13 mayo,2022 4:27 am

Ya no buscan las autoridades a los tres policías de Pilcaya, denuncian familiares

Adela, hermana de Adán Flores, señala que desde los primeros días sólo se simuló la búsqueda y reprochó que la alcaldesa Sandra Velázquez haya informado de la desaparición de los agentes cuatro días después de ocurrida. Hay negligencia y omisión de FGE para buscar desaparecidos, reclama la madre de un  chofer de Chilapa

Chilpancingo, Guerrero, 13 de mayo de 2022. A 15 días de la desaparición de cuatro policías municipales de Pilcaya, (uno de ellos encontrado asesinado en Iguala el 3 de mayo), las autoridades ya se olvidaron de ellos y suspendieron la búsqueda, “ya ni siquiera en los medios de comunicación han vuelto a hablar del caso”, denunció ayer Adela, hermana de Adán Flores Romero de 37 años de edad.

Declaró que, de hecho, desde los primeros días sólo se simuló su búsqueda y reprochó que la presidenta municipal, Sandra Velázquez Lara, del PAN, haya denunciado el caso cuatro días después, tiempo que pudo ser valioso para la localización de los agentes.

Los cuatro policías desaparecieron la tarde del 29 de abril, después de que salieron de Iguala rumbo a Pilcaya para incorporarse a su trabajo. Sin embargo, la presidenta municipal Velázquez Lara no informó del asunto hasta el lunes 2 de mayo.

Adela informó que la última comunicación que tuvieron con su hermano Adán fue aproximadamente a las 5:20 de la tarde, cuando estaba en Iguala esperando a sus otros tres compañeros para que salieran juntos a Pilcaya. Dijo que fue la última vez que se supo de él.

Adán Flores Romero es originario del municipio de Atoyac, pero ya llevaba varios años radicando en Chilpancingo, donde también había trabajado en la Policía Municipal, antes fue peón de albañil o vendía elotes. Como policía en Pilcaya llevaba un año.

El 29 de abril salió de Chilpancingo hacia Iguala a las 4 de la tarde para encontrarse en esa ciudad con sus otros tres compañeros y salir juntos a Pilcaya, “pero lo que no sabemos si los agarraron en el transcurso del camino a Pilcaya, o los agarraron ahí mismo en Iguala”, declaró la hermana del agente desaparecido.

Explicó que los cuatro policías iban con ropa de civil y desarmados, pero cada quien llevaba su credencial de policía y la del INE.

Informó que los cuatro policías viajarían a Pilcaya en el Volkswagen Golf rojo en el que fue encontrado asesinado el 3 de mayo Víctor, uno de los cuatro policías desaparecidos.

Aclaró que no sabe si el vehículo era propiedad de Víctor quien también radicaba en Chilpancingo y tenía apenas un mes trabajando como policía en Pilcaya.

Informó que en ese vehículo encontraron la credencial del INE de su hermano y que por eso se pensó que el cuerpo hallado en el interior era el de Adán Flores.

Adela informó que presentaron la denuncia de la desaparición de su hermano el 4 de mayo porque primero intentó presentarla la esposa de su hermano y le dijeron que tenía que ser algún familiar directo.

Después, su madre Alberta Romero Torres, quiso presentar la denuncia en la Agencia del Ministerio Público de Iguala, pero le dijeron que tenía que ser en Taxco y sus hijos le dijeron que no fuera porque estaba muy peligroso, que podría pasarle algo.

Añadió que, finalmente, le aceptaron la denuncia en la Fiscalía General del Estado (FGE) en Chilpancingo, “pero hasta la fecha no nos han dado a conocer resultados”, se quejó.

“Según dicen que los andan buscando pero yo creo que es mentira porque ya ni en las noticias sale nada de ellos”, declaró la hermana del agente Adán.

De hecho, denunció que desde el principio hubo negligencia y omisión por parte de la presidenta municipal, Sandra Velázquez Lara, quien informó de la desaparición de sus cuatro policías hasta el lunes 2 de mayo, ya cuando habían transcurrido cuatro días, y sólo porque los familiares habían denunciado el caso mediante las redes sociales.

“No dio a conocer luego la noticia, lo que fue una omisión pues dejó pasar mucho tiempo para buscarlos y posiblemente se hubieran encontrado”, lamentó.

“Ahora dicen que siguen buscando pero nosotros no tenemos certeza. Ya ni en las noticias sacan nada de ellos, los están dejando en el olvido y a nosotros como familiares nomás nos están engañando que los buscan pero no nos dan indicios, fotos, por ejemplo, solamente de palabra”.

Adela contó que ha pedido información al Ayuntamiento a través del secretario general a quien le ha preguntado si sabe de algún motivo por el que se los llevaron, pero el funcionario le ha respondido que no.

“Mi hermano, no andaba haciendo otras cosas, el día que desapareció se iba a su trabajo. Entonces no entendemos por qué se lo hayan llevado, no creo que sólo por el hecho de ser policía, porque eso es delito”.

Añadió que él sólo andaba trabajando para sacar adelante a sus seis hijos; cinco con su ex pareja y otro con su actual compañera.

Dijo que ven que suspendieron la búsqueda a partir del 3 de mayo cuando uno de ellos fue hallado asesinado y con huellas de tortura.

“Desde entonces ya no nos han dicho nada”. A partir de entonces hemos sido nosotros, los familiares, quienes les llamamos para pedir información, ellos de su parte no hacen nada”.

Explicó que cuando le llaman al secretario del Ayuntamiento para pedirle información, lo único que les dice es que salen a buscarlos pero que no encuentran nada, “es lo único que nos dicen. No nos dicen otra cosa”.

Declaró que de parte de la FGE tampoco les da información de lo que han investigado.

La hermana del policía desaparecido pidió a las autoridades de los tres órdenes de gobierno que no los dejen solos; “no hablo nomás por mi hermano, sino por los demás, que sigan con la búsqueda y que nos den resultados, que no nos engañen, que digan que los andan buscando pero queremos ver hechos, que nos den pruebas de que de verdad los andan buscando”, exigió.

Hay negligencia y omisión de FGE para buscar desaparecidos, denuncia madre

La madre del joven Jesús Antonio Moyao Guerrero, desaparecido el 23 de febrero en Chilapa, María Engracia Guerrero López, denunció negligencia y omisión de la Fiscalía General del Estado (FGE) en la investigación del caso de su hijo, y reprochó que, en vez de investigar, lo están criminalizando.

Jesús Antonio, de 29 años de edad, desapareció cuando trabajaba como chofer de una Urvan del servicio público en la ruta Mercado-Centro-San Juan de Chilapa.

María Engracia informó que su hijo habría desaparecido entre las 4:30 y 4:45 de la tarde, porque a esa hora perdieron contacto con él.

Contó que ese día le llamó su nuera para saber si Jesús se había ido a la casa de ella, porque el dueño de la Urvan que manejaba fue a buscarlo y le dijo que había “abandonado” la unidad, que si no se había ido a “esconder ahí”, puesto que también se había llevado el dinero de la cuenta.

La madre del desaparecido recriminó el señalamiento del patrón de su hijo, pues aseguró que Jesús Antonio jamás hubiera abandonado su trabajo ni la Urvan y menos se hubiera robado “100 o 200 pesos”.

Dijo que además, si hubiera tenido algún problema, le hubiera avisado a ella porque todo le contaba.

De hecho, aseguró que se había comunicado con él a las 3 de la tarde para saber cómo estaba, y que le dijo: “No te preocupes mami, yo estoy bien”, y ella le aclaró que el motivo de su llamada fue sólo para saber cómo estaba.

Informó que después bromearon y quedaron de volver a llamarse más tarde, pero ya no fue posible, Jesús Antonio desapareció una hora y media después, y hasta este jueves, su madre, no tenía indicios de su paradero.

Explicó que cuando le llamó después de las 4:30, su teléfono sonaba pero de inmediato le cortaban las llamadas y que por WahtsApp tampoco contestó los mensajes.

Contó que acordaron con su nuera que esperarían algunos minutos más antes de ir a buscarlo, pero más tarde fue a buscarlo su patrón “muy molesto”, casi exigiéndoles que le dijeran dónde estaba.

Versiones distintas

Explicó que de acuerdo con la versión del patrón de su hijo, con quien al día siguiente fueron a recorrer la ruta que cubría Jesús Antonio, la Urvan fue supuestamente “abandonada” de bajada, en una calle con el freno de mano puesto, y en unos 50 metros había rastro de llantas quemadas sobre el pavimento, lo que sugiere hubo un enfrenón.

María Engracia explicó que el dueño les dijo que no halló el dinero de la cuenta en la unidad y que había una lata de cerveza adentro. “Lo que no es cierto, porque él no acostumbraba a tomar durante su turno, ni lo hacía solo”, aseguró la madre del joven.

Agregó que el dueño de la Urvan supone o quiere hacer creer que en el lugar donde halló la urvan, Jesús Antonio la dejó abandonada y se fue con el dinero.

Sin embargo, añadió que la versión no coincide con la de algunos vecinos, quienes vieron que metros arriba donde quedó la unidad, en la colonia Flor Morada, que es un lugar muy solitario y con las casas muy separadas unas de otras, tres hombres armados que iban en una camioneta negra lo bajaron de la Urvan y agachándole la cabeza lo subieron a la camioneta en la que iban.

Añadió que los vecinos suponen que cuando llevaron la Urvan al lugar donde fue encontrada, ya no era conducida por Jesús Antonio.

“Hay vecinos que vieron que la combi regresaba a toda velocidad antes de que la dejaran abandonada, y yo estoy segura que ya no la manejaba mi hijo, sólo la fueron a dejar ahí para despistar, a él ya lo habían bajado antes”, explicó la madre del desaparecido.

Declaró que el mismo día quisieron presentar la denuncia ante el Ministerio Público de Chilapa, pero que a las 9 de la noche ya estaba cerrado y fueron a buscarlo a la comandancia de la Policía Ministerial, donde les dijeron que no tenían autorizado tener detenidos ahí.

También fueron a buscarlo a hospitales, a la Cruz Roja, a barandilla, a Tránsito Municipal y nadie supo nada.

Añadió que al otro día regresaron al Ministerio Público y les dijeron que no podían hacer nada, que no tenían personal y que no los podían atender.

Dijo que ese día recorrieron toda la ruta que cubría su hijo sin que encontraran indicios.

Agregó que tuvieron que venir a la FGE a presentar la denuncia y también le hicieron la pruebas del ADN, proporcionó todos los datos, pero que la ficha de su desaparición salió hasta los ocho días después.

“Yo pensé que al presentar la denuncia iban a realizar algún peritaje en el vehículo y que éste no lo iban a mover, que iban a ir a investigar de inmediato, pero no hicieron nada. Me dijeron que todo eso corresponde hacerlo al Ministerio Público de Chilapa, pero allá no confío en nadie”.

Incluso, dijo que la Urvan, al día siguiente, ya la traían trabajando en la misma ruta.

Informó que tampoco ha sido citado a declarar el dueño, con quien su hijo tenía tres meses trabajando y que antes había trabajado en Elecktra.

Añadió que el Ministerio Público también le aclaro: “Vamos a hacer lo que sea posible para encontrarlo y si su hijo cometió un delito, vamos a investigar antecedes penales”.

Reprochó que también le preguntaron si su hijo conocía a personas de la delincuencia organizada, “porque a los que se llevan es por eso”, le dijo el agente.

María Engracia Guerrero, recriminó que las autoridades, aparte de que no investigan para encontrar a los desaparecidos, todavía los criminalizan.

Dijo que en el caso de su hijo, no han investigado nada para encontrarlo pero sí están investigando su pasado. Aunque declaró que ella les dijo que “adelante, mi hijo no es delincuente, no tiene denuncias. A mí lo que me interesa es que lo encuentren, no me importa qué hizo ni por qué”.

Otro de los reproches de la madre del desaparecido, es que le piden que les diga dónde hay casas de seguridad; “o sea, casi me están diciendo, vaya y señálenos que es esa casa, ¿pero yo como investigo? No es mi mundo, no trabajo ahí. Yo no tengo contactos, ¿cómo quieren que yo le diga dónde están las casas de seguridad? ¿Yo cómo voy a saberlo o a quién quieren que le pregunte? Se supone que ese es trabajo de ellos y ellos saben”, declaró la señora.

María Engracia declaró que el 23 de mayo cumplirá tres meses de desaparecido su hijo y las autoridades no le han informado de nada.

Expresó: “Yo me siento en riesgo e igual toda mi familia. Ya no eres libre ni siquiera para salir a la tienda, ir al trabajo con seguridad, ni salir a ningún lado. Sí, yo me siento en riesgo. Prácticamente soy la única que busca a mi hijo”.

Contó que tiene tres hijas y que Jesús Antonio era el único varón. Jesús, a su vez, tiene un niño de 10 y una niña de siete años.

“Su desaparición destruyó a toda la familia, lo poco que se había construido; estabilidad emocional, laboral, familiar. En estos casos, hasta la familia se aleja por temor. O hacen comentarios, es lo más típico cuando desaparece ya sea un hombre o mujer”.

Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Jessica Torres Barrera