19 febrero,2024 4:56 am

Demandan los obispos a grupos delictivos cesar los abusos contra la población

 

También llaman a los gobernantes a no quedar rebasados por quienes “intentan apoderarse” de la economía de los municipios. Advierten que aumenta el descontento social debido a la impunidad, y en algunos pueblos las personas comenzaron a asumir la función de las fuerzas del orden. Sigue la Iglesia abierta al diálogo para que termine la violencia, dice el titular de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González

 

Chilpancingo y Chilapa, Guerrero, 19 de febrero de 2024. Los obispos de Guerrero pidieron a quienes “han hecho del crimen un estilo de vida” cesar los abusos en contra de la población en los pueblos y en ciudades, y a los gobernantes, no quedar rebasados por quienes “intentan apoderarse” de la economía y el futuro de los municipios.

Advirtieron que aumenta el descontento social por la impunidad, y en algunos pueblos, las personas comenzaron a asumir la función de las fuerzas del orden.

El comunicado de la jerarquía de la Iglesia está fechado el sábado 17 de febrero, a dos semanas de que comenzaron los asesinatos de choferes de taxis y de Urvan en esta crisis del transporte público en Chilpancingo, y se distribuyó el domingo.

El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González y  los obispos de las Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, de Altamirano, Joel Ocampo Gorrostieta, y de Tlapa, Dagoberto Sosa Arriaga, señalaron en el escrito que no pueden guardar silencio ante el recrudecimiento de la violencia en la entidad.

“Como obispos estamos llamados a ser profetas y constructores de la justicia y de la paz y defensores del derecho a la vida, de la dignidad humana y de los débiles. Imitando a Jesucristo, enviado de Dios para el bien de los humanos, queremos ser voz de los que no tienen voz, de los oprimidos, perseguidos y humillados, para que sus derechos sean respetados”.

Consideraron “ensordecedor (el grito) de las personas y familias que han sido víctimas de múltiples formas de violencia, tiene que ser escuchado por todos aquellos que deben asegurar la legalidad en nuestro estado y país, los que pueden contribuir a restablecer un orden justo en la sociedad y aquellos que dañan a la sociedad”.

En este tenor, los jerarcas de la Iglesia llamaron a las familias en general a fomentar entre sus integrantes actitudes de paz, a apreciar plenamente la vida comunitaria y a no “engrosar las filas de quienes promueven la cultura de la muerte”.

A las comunidades creyentes les pidieron promover la fraternidad, la cultura, la espiritualidad, la solidaridad, la paz, y a hacer oración.

A los gobernantes, a que superen “cualquier actitud de indiferencia ante aquellos que los eligieron para gobernar y eviten ser rebasados por aquellos que intentan apoderarse del ánimo, de la vida económica y del futuro de nuestros municipios. El descontento social aumenta ante el clima de impunidad y algunos pueblos empiezan a asumir roles que corresponden a las fuerzas del orden”.

También a grupos del crimen organizado, a quienes se refirieron como “todos aquellos que han hecho del crimen un estilo de vida, les pedimos que cesen en sus abusos en contra de las personas, de las familias, de los pueblos y ciudades”.

Pugnaron por un ambiente libre de intimidación y violencia, con garantías de seguridad física y psicológica, para trabajar honestamente, consolidar el patrimonio material, disfrutar a la familia, asistir a las escuelas, acudir a los servicios de salud y manifestar la fe.

“Nadie tiene derecho a matar, abusar sexualmente, robar, mentir, esclavizar; mucho menos a convertirlo (la violencia) en un negocio o en un medio de intimidación”.

En declaraciones anteriores, el arzobispo emérito Salvador Rangel Mendoza, reveló que los obispos trataron de mediar entre los dos grupos que causaron la crisis del transporte en la capital del estado,  Los Ardillos y Los Tlacos, sin resultados.

Luego, indicaron que los mismos jefes delictivos pactaron una tregua, a través de un sacerdote, donde se distribuyeron ciudad y los giros comerciales que manejan.

El jueves pasado comenzó a regularizarse el servicio del transporte, sin haber llegado a la normalidad hasta este domingo.

Tampoco lo mencionan pero antes que Chilpancingo, este año, en Acapulco, en Zihuatanejo y en Taxco, hubo ataques a transportistas que provocaron la suspensión temporal del transporte público, en consecuencia, afectando las clases de todos los niveles y la economía local.

En el comunicado de ayer, la institución religiosa además expresó confianza de que, “ayudados por la Misericordia Divina, podremos alcanzar la justicia y la paz para esta tierra bendecida con la presencia de nuestra Madre Santísima, la Virgen de Guadalupe”.

Oraron por el bienestar, el respeto, la dignidad y la vida de todas las personas. “A todos los que sufren las consecuencias de la violencia, nuestra oración y nuestro consuelo. A todos los que luchan por la paz, nuestro reconocimiento. A todos los hombres y mujeres de buena voluntad”.

 

Ocho asesinados en la crisis del transporte 

El sábado 3 de febrero, un taxista fue asesinado a balazos en la colonia Bosques del Oriente en Chilpancingo, en la parte alta de la Ignacio Manuel Altamirano.

El domingo 4, un chofer de una Urvan de la ruta de San Mateo- Mercado fue asesinado cuando circulaba sobre la calle Zaragoza de la colonia Los Sauces, cerca del Centro de Chilpancingo.

El lunes 5, desde las 6 de la mañana hubo una serie de ataques donde mataron a cuatro choferes, uno de ellos fue calcinado en su vehículo.

En el sitio de Urvan Águilas Doradas de Chilapa, a un lado de la calle Benito Juárez, cerca del mercado central Baltazar R. Leyva Mancilla, dispararon un  conductor , Ernesto, que murió en atención médica.

A la misma hora, asesinaron al chofer de la ruta Chilpancingo-Petaquillas, Gilberto, afuera del mercado de Chilpancingo.

A las 7:30 de la mañana, interceptaron un taxi en el bulevar Petaquillas-Chilpancingo, a 500 metros del cuartel de la Guardia Nacional, cerca de un retén de la Policía del Estado, donde mataron al conductor, Arturo, y posteriormente incendiaron el taxi, con el cuerpo adentro.

A las 8:30 fue asesinado el chofer de la ruta Las Torres-Mercado, Reynaldo, en la calle principal del fraccionamiento Las Torres, atrás del Recinto de las Oficinas del Poder Ejecutivo, cuando conducía la Urvan.

Una semana después, el martes 13, hubo otro ataque en la una base de Urvan de la colonia Javier Mina, al norte de la ciudad, donde mataron al conductor, Alejandro,  y un hombre quedó herido, alrededor de las 7 de la noche.

Además, el viernes 9 de febrero el agente de la Subsecretaría de Tránsito Municipal de Chilpancingo, José Agustín Maldonado, quien fue el titular de la Subsecretaría en el gobierno de Antonio Gaspar Beltrán, fue asesinado a balazos en el fraccionamiento Virreyes.

 

Sigue la Iglesia abierta al diálogo para que termine la violencia, dice obispo

El obispo José de Jesús González Hernández pidió a las autoridades garantizar que no haya extorsiones contra peregrinos y flagelantes esta Semana Santa en Taxco.

Reiteró que el clero de Guerrero sigue abierto al diálogo con las organizaciones criminales  para que cese la violencia.

Al concluir la misa de la una de la tarde en la catedral de Chilapa, se refirió al comunicado de los cuatro obispos y dijo que “se necesita poner un granito de arena de nuestra parte, porque hay mucho miedo. Hay mucha gente que está sufriendo, que no puede salir a trabajar, porque les cobran (derecho de piso). La gente se desespera y puede hasta usar violencia”, justificó.

Al prelado se le preguntó si al igual que en 2023, pedirá, junto al obispo emérito Salvador Rangel, a líderes de la organización criminal La Familia Michoacana, una tregua para que en Taxco se desarrolle la Semana Santa, tras el intento de extorsión que denunciaron flagelantes.

“Sí, ya nos adelantamos diciéndoles a los fieles que no dejen de hacer la Semana Santa. A los mayordomos, a las hermandades, les hemos pedido que se preparen”.

También se refirió a las autoridades municipales, estatales y federales. “Pediríamos a las autoridades que vigilen que no haya extorsiones, sobre todo a los peregrinos, flagelantes y a los mismos que hacemos la Semana Santa, que garanticen la seguridad”.

Añadió: “A nuestros hermanos, pues que no roben de esa manera, de ninguna manera y menos en las cosas sagradas, que no interfieran en la oración, porque con la oración Dios perdona a todos y si no hacemos oración nos va mal a todos”.

–¿Habrá otro intento de parte del clero, para dialogar con organizaciones criminales en busca de paz? –se le planteó.

“Nosotros estamos abiertos al diálogo. Vamos a abrir nuestras agendas para poder seguir tejiendo la paz. El papa Francisco nos dijo que seamos artesanos, y si no sale la artesanía una vez, seguiremos intentando”, respondió.

En la región Norte operan las organizaciones delictivas La Bandera, Los Tlacos o Cartel de la Sierra y La Familia Michoacana.

Apenas el 16 de febrero, en Taxco fue atacado con fusiles Ak 47 el alcalde Mario Figueroa Mundo, quien viajaba en una camioneta y resultó ileso y muerto uno de los agresores.

La Secretaría de Seguridad Pública estatal atajó las versiones acerca de las posibles lesiones del alcalde, con un comunicado que indicaba que el atentado fue circunstancial, porque sus agresores regresaban de asaltar una pollería.

 

Texto: Lourdes Chávez y Luis Daniel Nava / Foto: Luis Daniel Nava