Remueven la nostalgia del miles con éxitos de los años 90 con la canadiense, mientras que la banda sueca desata la energía
Ciudad de México, 18 de noviembre de 2023. Con la luna dominando un cielo despejado, Alanis Morissette recreó una atmósfera nostálgica rumbo a la recta final del primero de tres días del festival musical C. Capital.
Minutos antes de que iniciara su participación en el festival, a las 23:00 horas, parte de las 80 mil personas que acudieron al Autódromo Hermanos Rodríguez, cifra según OCESA, corrió para buscar un buen lugar en el show.
Iban 15 minutos de retraso cuando en las pantallas se proyectaron imágenes de la trayectoria de la canadiense, de 49 años.
Cada vez que salían fragmentos de su hit Ironic, el público coreaba el tema que le dio el galardón como Mejor Artista Nueva en los MTV Video Music Awards 1996.
Morissette apareció, por fin, a las 23:20 vestida con camisa blanca y pantalón negro.
“Muchas gracias. Es un placer estar de regreso”, saludó, para dar paso a Hand in my pocket, tema que acompañó con armónica al cierre de esta edición, al igual que You oughta know.
Previamente, y gracias a la potente estridencia del garage rock y punk de The Hives, el nivel de la fiesta en el recinto se disparó hasta la locura.
Per Pelle Almqvist, vocalista del grupo sueco, que tomó el escenario principal a las 21:10, se dirigió a la audiencia en un español muy estudiado, anotado en papeles y en sus monitores.
“Señoras y señores, señoritas y señoritos, usualmente cantamos en inglés, pero yo vengo a hablarles en español porque los amo mucho. ¿Saben? Todo esto es muy bonito aquí; no nos gusta la gente dura, la gente tiesa, lo que queremos es la gente suave, que se mueva, y si no lo hacen, ¡los cambiamos!”, gritó, con tono enérgico y divertido.
Bogus operandi, Walk, idiot, walk, Trapdoor solution, I’m alive y Smoke & mirrors inyectaron de vitalidad a la concurrencia, que no paró de gritarle al cantante piropos y súplicas.
“¡Que se encuere, que se encuere!”, le gritaba un muchacho que cargó con un altavoz de contrabando, pero Pelle no pudo escucharlo.
Con Hate to say I told you so el quinteto elevó los ánimos, mientras, antes de la despedida, parte de la multitud se encaminaba hacia donde tocarían Pulp o Alanis Morissette.
Poco antes, el público vibró con Two Door Cinema Club, que se dio a conocer hace una década cuando su rola Do you want it all? sonó en la serie Teen Wolf.
Entre baile, gritos, coros, cerveza y un atardecer esplendoroso que marcó la “golden hour” para los fans en las redes sociales, el público también agradeció una novedosa escenografía, ya que a un costado hubo representaciones tridimensionales de construcciones de Santa Fe, y al otro, de Paseo de la Reforma; el que más destacó fue el Monumento a la Revolución.
La banda norirlandesa hizo vibrar con This is the life, Sure enough, Changing of the seasons y Next year.
En el segundo escenario se presentó Phoenix, la banda francesa encabezada por Thomas Mars.
“Ustedes siempre han sido muy generosos con nosotros, México, y, sinceramente, más que agradecidos, estamos honrados por este recibimiento. Es un sueño hecho realidad verlos así, tan juntos, tan felices, su felicidad es nuestra”, dijo el vocalista.
Tocaron todas las esperadas, como Lisztomania, Entertainment, Too young, Ti amo, After midnight, Winter solstice y Long distance call. Ya con el fresco aire nocturno, la fiesta se tornó en discoteca masiva.
Por sorpresa apareció León Larregui, cantante de Zoé, para interpretar con ellos una renovada versión de Artefact.
En el inmueble, si antes eran los murales e instalaciones artísticas las predilectas de los fans cuando llegaban al Capital, el viernes predominó el photo opportunity para hacerse selfies e imágenes del recuerdo para presumir en redes sociales.
Había desde un estand de aviones hasta uno de tarot para leer cartas y otro con una cortinilla de círculos metálicos. La escultura de un oso metálico y un cuadro de madera también forman parte del paisaje.
Texto: Juan Carlos García y Jacqueline Ponce León / Agencia Reforma
