Chilapa, Guerrero, 26 de julio de 2023. Cien mujeres tejedoras de palma y que han sido autoridades comunitarias del municipio nahua de Zitlala iniciaron una capacitación para conocer sus derechos con el fin de tener una vida libre de violencia.
Se trata del proyecto regional: “Participación política de las mujeres nahuas tejedoras de palma”, del Programa para el Bienestar Integral de los Pueblos Indígenas que gestionó la oficina en Chilapa del Instituto Nacional de Los Pueblos Indígenas (INPI).
El proyecto consiste en dos encuentros regionales dirigidos a 100 mujeres nahuas, uno en la comunidad de Ayotzinapa y otro en la cabecera de Zitlala, así como dos talleres vivenciales en Aquixtla y Teteyic.
En este municipio ubicado al norte de la región Centro en los últimos cuatro años ha tenido 10 comisarías propietarias, 23 suplentes, 15 delegadas propietarias y 2 delegadas suplentes. Un total de 66 autoridades mujeres, que representa el 34 por ciento de la representación comunitaria en estos años.
No obstante, de todas las mujeres comisarias y delegadas sólo una cuenta con estudios de licenciatura.
Los talleres serán impartidos por Luisa Guzmán y su equipo, especialistas en feminismo comunitario.
Este martes el proyecto dio arranque en la comunidad de Ayotzinapa con la presencia del titular de INPI en Guerrero, Manuel Vázquez Quintero; la directora del Centro Coordinador de los Pueblos Indígenas, Esperanza Ignacio Matías; y el Delegado de Asuntos Indígenas región Centro, Arnulfo Tecruceño Valle.
También asistieron el alcalde de Zitlala, Rogelio Ramos Tecorral; el comisario de Ayotzinapa, Arcadio Brigido Pérez; el comisario de Acatlán, José Luis Matías, y las delegadas de Aquixtla, Brigida Yectli Jacinto; de Tetehitic, Alejandra Zapoteco Atlaco; y de Tizayuca, Alejandra Carrizal Cuchillo.
Acudió de igual manera, Felicitas Martínez Solano, del área de Género, Cultura y CAMIS en Guerrero y Yesenia Tomatzin Alejo, directora de investigación de la Secretaría para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y Afroamericanos.
Manuel Vázquez dijo que es importante la participación de las mujeres para conocer los derechos tienen para prevenir la violencia en las familias.
Dijo que la actividad de la región requiere además una planchadora de sombreros para que las tejedoras produzcan sus artesanías y no sólo vendan la materia prima.
Esperanza Ignacio Matías, expresó que es importante descentralizar los proyectos y llevarlos a los espacios donde se resguardan trabajos comunitarios como el de tejer cinta. “Trabajar desde las necesidades, reflexionando y respetando las matrices culturales”.
En las actividades y mesas de reflexión se puso énfasis a la violencia cultural, relacionada a los usos y costumbres de las comunidades; a la violencia institucional de las oficinas de gobierno y de procuración de justicia, y a la violencia directa que todos los días padecen las mujeres en los hogares. De las violencias visibles e invisibles.
“No es normal que haya violencia en un hogar, en una comunidad. Que una mujer no sea escuchada, que no sea atendida. Esa no es la norma. Hay que enseñar a los niños y niñas que no es normal la violencia y cuestionar por qué la seguimos reproduciendo”, dijo Luisa Guzmán, impulsora en América Latina de la corriente del feminismo comunitario.
Texto y foto: Luis Daniel Nava
