31 agosto,2023 9:09 am

Buscó impulsar una “historia de conciliación”, dice el ex director del INEHRM Pedro Salmerón

 

En un encuentro de ex titulares por el 70 aniversario del organismo, llama a hablar de los guerrilleros de la Liga Comunista 23 de Septiembre y de Genaro Vázquez y Lucio Cabañas “sin satanizarlos”

 

Ciudad de México, 31 de agosto de 2023. Pedro Salmerón, director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) durante menos de 10 meses, y quien renunció al cargo en 2019 después de llamar “valientes” a los integrantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre que asesinaron en 1973 al empresario Eugenio Garza Sada, defendió que durante su gestión intentó impulsar una “historia de conciliación”.

Lo hizo la noche del martes, en una mesa con motivo del aniversario número 70 del INEHRM, que reunió a otros ex titulares del organismo.

“Una historia de conciliación que, aunque no lo crean, es la que, como historiador erudito, trata de impulsar el presidente (Andrés Manuel López Obrador)”, dijo Salmerón.

Y ejemplificó con la carta que el mandatario envió al rey de España exhortando a pedir perdón por el avasallamiento durante la Conquista.

“Es una carta que intenta reconciliar en el pasado, no enconar”, aseguró.

Salmerón reconoció que, tras la polémica que ocasionó su salida del INEHRM hace cuatro años, se mostró primero renuente a aceptar la invitación de Felipe Ávila, director actual del Instituto, para asistir al foro de aniversario, llevado a cabo en las instalaciones del organismo en San Ángel, pero finalmente optó por acudir.

Y no evadió a hablar de su renuncia, que atribuyó a una discusión “más o menos” artificial.

“Creo que hice lo correcto y defendí la idea de que estamos hablando de historia, y yo quiero hablar de esa historia que comprenda y busque la reconciliación”, señaló.

Hizo un paralelismo con 1953, cuando en el entonces Instituto de Historia, que era considerado como un bastión del porfiriato, sus investigadores –viejos porfiristas– coadyuvaron para que la Revolución Mexicana fuera vista como “historia”, cuando habían pasado apenas 43 años de la promulgación del Plan de San Luis, 33 del asesinato de Venustiano Carranza y 30 del de Francisco Villa.

Y contrastó que hoy México está más lejos del asesinato de Garza Sada –50 años– de lo que estaban aquellos historiadores del asesinato de Carranza y Villa.

“¿Por qué satanizar a los guerrilleros?”, cuestionó.

“Hablar de los guerrilleros de la Liga Comunista, hablar de Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, sin satanizarlos, es hablar de historia, y en aquel tiempo no ocurrió eso: en aquel tiempo no se cerraron filas en torno a esta idea, y es la diferencia”.

 

Un Instituto plural

La pluralidad del INEHRM fue el signo de la conmemoración por sus 70 años. Y de ello dieron cuenta, en la mesa conmemorativa, ex directores del organismo.

Entre ellos estaba también Juan Rebolledo, quien recordó a Salvador Azuela, un crítico de la Revolución Mexicana nombrado primer titular en 1953 por su pedigrí como vasconcelista, e hijo del novelista Mariano Azuela.

Azuela, evocó, conformó al seno del Instituto un consejo plural de veteranos revolucionarios que representaban distintas facciones: zapatismo, maderismo y carrancismo, además de estudiosos del magonismo.

Esa pluralidad fue exaltada por otro ex director, el historiador Javier Garciadiego, quien fue muy criticado en su momento por intelectuales cercanos al PRI cuando propuso el cambio de objetivos del INEHRM para extender sus estudios a la Independencia, la Reforma y la transición democrática, para ya no sólo centrarse en la Revolución Mexicana.

“Era (una decisión) sin paternidades partidistas, sin cronología fija, o sea, un periodo amplio (hasta la transición a la democracia)”, dijo Garciadiego.

Y, sobre esto último, añadió: “Sigo pensando que así se dio un periodo de cambios en el que todavía estamos; vamos a ver cuál es el proceso de definición que le sigue al país.

“(Pero) vamos a decirlo rápido: el PAN fracasó a nivel federal, el regreso del PRI también fue fatídico, y, bueno, si fracasara la izquierda, ¿qué nos queda? ¿Qué nos queda? Entonces tenemos que entender bien el proyecto histórico del país”.

Garciadiego insistió en que al margen de las diferencias políticas, las instituciones tienen que sobrevivir.

La historiadora Patricia Galeana, ex directora también presente en el foro, definió como el gran reto del INEHRM salvar su archivo histórico, pues un 70 por ciento mostraba deterioro, y llamó a la construcción de una bóveda apropiada para su conservación.

Al acto asistieron también descendientes de Villa y Felipe Ángeles.

 

Texto y foto: Agencia Reforma