Karla Galarce Sosa
Servicios de transporte aéreo y terrestre foráneos fueron suspendidos en Acapulco durante cuatro horas luego del sismo de 7.1 grados en la escala de Richter, con epicentro en Axochiapan, Morelos, y que devastó la Ciudad de México.
Siete aviones que aterrizarían en la Ciudad de México minutos después del sismo, lo hicieron en el aeropuerto de Acapulco, y dos vuelos programados para despegar desde el puerto tampoco lo hicieron sino tres horas después, hasta que fue corroborado que las terminales destino se encontraban en buenas condiciones.
En tanto que la línea de autotransportes Estrella de Oro informó a sus clientes mediante sus cuentas en Facebook y Twitter, que las corridas desde el centro del país quedarían abiertas hasta el restablecimiento de las vías de comunicación.
Fue el mismo caso de la empresa Costa Line, que anunció la suspensión pero reanudó sus servicios hacia el puerto desde la Ciudad de México cinco horas después del sismo.
Usuarios del aeropuerto comentaron que después de la evacuación por el terremoto, ocurrido a la 1:14 de la tarde, los encargados cerraron las puertas y no se permitió salida o entrada a ninguna persona, pues se hizo una revisión de la infraestructura que duró unos 15 minutos.
Más tarde comenzaron a aterrizar los aviones provenientes del aeropuerto de la CDMX, que habían sido desviados entre otros aeropuertos al de Acapulco.
Autoridades del sector turístico se reunieron en el aeropuerto en espera de que los pasajeros de los aviones desviados se alojaran en algún hotel de Acapulco, pero no fue necesario, informó el presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco (AHETA), Jorge Laurel González.
Del desvío de vuelos para su aterrizaje en Acapulco fue confirmado por el secretario de Turismo estatal, Ernesto Rodríguez Escalona, quien añadió que las empresas de autotransporte habían reanudado actividades pasadas las 6 de la tarde.
