27 noviembre,2018 7:51 am

Representan la vida tradicional de Tierra Caliente estudiantes de la Prepa 8 de la UAG en Altamirano

Comenzaron ayer los festejos por el 47 aniversario de la escuela con la escenificación que tuvo su origen hace 10 años.
Ciudad Altamirano, Guerrero, 27 de noviembre de 2018. Comienza la Preparatoria número 8 de Ciudad Altamirano, perteneciente a la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), la celebración de su 47 aniversario con la representación de la vida tradicional en la Tierra Caliente.
En el acto en el que participan unos mil 500 estudiantes, se destaca la construcción de 10 casas de varas de ajonjolí con diversos elementos propios de la tradición de la Tierra Caliente que datan de la época de la Independencia y que perduró durante unos 150 años; tiempo en el cual la región se conformó de elementos folklóricos, tradiciones, gastronomía, así como la formación de la música propia y la vestimenta que identifican a la Tierra Caliente.
Lo que hace 10 años fue un proyecto meramente educativo, para celebrar el aniversario de la escuela, se convirtió finalmente en un festival calentano que ahora es visitado por familias y estudiantes de varias escuelas. Es un montaje teatral representativo de lo más característico de la Tierra Caliente.
Los estudiantes invierten unos 5 mil pesos en cada casa, además de que llevan caballos borregos, chivos, burros, gallos y gallinas entre otros elementos propios de la zona rural de la Tierra Caliente. Tardaron un mes en levantar las casitas en un espacio de la misma escuela junto al campo de futbol.
Durante la representación cultural de este lunes los estudiantes hicieron en el mismo lugar de la representación comida tradicional, como son las toqueres, los uchepos, el mole, el aporreado, las güilotas entre otros, que fue cocinado en fogones de leña que durante un mes se fueron elaborando y también hicieron pan de Tlapehuala además de tortillas hechas a mano para lo cual las señoritas molieron el maíz con molino tradicional o en metate para obtener la masa.
La elaboración de los platillos de la Tierra Caliente hechos en el lugar de la representación le dio un toque especial a este acto, en donde los jóvenes se esfuerzan cada año por mostrar lo más representativo y genuino de la Tierra Caliente vestidos con ropa de manta, guaraches y sombreros de Tlapehuala.
Cada casa tiene olor a fogón y el humo se difunde entre las varas de ajonjolí, que se mezcla con el color de cada comida que están elaborando.
Como parte de la representación los jóvenes escenifican también bodas calentanas, que comienzan desde la lucha de los hombres para ganarse a golpes el amor de la mujer con algún otro pretendiente. Una vez que vencen a su oponente aquello se convierte en una fiesta con música de tamborita y zapateado que acompañado del Baile de Las Monas y el mezcal conforman una gran fiesta con los amigos y compadres que llevan a regalar guajolotes, machetes, caballos y todo tipo de herramientas del campo.
El profesor Orbelín Pineda Gutiérrez, actual director de la escuela dijo que esta clase de actos pretenden darle identidad a la cultura calentana entre los jóvenes y luchar para que no se pierdan las tradiciones locales. Destacó la participación de maestros y alumnos en la organización de las casitas.
Las festividades concluyen el próximo jueves con un desfile chusco.
Texto y foto: Israel Flores