Chilpancingo, Guerrero, a 5 de noviembre de 2024.- De las 3 de la madrugada a las 9 de la mañana, proveedores de alimentos protestaron afuera de la unidad deportiva CREA, para impedir la salida de los “Servidores de la Nación” , para exigir que se les pague el servicio de 2 mil 500 a 3 mil comidas diarias, que por poco más de dos meses prestaron a la Secretaría de Bienestar.
Los afectados llegaron al campamento instalado desde octubre de 2023, donde se atiende a los damnificados del huracán Otis, y se identificaron como el emprendimiento Maná de Vida. Indicaron que los contrataron en octubre del año pasado, para dar el almuerzo, comida y, en algunas ocasiones, cena a “Servidores de la Nación” que llegaron de otros estados a apoyar a los damnificados de Acapulco y Coyuca de Benítez, afectados por el huracán de categoría 5.
La representante explicó que ellos siempre fueron puntuales en las entregas y la oficina en los pagos, hasta el 13 de octubre de 2024, cuando los contactos del gobierno federal les dijeron que debían concluir el acuerdo, debido al próximo cambio de administración federal, aunque luego supieron que contrataron a otro proveedor de alimentos.
Aparte del cambio de proveedor, la denunciante, que se reservó su nombre, aclaró que les quedaron a deber alimentos proporcionados todo agosto y hasta el 13 de octubre, todos los días, aún con las fuertes lluvias del huracán John, del 23 al 27 de septiembre, para 2 mil 500 y hasta 3 mil personas.
Con el huracán John volvieron a llegar “Servidores de la Nación” de otros estados, a apoyar en las labores de atención y levantamiento de censo de los damnificados, pero el campamento nunca se levantó desde hace un año.
Aun sin contrato, la afectada indicó que con cada entrega se firmaba un recibo, indicando las cantidades de alimentos entregadas. “El almuerzo se entregaba desde las 4 de la mañana, para no fallar en la entrega de los trabajadores que salían de comisión a los municipios”.
Recriminó que de la noche a la mañana les quitan el trabajo a 50 familias que participan en el emprendimiento, porque se trabajaba 24 horas en la cocina.
Lamentó que desde la semana pasada les dan “gotitas”, pero el contador con el que tenía contacto les dijo que la delegación de Bienestar Guerrero no tiene dinero, que la oficina federal no les apoya.
“Ya trabajamos mucho tiempo para ellos, aquí estuvimos. Exigimos nuestro derecho. Ya no queremos que nos paguen de a poquito, queremos el pago total porque no son sólo salarios, sino deudas con proveedores, que estuvieron dando los materiales con la confianza de que el dinero estaba asegurado con el gobierno estatal”.
Enfatizó que está “endeudasísima, y temo por mi seguridad, porque ustedes saben la situación que se vive en Chilpancingo”.
Texto: Lourdes Chávez / Foto: Jessica Torres Barrera