La entristece que su “homenaje” a los artesanos michoacanos se haya tomado como apropiación cultural, dice la empresaria en una carta. Si quiere hacer un reconocimiento a los pueblos, primero que los invite, responde la Secultura federal
Ciudad de México, 18 de noviembre de 2020. Tras recibir críticas de los senadores Casimiro Méndez y Susana Harp, la Secretaría de Cultura (Secultura) federal y el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) por plagiar diseños de pueblos originarios de Michoacán en su colección Otoño-Invierno 2020, la diseñadora francesa Isabel Marant mandó una carta en la que se disculpó.
En el texto que dirigió a la Secultura federal, asegura que “le entristece enormemente” constatar que su enfoque haya sido percibido como una “apropiación cultural”, cuando ella quería promover una artesanía y hacer “un homenaje a una” estética a la que está “vinculada” y se disculpa si ha “faltado al respeto a la comunidad purépecha y a México” por los diseños “inspirados en textiles de las comunidades purépechas”.
La carta, fechada el 6 de noviembre, está firmada por Isabel Marant y Anouck Duranteau-Loeper, director general de la Maison Isabel Marant y fue dada a conocer por la Secultura el lunes.
Marant asegura que su empresa siempre ha deseado ser una marca orientada hacia las culturas y tradiciones extranjeras.
“Por esta razón, reinterpreta los códigos de vestimenta con el objetivo de valorizar y destacar la mezcla cultural. El saber hacer milenario es, pues, una fuente de inspiración constante, ya que permite a su creadora expresar su personalidad cosmopolita y nómada”, y agrega que en el futuro se asegurarán de que sus intereses “coexistan y de rendir homenaje expresamente a nuestras fuentes de inspiración, manifestando nuestra gratitud a los dueños de las expresiones culturales tradicionales”.
Las prendas basadas en los diseños indígenas, que se ofrecen de 11 mil a 20 pesos por internet, no se retiraron de la página de la modista europea.
Que se disculpe con las comunidades: Frausto
La secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, respondió a Marant con un oficio en el que señala que deben ser las comunidades las que decidan si aceptan la disculpa, “usted tiene la posibilidad de ser aliada en la defensa del patrimonio cultural de los pueblos y comunidades, reconociendo el gran valor de esos saberes que debemos de respetar”.
Y señala que “cuando se hace un homenaje, tendrían que estar invitadas las culturas aludidas, porque si bien son ancestrales, están vivas”.
En la misiva, Frausto Guerrero invita a Isabel Marant a México y le ofrece acudir con ella a las comunidades para que conozca el alfabeto y la cosmovisión que representa el lenguaje de cada textil, así como el tiempo que se invierte en cada prenda y el costo real de ellas.
“El tema de la apropiación cultural es parte de un debate global que debe acercarnos a un mundo más justo en el que los creadores, sin importar su posición, dialoguen de frente. En esta discusión se debe entender la dimensión comunitaria y de cohesión social de la creación. Es necesario y urgente establecer una relación ética y de igualdad que beneficie tanto a los artesanos como a los empresarios y diseñadores”, señala el oficio.
La funcionaria puntualiza que en distintas ocasiones creadores tradicionales y grandes marcas han decidido trabajar juntos, “ese reconocimiento es el mejor homenaje posible”, y señala que si las comunidades lo quieren, “tenemos la oportunidad de mostrar al mundo el ejemplo de las buenas prácticas, desde la Secretaría de Cultura ya avanzamos en ello”.
Señalan el plagio
La polémica surgió a partir de que la diseñadora francesa incluyó diseños purépechas en su colección Otoño-Invierno 2020, lo que fue rechazado por el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), que se sumó la semana pasada a la condena por el hecho.
“El plagio vulnera el derecho fundamental de los pueblos indígenas de conservar y proteger su propiedad intelectual y su patrimonio cultural”, dijo el INPI en un comunicado que respaldó las acusaciones del Senado de México en contra de Marant.
Según estas acusaciones, Marant lanzó una línea completa de ropa en la que está “copiando, literalmente, patrones de diseños purépechas” Charapan, Angahuan y Santa Clara del Cobre, Michoacán, “en particular una línea de gabanes”, sin dar crédito a los verdaderos creadores.
Los senadores Casimiro Méndez y Susana Harp fueron quienes hicieron la denuncia; incluso, la legisladora de Oaxaca expresó su esperanza de que con esta denuncia “saquen la marca del mercado” mexicano.
Hace cinco años, Isabel Marant fue acusada de plagiar diseños de la cultura mixe para utilizarlos en una de sus colecciones.
Texto: Redacción / Foto: Especial
