11 mayo,2018 7:13 am

Quienes mataron a Abel son sus adversarios políticos, afirma su hermano Erit Montúfar

El asesinato no quedará impune, subraya en el sepelio el delegado de la Secretaría de Gobernación

Texto: Zacarías Cervantes
Foto: Jesús Eduardo Guerrero
Chilpancingo, Guerrero. Durante el sepelio del candidato del PRI a la diputación local por el distrito 17 de la región de la Tierra Caliente Abel Montúfar Mendoza, el delegado de Gobernación federal Erit Montufar, responsabilizó del crimen de su hermano a sus adversarios políticos en esa región, a quienes calificó como “gentes sin preparación que sólo por ambición quieren llegar al poder”.
Al pie de la tumba de quien también fuera presidente municipal con licencia de Coyuca de Catalán, advirtió que en Tierra Caliente se empezó a escribir una nueva historia a partir del martes 8 de mayo en que mataron a Abel en donde “se ha perdido una batalla con la vida de mi hermano, pero él no está solo, tiene hermanos y amigos, y este hecho no quedará impune”.
Pero luego, quien también fue director de la Policía Ministerial en los gobiernos de Rubén Figueroa Alcocer y Zeferino Torreblanca Galindo, matizó y dijo que la familia deja todo en manos de las instituciones a las que tiene confianza y pidió a los gobiernos federal y estatal que investiguen a fondo el crimen y que apliquen la ley sin distingos a quien la deba, en éste y en otros asesinatos.
Apenas este miércoles en una entrevista con José Cárdenas, en Radio Fórmula, el gobernador Héctor Astudillo Flores atribuyó la ejecución al crimen organizado.
El cadáver del político priista salió de la casa de sus padres en la colonia Guerrero 200 a las 12:30 del día en una caravana de varios vehículos fuertemente custodiada por policías, estatales, así como por elementos de la Policía Auxiliar del Estado (IPAE), de la que es director otro hermano de Abel, Bonifacio Montúfar. También vigilaron el cortejo fúnebre hombres vestidos de civil con armas largas.
El féretro con los restos del político priista llegó a la iglesia del barrio de San Francisco a la una de la tarde, en donde se ofició una misa de cuerpo presente a la que asistieron personajes de la clase política priista, entre estos el candidato a senador, Manuel Añorve Baños, el presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Heriberto Huicochea Vázquez, el delegado en Guerrero del PRI, José Parcero López, y las diputadas federales Verónica Muñoz Parra y Silvia Rivera Carbajal, de Tierra Caliente.
Afuera de la iglesia también se vio al presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (Codehum), Ramón Navarrete Magdaleno.
En su homilía, el párroco que ofició la misa, destacó que en ese día especial, Día de las Madres, “hay una madre que se agrega a la lista de miles que lloran por sus hijos que han fallecido y otros que simplemente no saben dónde están”. Dijo que él ha recibido a madres que llegan a decirle que llevan uno, dos o 15 años que no saben de ellos, “y esto es una angustia terrible”.
Invitó a los feligreses a pensar ese Día de las madres, “no sólo en la mamá de Abel, sino también por su esposa, que es madre, y por todas las madres, que tienen a sus hijos asesinados o desaparecidos”.
También llamó a los feligreses a que la muerte de Abel Montúfar sirva para reflexionar sobre la situación de violencia que se vive en el estado.
Durante la misa montaron guardia de honor al pie del féretro. Sólo familiares cercanos del malogrado político priista, encabezados por tres de sus hermanos: el delegado de Gobernación federal Érit Montúfar, el director del IPAE Bonifacio Montúfar y el delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) Saúl Montúfar.
Después de la misa, el cortejo fúnebre partió hacia el panteón central que fue igualmente resguardado por la Policía Estatal, elementos de la IPAE y por civiles armados. Incluso quienes se encargaron de ordenar el tráfico en las calles cercanas al panteón fueron elementos de la IPAE que portaban armas largas.
El féretro con los restos de Abel Montufar fue recibido en el panteón con una banda de música que entonó Puño de Tierra, después alternó con un dueto norteño que tocó Cruz de Madera.
El candidato a diputado local y alcalde con licencia de Coyuca de Catalán, contaba con 46 años de edad y tenía a cuatro hijas menores de edad, así como a su esposa quien al pie de la tumba le hizo un leve reclamo.
“De qué te sirvió haber luchado tanto si hoy nos dejas solas. Te lo dije, y no quisiste entender, a ver, en dónde están muchas de las personas que te dijeron que tanto te querían”, habló visiblemente abatida.
Enseguida, el dirigente estatal del PRI, Huicochea Vázquez, dijo que se estaba sepultando a un hombre que siempre supo el valor de los ideales, “un gran priista”. Agregó que Abel tuvo la convicción permanente de lograr lo que quería.
Añadió que Abel Montúfar luchó por sus sueños, aunque no le fue fácil llegar hasta donde se propuso, porque fue un hombre de competencias y que de esa manera logró ser presidente municipal de Coyuca de Catalan.
El dirigente estatal del PRI, manifestó que cuando Abel se propuso ser candidato a diputado local “sabíamos que iba a ganar ese distrito, desafortunadamente le arrebataron de manera cobarde y vil la vida”, lamentó.
Expresó que con Abel, el PRI pierde a un pilar en la región de la Tierra Caliente, porque era quien los ayudaba a empujar la contienda electoral en esa región.
El dirigente priista reprobó el asesinato del candidato y llamó a no “amedrentarnos y a seguir luchando por nuestros ideales”.
(En la imagen: Una de las hijas del candidato priísta a diputado local por el distrito 17 y alcalde con licencia de Coyuca de Catalán, Abel Montúfar Mendoza abraza su féretro momentos antes de ser sepultado en el panteón central de Chilpancingo, ante la mirada de sus tíos el delegado en Guerrero de la Secretaria de Gobernación, Erit Montufar Mendoza y del delegado de Profeco, Saúl Montúfar Mendoza. Foto: Jesús Eduardo Guerrero)
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