la “mejor química en pantalla”, un productor le pidió a Sharon Stone tener sexo con William Baldwin en el rodaje de Sliver: Invasión a la intimidad (1993).
La actriz, de 66 años y quien acababa de despegar en Hollywood con el éxito Bajos instintos, reveló que quien trató de imponerle esa idea fue el ahora finado productor Robert Evans, situación que la incomodó y que vio injusta, pues se trató, dijo, de un ardid para beneficiar a su coprotagonista, cuyo talento cuestionó.
“El verdadero problema con la película era yo, porque estaba muy tensa y no era como una actriz real que podía simplemente coger con él y volver a encarrilar las cosas. El verdadero problema fue que yo era una imbécil”, platicó Stone en el podcast de su colega Louis Theroux.
Stone ya había contado en Variety algunas experiencias de este filme, que en su día fue considerado un fracaso, y ahora atacó al productor y al actor.
También lo había mencionado en sus memorias, La belleza de vivir dos veces (2021), en las que, además, explicó que le habría gustado elegir o sugerir al actor con quien podría trabajar. Puso como ejemplo a Michael Douglas.
“No tenía que coger con Michael Douglas (en Bajos instintos)”, dijo. “Michael podría venir a trabajar y saber cómo alcanzar esas marcas, hacer esa línea, ensayar y presentarse. Ahora, de repente, estoy en el negocio de ‘tengo que coger a la gente para que haga bien su trabajo’”.
Stone incluso recordó que cuando Evans le explicó su teoría, en su propia oficina, se mostró incrédula.
“Está corriendo por su oficina con gafas de sol explicándome que se acostó con Ava Gardner y que yo debería acostarme con Billy Baldwin, porque si me acostaba con Billy Baldwin, el desempeño de Billy Baldwin mejoraría, y necesitábamos que Billy mejorara en la película porque ese era el problema”, dijo.
En su momento, Stone argumentó que nadie podría convertirse en buen actor a cambio de una dosis de sexo adecuada, haciendo referencia a Sliver, película dirigida por Phillip Noyce que, pese a fracasar entre la crítica, recaudó 116 millones de dólares en todo el mundo.
Billy, de 61 años y hermano de los también actores Alec, Daniel y Stephen Baldwin, le respondió en X a la estrella hollywoodense.
“No estoy seguro de por qué Sharon Stone sigue hablando de mí todos estos años después. ¿Todavía estará enamorada de mí o todavía estará herida después de todos estos años porque rechacé sus insinuaciones?”, escribió.
Agregó que tiene mucha “suciedad” que verter sobre la actriz, pero que ha preferido mantenerse callado.
“¿Le dijo a su amiga Janice Dickinson el día después de que hice la prueba de pantalla y me las encontré en nuestro vuelo del MGM Grand de regreso a Nueva York… ‘voy a hacer que (Billy) se enamore tanto de mí que le dará vueltas la cabeza’?”.
Remató con que es un mito burdo afirmar que él quiso co-reografiar la escena de sexo al final de Sliver para evitar besarla.
“Me pregunto si debería escribir un libro y contar las muchas, muchas historias inquietantes, pervertidas y poco profesionales sobre Sharon. Eso podría ser divertido”, afirmó Billy.
Acerca de esta polémica, la mayoría de los usuarios de X tomaron partido por la actriz, pues consideraron misógino e indignante el modo de defenderse de Baldwin, pero hubo algunos otros que sí le pidieron detalles y lo animaron a publicar dicho libro.
Otras polémicas
A finales de 2023 Stone contó, sin nombrarlo, que fue acosada sexualmente por un ex director de Sony Pictures en su oficina a finales de los 80, antes de que su carrera artística despegara.
Sharon reveló hace un año, durante un evento benéfico, que perdió la mitad de su fortuna (el Daily Mail calculó que tenía unos 60 millones de dólares) a raíz de la crisis del Silicon Valley Bank y otros bancos en Estados Unidos.
También dijo que pagó de su bolsillo el salario de Leonardo DiCaprio, entonces de 20 años, para tenerlo como compañero en el drama Rápida y mortal (1995).
Tras serle extirpados unos tumores benignos, en 2001 le reconstruyeron los pechos pero señaló que le pusieron unos implantes contra su voluntad: “Descubrí que tenía senos una copa más grandes, cambiaron mi cuerpo sin mi conocimiento”.
Texto y foto: Agencia Reforma
