29 febrero,2020 9:37 am

Reivindican las aportaciones de Montemayor en la denuncia de la represión en Guerrero

Recuerdan al destacado historiador en su décimo aniversario luctuoso con actos en Acapulco y la Ciudad de México.

Acapulco, Guerrero, 29 de febrero de 2020. Durante la conmemoración del décimo aniversario luctuoso del historiador Carlos Montemayor, en el contexto de las celebraciones por los 40 años de la Escuela Superior de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), escritores y académicos reivindicaron su aportación a denunciar la represión a la guerrilla en el estado.

El cronista de Atoyac, Víctor Cardona Galindo, dijo este viernes en el Museo Fuerte de San Diego que el libro Guerra en el paraíso es la novela “que sigue siendo lo más honesto y lo más cercano” a lo que ocurrió en aquel rincón de la sierra en los 70, donde se combatió de manera cruenta la guerrilla que encabezaba el profesor Lucio Cabañas Barrientos.

Frente a unas 100 personas, entre alumnos y docentes, señaló que es un libro que supera lo panfletario porque le da voz no sólo a los guerrilleros, sino también a los soldados, aunque “parece que Lucio (Cabañas) nunca tiene miedo”.

Indicó que es una obra “extraordinaria” a pesar de no tener todos los archivos con los que se cuenta ahora por medio de la Fiscalía Especial para los Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp) creada en 2002 y la Comisión de la Verdad en el estado, 10 años después.

Contó que escuchó de Carlos Montemayor, fallecido el 28 de febrero de 2010, cuando era estudiante de preparatoria porque el escritor anduvo en la sierra de Atoyac como parte de su investigación, visitando las comunidades El Paraíso, El Edén, El Porvenir, Piloncillos, donde el Ejército Mexicano perpetró una masacre de campesinos, hecho contado por primera vez en el libro de Montemayor.

Confesó que leyó 20 años después de su publicación –en 1991– porque le daba “miedo, pesadillas” recordar la “época de terror” que vivió el pueblo donde nació, Los Valles, que fue invadido por soldados tras el escape de Genaro Vázquez de la prisión en 1968 y se recrudeció con las emboscadas del grupo de Lucio Cabañas.

A pesar de que el libro tiene algunas “imprecisiones” como cambiar los nombres de las comunidades y de David Cabañas, hermano de Lucio, por Eusebio, Cardona Galindo recomendó leer la Guerra en el paraíso “porque todavía sigue siendo lo más honesto y lo más cercano a la realidad de lo que ocurrió con la guerrilla de los 70”.

En su participación en la mesa redonda moderada por el profesor Raúl Sendic García, el académico del Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados (IIEPA), Raúl Fernández, abundó que la investigación de Montemayor para escribir su trascendente libro duró cinco años, tiempo en el que recogió testimonios del “exterminio” que vivió la sociedad de Atoyac aquella época, barbarie replicada del modelo de la Guerra de Vietnam, aseguró.

Por su parte, Octavio Navarrete Gorjón reivindicó que la obra de Carlos Montemayor también incluye los libros Las armas del alba y Las mujeres del alba, además de que fue ensayista, poeta, políglota y tenor de ópera. Al igual que José Revueltas, escogió la literatura “del lado de los que luchan”.

El evento fue inaugurado por la alcaldesa de Acapulco, Adela Román Ocampo, acompañada del coordinador de la Zona Sur de la UAG, Efrén Arellano Cisneros.

Participaron Francisco Navarrete, fundador de la Escuela de Sociales, Carlos Galván y el antropólogo Rafael Mendoza.

Sigue presente

Entre poemas, recuerdos de familia, remembranzas académicas y relatos de hazañas en defensa de los pueblos originarios y las lenguas indígenas transcurrió ayer un homenaje dedicado al escritor y ensayista Carlos Montemayor en el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM).

A 10 años de su fallecimiento, el intelectual chihuahuense, estudioso de los movimientos guerrilleros de la segunda mitad del siglo XX en México, sigue estando presente, aseguraron durante una mesa donde exaltó su legado Laura Bensasson, Susana Bautista y Martha Montemayor Aceves, hermana del autor.

Según Bensasson, sicóloga y antropóloga, Montemayor fue un investigador que cambió la visión dominante en los estudios indigenistas que durante muchos años vieron al indígena desde lo no indígena, e impulsó el conocimiento de los pueblos originarios desde ellos mismos; los hizo sujetos de su propia voz.

Bautista, por su parte, hizo énfasis en su bibliografía, dentro de la cual destacan libros académicos como La literatura actual en las lenguas indígenas de México y Los escritores indígenas actuales, como literarios: la novela Guerra en el paraíso, el poemario Finisterra y el libro de relatos Las llaves de Urgell, que le valió el Premio Xavier Villaurrutia en 1971.

A Montemayor Aceves le correspondió llevar a la mesa los recuerdos familiares, desde la forma en que aprendió a tocar la guitarra a los 8 años hasta su formación como políglota, hablante del francés, italiano, inglés, portugués, griego, además del latín y lenguas como el maya y el náhuatl, e incluso ahondó en el rarámuri.

Durante el homenaje se dio a conocer que la biblioteca comunitaria del Faro de Azcapotzalco llevará el nombre del autor.

Texto: Ramón Gracida Gómez / Staff / Agencia Reforma / Foto: Carlos Alberto Carbajal