25 junio,2023 8:44 am

Se queda sin batería la camioneta de AMLO en Salina Cruz, Oaxaca

 

Ciudad de México, 25 de junio 2023. Un día habla de entregar ya dentro de tres meses la estafeta y al día siguiente su camioneta se queda sin batería. Pero al presidente Andrés Manuel López Obrador no le importa o le da lo mismo, que al fin eso refuerza su relato.

“A todos nos pasa quedarnos sin pila”, decía María Cecilia Hernández Sandoval “de López Obrador”, de 64 años y enamorada del presidente.

El sábado se despertó, se maquilló, se pintó los labios, se puso un huipil rojo bordado de gala, sus aretes de oro, una rosa artificial en su pelo café y llegó antes de las siete de la mañana afuera del hotel San José, a mil 547 pesos la suite, donde el presidente durmió.

“Oí en la tarde que bajaban los helicópteros y me dije ‘está aquí, tengo que ir a verlo'”, contó María Cecilia cerca de las diez de la mañana, apoyada en las vallas con que protegían la camioneta que tenía una mariposa muerta atrapada en la defensa.

El lugar ya estaba rodeado por jubilados del sindicato del municipio de Salina Cruz, viejos con camiseta que sudaban el calor del istmeño, y mujeres que acusaban al alcalde de Morena, Daniel Méndez Sosa, de retenerles el pago de sus pensiones.

El equipo de ayudantía presidencial intentaba encender la Suburban y no podía. Se alarmaron, hablaban por sus auriculares, preocupados, entraban y salían del hotel entre murmuraciones. “Ya van a dejar ese carro aquí y ya van a salir por allá, ya valimos chetos”, alertó una mujer aferrada a la valla.

El vehículo no arrancó y luego pasaron los portafolios, los sobres a la Suburban sin antena satelital.

López Obrador había estado el día anterior en Chiapas. “La parte de la conducción del movimiento de transformación se concluye, en mi caso, en septiembre de este año. Cuando ya se decida quién va a coordinar el movimiento de transformación, yo entrego la estafeta”, había dicho. Ahora iba a una reunión en el puerto a las 10:15. Por el retraso, salió entre gritos de “es un honor estar con Obrador” y el alboroto general a las 10:30.

“Papi, papi, papi”, le gritaban. “Lic, lic, Obrador”. “Soy hijo de Leoncio.”, “Presidente, ¿te acuerdas de mí”. Sonriente, el presidente dio dos vueltas detrás de las vallas, dando saludos, recibiendo abrazos, palmadas.

María Cecilia lo atrapó con su mano hecha ganzúa y recibió un beso en la mejilla. “Tenía muchos deseos de conocerlo”, le dijo. “Aquí estamos contigo, jefe Obrador, cómo no te vas a reelegir otra vez”.

López Obrador no quería decir nada a los reporteros. Aceptó en el tercer intento. No estaba enterado del pacto de tregua propuesto por Cártel del Noreste un día antes. Habló de los apagones, los eléctricos.

Ayer hice una evaluación de toda la capacidad eléctrica de nuestro país. Entonces, reafirmo de que no hay nada qué temer, porque no van a haber apagones, hay reservas suficientes de energía eléctrica y, aunque nuestros adversarios, sobre todos los del REFORMA y algunos diablitos están alarmando, es importante que la gente sepa que no nos vamos a quedar sin luz, que tenemos reservas, y además, no va a aumentar el precio”, dijo.

El presidente dejó estacionada la Suburban con placas 175 ASR y se fue en la T91-BHP perseguida a empujones.

Texto y fotos: Agencia Reforma