Guillermo Álvarez Nicanor
“Si el norte fuera el sur, sería la misma porquería.
Yo cantaría un rap y esta canción no existiría.”
Édgar Ricardo Arjona Morales
Simón Ramos Aburto fue detenido y llevado preso por policías antimotines estatales en el desalojo de la manifestación de padres de familia, alumnos y maestros de las Prepas Populares por exigir presupuesto para que sus hijos puedan estudiar; ocurrió el 7 de febrero de 2020.
En 2024, el costo presupuestado por estudiante de nivel medio superior es de 39 mil pesos, al Colegio de Bachilleres de Guerrero le proporcionan más de 45 mil pesos, a las Preparatorias Populares la miserable cantidad de 6 mil pesos por estudiante. El mismo gobierno es racista, pues, las prepas están en las regiones indígenas y en las comunidades más alejadas y pobres del estado.
Marchas, plantones, bloqueos, desvelos, arriesgar la integridad de los padres de familia, estudiantes y profesores.
¿Es necesario pasar por estas arbitrariedades del Estado mexicano para estudiar?
Soportar la represión del Estado no era suficiente. Los que teníamos interés, buscábamos otras comunidades para concluir nuestros estudios de educación primaria, porque, en el mejor de los casos, nuestra comunidad sólo tenía hasta cuarto grado. Estudiar la secundaria era más complejo, sólo había en las cabeceras municipales, esto no hace mucho tiempo, en los ochentas y noventas del siglo que acaba de pasar.
Abandonar a la familia en la comunidad para irse a estudiar desde los 8, 10 o 12 años de edad era traumático; sobrevivir con extraños era deprimente. Tenías que ser casi autosuficiente, lavar y remendar la ropa, hacer la comida y demás quehaceres que uno no sabía hacer era obligatorio. Además, tenías que soportar los maltratos de los compañeros y la sociedad racista que nos discrimina por nuestro origen indígena y no hablar bien el castellano, por ser sierreño o simplemente por ser pueblerino.
Estudiar la preparatoria era casi imposible, irse a la ciudad de Iguala, Chilpancingo, Acapulco, Ometepec, Tlapa, Zihuatanejo, Taxco, Altamirano; hasta estoy exagerando, creo que había menos. Por eso, muchos, muchísimos no estudiaron; en nuestras generaciones muy pocos concluyeron la educación primaria; las siguientes generaciones, la secundaria.
En la ciudad sólo teníamos para comer una vez al día, lo absolutamente necesario para útiles y materiales escolares; no alcanzaba para pagar una renta, te tenías que asociar con varios estudiantes para compartir los gastos; nos empleamos en cualquier trabajo con el fin de obtener unos centavos para sobrevivir, la gran mayoría no concluía el primer año de preparatoria.
Intentar entrar al nivel medio superior no era seguro, no era fácil pasar el examen de ingreso. Las escuelas eran muy pocas, no todos los aspirantes quedaban en la matrícula, sólo había escuelas de la Universidad Autónoma de Guerrero.
Recordar que en la historia se escribió que en la alameda Granados Maldonado de Chilpancingo, el 30 de diciembre de 1960, más de 10 mil manifestantes que exigían la autonomía universitaria al servicio del pueblo, fueron desalojados por el Ejército mexicano, masacrando a un número indeterminado de personas entre niños, mujeres y hombres, pueblo, estudiantes y docentes, mismos que se recuerdan en un monumento construido en la alameda.
En el rectorado del doctor Rasalío Wences Reza (1972-75, 1978-81 y 1984-87) se consolidó el Proyecto Universidad-Pueblo.
En la década de 1970, se crearon las preparatorias populares, sujetándose al plan de estudios y programas de la propia universidad, era la única institución pública que impartía educación a nivel medio superior en el estado de Guerrero.
Cuando no había opciones para los hijos de los que menos tienen, la Universidad Pueblo ofreció su respaldo al dar oportunidad de cursar la educación media superior en la modalidad de Preparatorias Populares incorporadas a la Universidad Autónoma de Guerrero.
Algunos profesionistas o padres de familia voluntarios interesados en apoyar a su pueblo, a los jóvenes, decidieron dedicar parte de su vida a impulsar la creación de este tipo de escuelas en su comunidad. Estas instituciones se crearon, principalmente, en las comunidades indígenas, en las más pobres, igual que en la Sierra y la Tierra Caliente de Guerrero.
La Universidad Autónoma de Gurrero sólo reconoce los estudios, no da presupuesto alguno a los planteles populares.
En mi comunidad, San Miguel Tecuiciapan, me tocó hacer la gestión para crear la Preparatoria Popular Telpochkajli, funcionaba como todas la demás, una cuota económica de los padres de familia, más la voluntad de los maestros. Así se sostuvieron durante décadas las escuelas, algunas fueron fundadas de hace casi 50 años, una vida o más vidas de los maestros gastadas en ello.
La lucha empezó desde el gobierno de René Juárez Cisneros (PRI), Zeferino Torreblanca Galindo (PRD), Ángel Aguirre Rivero (PRD), Rogelio Ortega (Uagro), Héctor Astudillo Flores (PRI) y ahora Evelin Cecia Salgado Pineda de Morena, Cuarta Transformación, ¡Por el bien de todos, primero los pobres! ¡Todos son iguales!, ¡Insensibles!
El estado siempre se ha hecho el occiso, los funcionarios del PRI, del PRD o de Morena son iguales, insensibles, irresponsables, deshonestos, con falta de ética; prefieren crear nuevos subsistemas para colocar a sus amigos y familiares, mientras, mantienen a más de un millar de maestros sin salario ni prestaciones, sólo se les da una miseria que no es suficiente para mantener a una familia.
Desde Ángel Aguirre ya se tiene un proyecto de decreto para crear un subsistema como Organismo Público Descentralizado, todos los gobiernos dicen que sí, pero sólo le dan vueltas y vueltas, parece que es la estrategia para no resolver favorablemente.
A punta de arriesgar la integridad de los padres de familia, maestros y alumnos durante las manifestaciones, plantones y bloqueos, el Estado se compadeció y empezó a dar, aunque sea migajas; en 2012 el gobierno entregó 12 millones de pesos, mucho tiempo se mantuvo este raquítico presupuesto; en 2022, después de que uno de sus principales líderes fue a parar a la cárcel por exigir mayor presupuesto para la educación popular, logaron 75.5 millones; en 2023, 78.1 millones y para 2024, 80 millones.
De una matrícula de 135 mil 416 estudiantes de educación media superior, 12 mil 989 están matriculados en las Preparatorias Populares incorporadas a la Uagro, que representa casi el 10 por ciento de la matrícula total del estado.
Las injusticias de nuestros gobernantes son descomunales; mientras que el presupuesto federal es de 39 mil pesos por estudiante de educación media superior, a las Prepas Populares sólo les dan 6 mil pesos por cada alumno; basta con revisar el presupuesto del Colegio de Bachilleres del Estado de Guerrero, con una matrícula de 22 mil alumnos, tiene un presupuesto de 519.5 millones de pesos por parte del gobierno de Guerrero, más otra cantidad igual que la federación le aporta por el convenio de concertación que el gobierno del estado y la federación manejan en este subsistema, nos cuesta más de 45 mil pesos por estudiante.
Les vale a los gobernantes que la educación media superior es obligatoria, que están obligados a dar presupuesto para la operación de las prepas, olvidan que traen un discurso de izquierda de “Primero los Pobres”.
Mientras no haya justicia, la lucha sigue….
Llegue quien llegue al poder, es lo mismo.