5 noviembre,2017 11:28 am

Washington, rebasado por el tráfico de drogas

El Paso, Texas, 5 de noviembre de 20171. México se ha convertido en el primer proveedor de heroína, cocaína, metanfetaminas y mariguana para el mercado estadounidense y no hay indicios de que su papel en el tráfico de enervantes cambie en los próximos años, sostiene la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) en su informe anual sobre la amenaza de drogas.

Según los cálculos de la DEA, en 2016 el opio se cultivaba en México en una superficie de 32 mil hectáreas, con una producción estimada en 81 toneladas métricas, más que el triple de la producción en 2013.

“Esto se debió en parte a la reducción de los esfuerzos de erradicación en México, así como al giro que dieron organizaciones mexicanas para incrementar el tráfico de heroína”, apunta la organización.

La DEA admite que la disponibilidad de heroína mexicana en el mercado estadounidense se incrementó sustancialmente en los últimos 10 años en los estados del noreste y del medio oeste. Y apunta que entre 2010 y 2015 el número de muertes por sobredosis se cuadruplicó.

“Las organizaciones mexicanas se mantienen como la más grande amenaza por drogas para Estados Unidos; ningún otro grupo está posicionado para desafiarlos”, indica el organismo.

En contraste, la cooperación y el gasto que algunas de las agencias antinarcóticos estadounidenses han destinado para equipo, entrenamiento y erradicación de sustancias ilícitas en México disminuyó de manera constante en los últimos años.

Un reporte de la Oficina Gubernamental de Rendición de Cuentas (GAO) indica que los fondos que el Departamento de Defensa asignó a la lucha antinarcóticos en México pasó de 66 millones de dólares en 2013 a 45.7 millones en 2015. Esos recursos cubren actividades como entrenamiento y equipo, vigilancia y sistemas de comunicación.

Lo mismo sucedió con los recursos que el Buró Internacional de Narcóticos (INL) destinó a las acciones para fortalecer el sistema de justicia en los países productores, así como sus capacidades de inteligencia para combatir el crimen organizado. En el caso de México, el descenso fue de 165 millones de dólares a 30.4 millones en 2015.

Fondos mermados

Los recursos que la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) gastó en los países productores de enervantes en la región disminuyeron de 154 millones de dólares en 2010 a 73 millones en 2015. El reporte no precisa datos para México, pero indica que, para septiembre de 2016, la Iniciativa Mérida había financiado el entrenamiento de 238 mil policías federales, estatales y municipales.

“El descenso en la ayuda puede deberse en gran parte al declive del Plan Colombia y del Plan Mérida”, explica Adam Isacson, analista de la Oficina de Washington para América Latina (WOLA).

Y añade: “Gran parte de los recursos de la USAID eran para programas de reforma judicial y de sustitución de cultivos en países productores”.

El reporte de la GAO constituye el primer intento por sistematizar y conocer en detalle el gasto gubernamental para el combate a la producción y tráfico de estupefacientes en los países latinoamericanos a través de acciones de inteligencia, entrenamiento, ayuda militar, decomisos, erradicación y acciones de desarrollo regional, entre otros.

“Es la mejor aproximación que hasta ahora tenemos con respecto al gasto de las agencias estadunidenses antinarcóticos en América Latina… Es muy interesante porque los presupuestos de combate al narcotráfico siempre quedan enterrados dentro de otros presupuestos y siempre había sido difícil tener el detalle de cuánto se gasta”, dice Eric Olson, director asociado del Programa Latinoamericano del Centro Woodrow Wilson en Washington.

Texto: Lourdes Cardenas, Apro / Foto: