19 febrero,2021 4:32 am

Se aplica la segunda dosis a personal del Vicente Guerrero del IMSS, del ISSSTE y hospital Naval  

Médicos y enfermeras expresan tranquilidad después del desgaste físico y emocional de meses porque ha vivido con el miedo constante de enfermar a familiares, principalmente a los adultos mayores

 Acapulco, Guerrero, 19 de febrero de 2021. Este jueves empezó la aplicación de la segunda dosis de la vacuna contra el Covid-19 a trabajadores del hospital regional Vicente Guerrero del IMSS, del ISSSTE y Naval, y algunos de ellos coincidieron que les genera tranquilidad al sentirse más protegidos ante la enfermedad, después de los meses de estrés que han vivido por el riesgo de contagiar a sus familiares.

En el hospital general El Quemado cuatro trabajadores de la salud tuvieron reacciones adversas a la segunda dosis de la vacuna de Pfizer luego de ser inyectados el miércoles y ayer continuó la vacunación a quienes se encuentran en las áreas Covid.

A los trabajadores, médicos, médicas, enfermeras y enfermeros, camilleros y administrativos del hospital regional número 1 Vicente Guerrero del IMSS se les convocó a las 7:30 de la mañana para la aplicación de la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus, por lo que en las primeras horas la fila iba del estacionamiento de urgencias hacia la calle Cañada, llegaba al estacionamiento de lavado del IMSS para volver a salir a la vialidad llegando casi al Aurrerá Express que está después de la Facultad de Sociología de la UAG.

Los trabajadores no guardaban la distancia de metro y medio recomendada como medida preventiva para evitar el contagio de Covid-19, lo que sí tenían la mayoría era el cubrebocas.

A diferencia de la primera aplicación de vacuna que los convocaron por áreas, en esta ocasión acudieron de todas principalmente las médicas. En promedio la espera era de hora y media, según comentaron los trabajadores.

A las 10:30 de la mañana dentro del estacionamiento donde aplicaban las vacunas había unos 50 trabajadores y afuera la fila era de aproximadamente 100.

A ese hospital también acudieron trabajadores del hospital Naval que fueron trasladados en camiones para la aplicación de la segunda dosis de la vacuna.

Una de las enfermeras que esperaba en la fila dijo que sentía alegría que haya llegado la segunda dosis de la vacuna, porque aunque no trabaja en área Covid-19, se ha vuelto un riesgo de contagio el estar en el hospital, por lo que se han duplicado los protocolos para atención de los pacientes.

“Tenemos compañeras que se contagiaron después de la primera dosis y los síntomas fueron leves, no graves que pusieran en riesgo su vida, creemos que fue por la vacuna que les ayudó”, compartió.

Externó que ha sido un desgaste físico y emocional los meses de la pandemia, porque ha vivido con el miedo constante de enfermar a familiares, principalmente a los adultos mayores que son más propensos a infectarse.

Otro enfermero, del área de urgencias generales, dijo que viven con el miedo de infectarse e infectar, porque en esa área reciben probables pacientes Covid, y relató el caso de una niña que llegó sólo con fiebre alta, al revisarle los pulmones fue que se le diagnosticó con coronavirus.

“Que nos pongan la segunda dosis nos da un poco de tranquilidad porque estamos ahí con pacientes que dicen no tener síntomas de Covid y resulta que sí, esto es como parte del traje que usamos diariamente y este tiempo ha sido complicado porque no sabes quién está contagiado y por eso siempre hay que estar preparados”.

Ambos coincidieron que también es estar ellos al pendiente de su salud porque de por sí enferman algunos por los aires acondicionados que enfrían las áreas, así que buscan la manera de atenderse y reforzar su sistema inmune.

En el hospital del ISSSTE los primeros que fueron convocados para la segunda dosis de la vacuna fueron los trabajadores de la primera línea de atención Covid-19, a las 8:30 de la mañana se les citó, después de terminar con ellos se les dio otros horarios al resto de los trabajadores de áreas médicas.

Uno de los enfermeros dijo que con la segunda dosis se sentía más protegido, al reforzar su sistema inmunológico, aunque recalcó que se deben de seguir teniendo los cuidados para evitar contagios.

Comentó que los meses de atención durante la pandemia de coronavirus para él han sido estresantes e incluso llegó a tener pánico de llevar el virus a su familia, por lo que tiene un protocolo de limpieza cuando llega a su casa y no se acerca al resto de los habitantes hasta que no se haya bañado y cambiado la ropa que lleva puesta.

Al igual que la primera ocasión, a los trabajadores formados verificaron que sus nombres estuvieran en la lista que se tenía, después de la vacuna les pedían quedarse media hora en el auditorio del área de enseñanza para verificar que no tuvieran una reacción a la dosis aplicada.

En el hospital general de El Quemado a las 8 de la mañana comenzó la aplicación de la vacuna a los empleados y se informó que terminó la vacunación hasta muy tarde a todos los trabajadores que suman entre mil 600 y mil 800 que ya habían recibido la primera dosis.

La aplicación se hizo en el estacionamiento del hospital general, las carpas que fueron colocadas este miércoles lucieron completamente cubiertas y no se pudo observar el movimiento desde afuera del estacionamiento.

Uno de los médicos informó que cuatro trabajadores que se vacunaron este miércoles acudieron al hospital ayer con síntomas de dolor de cabeza, fiebre, piel roja, dolor de oído, garganta, articulaciones y en algunos casos fueron leves y otros moderados.

El doctor explicó que estos síntomas son secundarios y habituales en este tipo de vacunas y recordó que en caso de la vacuna de la influenza hay gente que tiene reacciones como temperatura o dolor de cuerpo.

Ayer nuevamente se solicitó entrar al área del estacionamiento para ver el proceso de la vacunación y recolectar algunos testimonios de los médicos, enfermeras, internistas y otros trabajadores, pero no hubo acceso, tampoco respondió a las llamadas el director del hospital, Félix Edmundo Ponce.

Texto: Mariana Labastida y Jacob Morales Antonio / Foto: Carlos Alberto Carbajal