“A cinco años de la masacre nos seguimos autoproclamando los olvidados de la noche de Iguala, somos víctimas de facto ya que nadie, ni formal ni jurídicamente se acuerda de nosotros”, dice Miguel Ángel Ríos Smith, víctima del ataque a balazos contra el autobús en el que viajaba el equipo de futbol de Chilpancingo.
Chilpancingo, Guerrero, 27 de septiembre de 2019. En el quinto aniversario luctuoso de asesinato del jugador de Los Avispones, David Josué García Evangelista, El Zurdito, y del chofer del autobús atacado durante la noche del 26 de septiembre del 2014 en el crucero de Santa Teresa, Víctor Lugo Ortiz, sus compañeros pidieron al gobierno federal su intervención para que sean integrados a la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia, por que desde hace 5 años han estado olvidados.
“A cinco años de la masacre nos seguimos autoproclamando los olvidados de la noche de Iguala, somos víctimas de facto ya que nadie, ni formal ni jurídicamente se acuerda de nosotros. Quizá fue la juventud pero es de admirar la manera en que nos repusimos de lo acontecido, aparentemente es una etapa superada pero jamás olvidada”, dijo Miguel Ángel Ríos Smith, víctima del ataque a balazos en contra del autobús del club deportivo Los Avispones de Chilpancingo.
A las 2 de la tarde en el polideportivo, se realizó por quinto año consecutivo el homenaje a el jugador de Los Avispones conocido como El Zurdito, quien junto con el chofer del autobús en el que viajaba fue asesinado a balazos en la carretera federal Iguala-Acapulco, cuando se dieron los ataques a estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.
Durante el acto protocolario también habló la mamá de David, Roberta Evangelista, quien pidió justicia por los 43 jóvenes desaparecidos y los normalistas asesinados esa noche.
“Sé que lo que pasó con los normalistas, también es doloroso, y no me imagino lo que es estar en el lugar de sus padres desesperados buscando a sus hijos. Desgraciadamente yo ya enterré a mi hijo y sé donde está, pero ellos viven con esa angustia y por eso también pido justicia, exigimos a las autoridades que den una respuesta clara y que no nos tengan con esta incertidumbre”.
En el acto conmemorativo, el joven ex jugador de futbol y compañero de David, Ríos Smith, leyó un discurso crítico en el destacó la ausencia de apoyo por el gobierno federal para las familias que resultaron víctimas, y que no hay garantías de que no se repita un hecho similar
En su lectura y frente al gobernador recordó que durante sus partidos de futbol trataron de sacar el dolor y el miedo a través del sudor, por lo que exigió que no se olvide el ataque, por que la saña con la que fueron atacados “no se le desea a nadie”.
Dijo que para ellos estos hechos donde perdieron a su compañero, marcó sus vidas y más la de sus padres, y aun más, “es triste ver cómo tocaron puertas en búsqueda de justicia y sólo recibieron mentiras”.
“Cómo olvidar aquella lluvia de balas con las que fuimos rociados de manera indiscriminada y salvaje, aquellos gritos desesperados de auxilio y que nadie acudiera al llamado, por el contrario policías federales inmiscuidos se oponían a que fuéramos levantados por nuestros padres, por que esa era la orden que habían recibido”, señaló.
Recordó que en esa noche fueron truncadas las vidas de todos los jugadores, no solo de los que resultaron heridos, o los que murieron, ya que sobrevivió a cinco balazos y el trauma sicológico lo comparten todos.
El joven quien en aquel hecho recibió cinco balazos, dos de ellos en el estómago, llamó al subsecretario de Gobernación Alejandro Encinas para que los haga participe de la llamada Comisión de la verdad, por que tienen mucho que aportar.
“A pesar de que éramos niños esa noche, no sé de donde sacamos tanta habilidad para hacer infinidad de llamadas a números de emergencia y todo estaba bloqueado y todo estaba planeado, se acudió a las instalaciones del Ejército y para pedir apoyo pero sólo recibimos maltrato y rechazo”.
En su parte de la historia, cuestionó: “¿Es necesaria tanta investigación para determinar su participación?”, así como señaló que ellos tienen mucho que aportar ya que han vivido esta impunidad y son testigos del bloqueo de seguridad prevaleciente esa noche.
“Hago un llamado a las conciencias de las autoridades encargadas de impartir justicia, y sólo les hago una pregunta: ¿es justo que ahora estén en libertad quienes sin piedad atentaron contra nuestra integridad, y entre sus armas la vida de un inolvidable compañero, David Josué, El Zurdito y nuestro incondicional chofer, Víctor Manuel. Son cinco años de la masacre y a pesar de que todos sabemos todo, las autoridades federales son las únicas que no saben nada, son omisas en sus responsabilidades y solo por estar inmiscuidos en tan graves acontecimientos”, concluyó su intervención con lágrimas en los ojos.
Texto: Anarsis Pacheco / Foto: Jessica Torres Barrera
