8 febrero,2019 6:25 am

Reconoce Juan Sánchez Andraka interés por la lectura en la Montaña, pero lamenta la falta de librerías

El escritor puso en duda que el proyecto de fomento que encabeza Paco Ignacio Taibo II tenga éxito, en su visita a la Preparatoria Número 11 de la UAG en Tlapa.
Tlapa, Guerrero, 8 de febrero de 2019. El escritor guerrerense Juan Sánchez Andraka dijo que encontró interés por la lectura y los libros en los jóvenes de la región Montaña, pero también sabe que no hay librerías para comprarlos.
Consideró que es importante que se genere la lectura, que no les pongan libros complicados en las escuelas y, claro, lean los clásicos por formación literaria, pero “hay un problema, los vamos animar y ¿dónde están los libros?”, se preguntó.
Por eso llamó a la iniciativa privada a generar más espacios de venta, no al gobierno porque no le interesa, aunque ser librero en estos tiempos es complicado por los costos y la carencia de librerías, dijo.
Agregó que si en Tlapa había una o dos pequeñas librerías aunque tienen que vender otras cosas para ser redituables para una población arriba de 50 mil personas, aunque  hay otros municipios, como Chilapa, que no tiene ni una.
Dijo durante su firma de libros que se tiene que promover la lectura, que muchos de los jóvenes reconocieron que será la primera lectura que hagan, por lo que se debe promover a todos los autores.
Agregó el promotor del concurso Cuéntame un libro que es necesario dar a conocer a los autores que son muchos y no se conocen porque varios imprimen sus obras por cuenta propia, ellos los distribuyen sin tener los medios.
Remarcó que por eso es importante la promoción y difusión de libros en cualquier forma, conocer el pasado a través de las novelas, viajar porque hay pueblos pequeños donde no hay un lector, nadie lee y aunque estudiaron la escuela primaria ya se les olvidó leer porque no lo practican, “a ese grado estamos, por eso lean todo lo que puedan”, recomendó.
Sobre la propuesta de bajar el costo de los libros del Fondo de Cultura Económica, que dirige Paco Ignacio Taibo II dijo que él como librero lo ve difícil porque se tiene que bajar el costo del papel, los pagos a los operadores de las imprentas y si el gobierno va a subsidiar a las editoriales, tampoco es correcto estar sangrando al gobierno.
Aunque dijo que la propuesta la ve con buenos ojos, pero en estos años que ha vivido no ha visto que un gobierno haga cambios,  porque no cree que un hombre con un lenguaje vulgar como Taibo lo pueda hacer.
Sánchez Andraka compartió sus novelas el pasado viernes con estudiantes de la Preparatoria Número 11 de la Universidad Autónoma de Guerrero con respaldo de Yuya Jiménez Vázquez y la subdirectora de la Preparatoria, Reina Díaz Martínez.
Dijo a los estudiantes que su novela Un mexicano más la escribió en un fin de semana, encerrado, producto del coraje, frustración y decepción vivida tras su designación como profesor en Apaxtla donde no quiso “entrarle a las tradiciones” y por eso pidieron su cambio.
Dijo que ahora se tarda muchos años, aunque lo haga baja la sombra de un níspero. Que se casó grande, con mucha diferencia de edad con su esposa. Sus escritos son del entorno local, estatal y nacional, entre ficción y realidad.
“En mis tiempos nos sentábamos a contar cuentos de aparecidos, dirán que era bonito. No, era muy peligroso porque nos podíamos encontrar con la Llorona, El Perro Negro y un sinfín de aparecidos que se levantaban de sus tumbas, había espíritus alrededor con quien convivíamos”
A los jóvenes les dijo que ahora se viven tiempos de vulgarización del lenguaje, donde falta educación y que se necesita respeto y verdad, ante una sociedad que contamina el entorno natural.
Al final, “les entrego los libros y no les escribo nada porque no siento nada, aparte de que se los regalo, les dijo riendo a los hermanos Nely y Javier Jiménez Vázquez que lo esperaban al término de la charla, de quienes menciona a sus padres Aurelio Jiménez y Bertha Vázquez en su libro En mi propio surco.
En este libro dice que en Tlapa escribió otra de sus novelas A pesar de todo y fue acogido por esta familia en su casa-hotel sin cobrarle y dónde convivió con el cantautor chilapense Pancho Padilla en sus recorridos por la Montaña en la venta de papelería y que le servían para recopilar historias.
Texto: Carmen González Benicio