5 julio,2025 9:08 am

Marchan mujeres en Coyuca de Benítez para exigir la detención de los violadores de Yosmara

Unas 300 acudieron al Ministerio Público y luego bloquearon el puente. La Fiscalía ofrece una reunión con la familia de la víctima. Llega al lugar de la protesta el alcalde y es recibido con gritos de “justicia”

Coyuca de Benítez, 5 de julio de 2025. Con el fin de presionar a las autoridades para que detengan a los dos hombres señalados de la violación y la golpiza en contra de Yosmara Genchi García, unas 300 mujeres marcharon ayer al Ministerio Público de Coyuca de Benítez y luego bloquearon dos horas el puente vehicular del municipio.

La marcha comenzó a la 1:50 de la tarde y el bloqueo terminó a las 4:30 de la tarde, con el compromiso de la Fiscalía General del Estado (FGE) de tener una reunión con la familia de la víctima ayer a las 7 de la noche.

La convocatoria a la marcha que circuló en los días pasados reunió a unas 200 mujeres en las letras grandes del nombre del municipio ubicadas afuera del mercado, a orilla de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo.

Las manifestantes, la mayoría jóvenes como Yosmara de 24 años, acudieron al llamado de solidaridad vestidas de morado y cargaban carteles con distintas leyendas de reivindicación feminista, como “Mi vida tiene valor, mi cuerpo no tiene precio”.

Pero también había mujeres de mayor edad que acompañaron a sus hijas adolescentes, y mamás jóvenes que llevaron a niñas con mensajes alusivos al derecho a la libertad, sin vivir violencia.

Antes de marchar, la mamá de Yosmara, Mariela García Bautista declaró a reporteros que la marcha se dirigiría a la Agencia del Ministerio Público del fuero común del distrito judicial Tabares de Coyuca de Benítez porque “no hizo nada”, en alusión al hecho que el agente Alfredo Aguirre Olivar no quiso anotar en el acta de denuncia del domingo pasado que Yosmara sufrió violación.

Pidió justicia para su hija que aún se encuentra “grave” y dijo que los dos hombres señalados por ella, uno de ellos de nombre Diego Arismendi, ya se fueron del pueblo Las Lomas, a 10 minutos de la cabecera municipal y donde habita la casa en la que fue violada y golpeada Yosmara el sábado pasado en la madrugada.

“Dinero no queremos como nos fueron a ofrecer allá en Acapulco” la familia de Diego, dijo la mamá de la víctima.

Evidentemente afligida desde que llegó de Acapulco, llorando a cada abrazo de solidaridad que le daban, Mariela García encabezó la marcha con una de sus hijas, en silencio, que contrastaba con las consignas que empezaron a resonar a la 1:50 de la tarde cuando comenzaron a marchar las mujeres en la carretera federal rumbo al centro de la cabecera municipal.

“Justicia, justicia, justicia” y “quiero vivir y no sobrevivir”, gritaron las mujeres de manera entusiasta y otras consignas gestadas sobre la marcha, la primera para muchas de las que asistieron este viernes; el grupo de manifestantes que estaba atrás lanzó varias consignas, como “ahora, ahora, se hace indispensable, justicia para Yosmara y castigo a los culpables”.

Resaltaron los globos morados que repartieron al principio de la marcha con diversos mensajes, uno decía “la culpa no era mía, ni donde estaba ni como vestía””, otro cartel: “agradezcan que buscamos justicia y no venganza”.

En la orilla de la carretera las personas que presenciaron la marcha grabaron con el celular, otras repartieron a las manifestantes pequeñas botellas de agua para que se hidrataran ante el fuerte que calor se sentía.

El grito “el pueblo observando, también está apoyando” resonó en la calle 20 de Noviembre, donde el contingente giró para llegar al Ministerio Público y que está lleno de comercios de diferentes tipos, cuyos trabajadores salieron a ver la marcha.

En algunas casas del área los vecinos apoyaron la protesta con algunos gritos aislados de justicia.

A las 2:20 de la tarde llegaron al edificio de dos pisos del Ministerio Público pero no había nadie, entonces las manifestantes se quejaron del personal por no acudir en un día laboral, y preguntaron qué harían si ocurriera un asesinato.

Ante la falta de respuesta, algunos manifestantes propusieron bloquear el puente vehicular de Coyuca de Benítez para hacer “presión” a las autoridades, entonces el contingente que ya había aumentado a unas 300 personas, con unos cuantos hombres, regresó a la carretera federal.

A las 2:35 de la tarde las manifestantes comenzaron el bloqueo del puente en ambos sentidos, lo que originó rápidamente un gran congestionamiento vehicular, pero el ruido de los cláxones fue mucho menor al clamor de justicia que volvió a sonar.

Una protesta similar ocurrió el 21 de febrero de 2020 cuando familiares de Jaqueline, asesinada el día 18 después de denunciar acoso por policías municipales, bloquearon intermitentemente el puente para pedir justicia.

Entre gritos de “cárcel al violador”, una hermana de Yosmara declaró a los medios que la familia del agresor señalado es empresaria, tiene una pizzería y tiendas, “todo lo quieren arreglar con dinero”, y dijo que el presunto agresor tiene antecedentes de violencia.

A las 3:05 de la tarde llegó al bloqueo el alcalde morenista Víc-tor Hugo Catalán Díaz, quien fue recibido con gritos de “justicia” y él levantó el puño izquierdo, mientras las manifestantes le reprocharon la falta de medidas para evitar estos crímenes.

El presidente municipal se acercó a la mamá de la víctima y le propuso ser el mediador entre la familia y la FGE para que acudiera el fiscal regional, una de las personas que lo acompañaban lo comunicó por teléfono con algún funcionario estatal, pero la llamada era intermitente.

Durante una hora y media el alcalde intentó disuadir a la familia de terminar la protesta, pero el empuje de las decenas de manifestantes, algunas de ellas le declararon a la mamá de la víctima que no la conocían en persona pero acudieron a la convocatoria porque estaban cansadas de la violencia que se vivía en el municipio, alargó la negociación.

Finalmente, a las 4:30 de la tarde la familia aceptó tener una reunión con personal de la FGE en Acapulco a las 7 de la noche y terminar con la manifestación, en la que hubo un par de desmayos, algunos automóviles con el permiso de pasar por alguna urgencia y varias consignas pese al cansancio de las manifestantes que aguantaron hasta el final.

Ramón Gracida Gómez