Para el movimiento social de Guerrero es una prioridad la demanda de justicia ante las violaciones a los derechos humanos, dice en tribuna el luchador social.
Chilpancingo, Guerrero, 29 de noviembre de 2018. En su discurso en la sesión solemne del Congreso local tras recibir la presea Eduardo Neri Reynoso, el luchador social Eloy Cisneros Guillén exigió la presentación con vida de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa y castigo ejemplar a los autores materiales e intelectuales, y señaló que las agencias de seguridad del Estado tuvieron responsabilidad en los hechos.
La sesión se realizó sin la presencia de los titulares de los poderes Ejecutivo y Judicial, Héctor Astudillo Flores y Alberto López Celis. En su representación asistieron el secretario de Cultura, Mauricio Leyva Castrejón, y el magistrado Julio Lorenzo Jáuregui.
En tribuna del Poder Legislativo, el galardonado apuntó que para él como para el movimiento social de Guerrero, es prioridad la exigencia de justicia a las de las violaciones sistemáticas a los derechos humanos “y la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa es una cuenta pendiente que tiene el Estado con el pueblo de México, y por lo cual seguiremos luchando sin descanso, para que haya verdad y justicia y por ello desde esta tribuna exigimos su presentación con vida y castigo ejemplar para los autores materiales e intelectuales, ni un hecho más de desapariciones forzadas”.
El galardonado dijo que acudió a nombre de “los derechos humanos, de la memoria de los compañeros que nos han dejado en el camino de la lucha por un país mejor”, y recordó a luchadores sociales y políticos asesinados, entre ellos Armando Chavarría Barrera, Arturo Hernández Cardona, Ranferi Hernández Acevedo y Rocío Mesino, crímenes que recordó “se encuentran en total impunidad”.
El ex perredista muy cercano al tres veces candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas dijo que acudió al recinto legislativo “en nombre del reclamo de justicia para los 43 estudiantes de la normal rural Raúl Isidro Burgos, desaparecidos en Iguala en septiembre de 2014, porque constituye el hecho más abominable de violación de los derechos humanos de los últimos años”.
Afirmó que en esos hechos “las agencias de seguridad del Estado mexicano, tuvieron parte de los hechos. La verdad y castigo a los culpables es exigencia no solo de los familiares sino del pueblo de México en general”
Y continuó: “vengo en nombre de los movimientos sociales que durante décadas y décadas, siguen luchando por la paz y la justicia y el progreso para nuestro pueblo, vengo en nombre del respeto y defensa de los derechos humanos”.
Recordó que “hace décadas” ser de izquierda y enarbolar ideas progresistas, constituía un delito grave y la mayor ofensa: “luchar por un país de libertades constituía y sigue constituyendo una amenaza para un régimen anacrónico que se niega a morir”.
Consideró que las libertades políticas fueron y siguen siendo en “muchos sentidos” letras muertas en la Constitución y por eso el resurgimiento de movimientos estudiantiles, obreros y campesinos, y para otros la lucha armada era el único recurso de protesta.
Afirmó que la representación otorgada en los Congresos a “las fuerzas opositoras, apenas alcanzaba para que en tribuna se enunciaran las atrocidades del régimen”, porque las elecciones eran controladas por el Estado, y que en un primer intento de ciudadanización en los 90, pero “hasta hoy, esas instituciones dejan mucho que desear, la confianza que la sociedad tiene sobre ellas apenas alcanza el 34 por ciento”.
Pero además de las pocas libertades políticas, dijo que el sistema económico reprodujo una distribución desproporcionada de la riqueza y provocó una “pobreza en la inmensa mayoría del pueblo” y Guerrero sigue siendo de los más afectados. “Refleja no solo la injusticia social, reflejan el estado de desigualdad, discriminación, las nulas condiciones de desarrollo, la impunidad y la corrupción, porque sin estos elementos sería imposible explicar la pobreza en que vive la mayoría del pueblo Guerrerense”.
Apuntó que todo lo dicho en tribuna no son ocurrencias, sino resultados de las mediciones de la pobreza del Coneval “la política social ha sido un rotundo fracaso”, pero también se refirió al “tan quebrantado estado de derecho del que la impunidad es el común denominador de tantos crímenes que sólo alimentan a diario las estadísticas de homicidios de nuestra entidad”.
Lamentó el problema de inseguridad que hay en el estado “este problema no es de hoy, se ha ido gestando y afianzando desde hace varios años, se ha arraigado a nuestra sociedad y toca por igual a todos”.
Entonces recordó el ataque de hombres armados en San Juan Tenería, en Taxco, que dejó tres policías del estado y un voluntario de la Cruz Roja asesinados “hechos por demás inadmisibles, y desde aquí hacemos la más enérgica protesta contra la crueldad y contra la violencia. Y demandamos a los gobiernos en sus distintos niveles, seguridad a la que están obligados a proporcionar al pueblo de Guerrero y de México”.
Convocó al Estado y sus instituciones, a las organizaciones de la sociedad, a los partidos políticos, a las organizaciones no gubernamentales, a que que lleven la misma bandera de “esperanza de lograr un país mejor”, para terminar con la injusticia, corrupción, impunidad, pobreza.
Aprovechó para reconocer a todos los que luchan por que los derechos humanos sean una realidad, “un reconocimiento a todas y todos los que lucharon y siguen luchando por las libertades de nuestra patria”.
Y finalizó su discurso afirmando que sí es posible, “por lo que tenemos que luchar codo con codo, y corazón con corazón”.
Eloy, “un eterno rebelde”: PRD
A nombre de la legislatura, subió a tribuna el coordinador de la bancada perredista Celestino Cesáreo Guzmán, quien describió a Eloy Cisneros como “el eterno rebelde”.
El perredista afirmó que el galardonado es un “luchador incansable, exponente del pensamiento crítico que desnuda los códigos de la clase política. Sus señalamientos alcanzan a todas las siglas políticas”.
Recordó parte de la historia de Cisneros Guillén, de quien dijo que fue “huésped de cárceles clandestinas, perdió el oído izquierdo a consecuencia de las golpizas que recibió, además de ser torturado mediante descargas eléctricas”. Y lo describió como un hombre “de gran lucidez que lo convierte en un eterno rebelde, fue encarcelado durante más de dos años, como castigo a su simpatía por Lucio Cabañas Barrientos”.
Recordó que fue fundador de una academia de mecanografía, una secundaria popular, un bufete jurídico gratuito, y un servicio médico universitario; y organizó con sus alumnos, campañas permanentes de alfabetización de la población campesina de la Costa Chica, además de que mantuvo una posición política independiente respecto del gobierno del Estado y Federal, “consecuente con la política de Universidad Pueblo”.
Recordó que el galardonado fue promotor de los movimientos sociales, sobreviviente de la represión, y dirigió al PRD, partido por el que fue diputado local y que según sus propias palabras se convirtió “en un hombre sin partido pero con patria”.
Y festejó que con la presea Eduardo Neri Reynoso se honra a un guerrerense notable, legislador, a su vez víctima de los abusos del poder por defender sus ideales, “aquí es donde las historias se junta con la de don Eloy Cisneros Guillén, quien por sus méritos, por su lucha, por su enseñanza, por congruencia y valentía, los diputados de esta honorable 62 legislatura determinaron por unanimidad otorgarle la presea Eduardo Neri Reynoso”.
Después de la intervención de Celestino Cesáreo Guzmán, el presidente de la Jucopo Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros acompañado de la presidenta de la Mesa Directiva, la priista Verónica Muñoz Parra y familiares de Eduardo Neri Reynoso, le colocó el galardón a Eloy Cisneros Guillén, quien estuvo acompañado de su esposa.
Para la entrega de la presea, se acercaron diputados de todas las fracciones, con quienes el galardonado se tomó fotografías, y finalmente dirigió su mensaje en tribuna.
Cuando Eloy Cisneros entró al pleno del Congreso, los integrantes de organizaciones sociales que lo acompañaron a la sesión lo recibieron con porras y consignas para exigir la presentación con vida de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, detenidos y desparecidos desde septiembre de 2014 en Iguala.
Unos 150 asistentes que acompañaron a Cisneros Guillén, contaron hasta el número 43 con el puño alzado, y al finalizar corearon: “porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”, y al final de la sesión cantaron el himno Venceremos.
Antes de la sesión, en el monumento a Las Banderas se reunió un centenar de familiares, amigos y compañeros de organizaciones sociales para acompañar a Eloy Cisneros en una breve marcha hasta el Congreso local.
Entre los manifestantes estaban integrantes del grupo Pro AMLO, del Frente Progresista Guerrerense y de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG).
Texto: Rosalba Ramírez / Foto: Jesús Guerrero
