10 marzo,2018 8:02 am

Recuerdan con expo la utopía de Solentiname, el pueblo proyectado por Ernesto Cardenal

Texto: Lourdes Zambrano/ Agencia Reforma/ Foto: Cortesía de Museo Jumex
Ciudad de México, 10 de marzo de 2018. América Latina ha sido un territorio fértil para las utopías. El ejemplo es Solentiname, comunidad nicaragüense que nació a mediados de los 60 como un experimento social, político y religioso que también tuvo un componente artístico.
Tras ganar una beca de la Fundación Patricia Phelps de Cisneros para viajar por territorio centroamericano e investigar movimientos creativos, el curador mexicano Pablo León de la Barra se entregó a rememorar esa aventura a través de la muestra Sueño de Solentiname, que abre el 15 de marzo en el Museo Jumex.
La exposición, que también contó con la curaduría de Nicola Lees y Ellesse Bartosik, se centra en las obras artísticas que de ahí surgieron.
“Solentiname es un caso único y específico de una utopía artística, religiosa, política”, señala León de la Barra en entrevista telefónica desde Brasil, donde reside.
La comunidad fue creada en 1965 por el sacerdote, poeta y revolucionario nicaragüense Ernesto Cardenal en un lugar remoto del Lago de Nicaragua, donde se asentarían las bases de un catolicismo que después sería conocido como Teología de la Liberación.
Una de las estrategias de Cardenal para subsistir consistió en la venta de artesanías de madera y pinturas.
El poeta “invita al entonces joven pintor Roger Pérez de la Rocha, hoy padre de la pintura nicaragüense, a trabajar con él y a dar clases de pintura. Les pide que trabajen temas de la vida diaria, de la isla, así como las lecturas de la Biblia, pero llevadas a su realidad”, explica el curador.
Por ejemplo, la escena de la decapitación de Juan Bautista la plasman protagonizada por la cabeza de Anastasio Somoza. O el pasaje de Herodes, cuando manda matar a los recién nacidos de Belén, la representan perpetrada por los militares del dictador.
“La pintura se vuelve esta herramienta para visualizar otros futuros y otros momentos de justicia social. El gran aprendizaje de este momento viene de ahí, de cómo el arte puede ser una herramienta para cambiar el mundo”, señala el curador.
En 1974, Cardenal lleva una exposición con obras de los artistas de Solentiname a Nueva York, ciudad donde también León de la Barra presentó por primera vez su muestra, el año pasado, en la 80WSE Gallery.
En Sueño de Solentiname se incluyen pinturas de Eduardo Arana, Rodolfo Arellano, Julia Chavarría, Óscar Mairena, Pablo Mayorga, Elena Pineda, Olivia Silva y las Guevara, Mariíta, Miriam y Esperanza, todos miembros de la comunidad.
También hay fotografías de Susan Meiselas y Sandra Eleta, además de esculturas del propio Cardenal, quien trabajaba la madera.
Hacia los años 80, cuando los sandinistas derrocaron a Somoza, en Nueva York surgieron colectivos artísticos que condenaban la intervención de Estados Unidos en las guerrillas centroamericanas. Uno de estos fue Grupo Material, del que también se incluyen obras.
León de la Barra afirma que Solentiname era bien conocida por escritores y artistas plásticos de todo el continente, en parte por la fama que ya tenía el propio Cardenal como poeta. Julio Cortázar, incluso, escribió Apocalipsis de Solentiname, y de ese tipo de referencias también serán integradas a la exposición.
Habrá, además, obra reciente, como la del colombiano Marcos Agudelo, cuyos padres formaron parte de la comunidad, y quien regresó a la isla para remozar su iglesia y sus murales, además de retomar las actividades artísticas entre los aún residentes.
La exposición estará hasta el 6 de mayo en la Galería 1 del Museo Jumex.