Aún no se cumple con las expectativas de recuperación económica tras el huracán Otis, pero se alegran de que haya trabajo en esta temporada, dicen comerciantes
Acapulco, Guerrero, 28 de marzo de 2024. Cientos de turistas nadaron, bebieron, comieron y disfrutaron en una recuperada playa Revolcadero este miércoles, el tercer día de las vacaciones de Semana Santa y a un día del Jueves Santo.
Comerciantes de la zona comentaron que aún faltan turistas para cumplir con las expectativas de recuperación económica, pero les alegra que haya trabajo durante esta temporada vacacional, a cinco meses del paso del huracán Otis.
Y es que las palapas de madera y palma, y que fueron reinstaladas a orilla de playa después de que el huracán Otis arrasó con ellas, estaban a la mitad de su capacidad a mediodía de ayer, no todas las mesas tenían clientes y los meseros estaban aún expectantes de los que llegaban.
El precio de la renta de sillas es de 200 pesos sin límite de tiempo, aunque a las 6:30 de la tarde, los trabajadores comienzan a levantar el mobiliario de playa. Algunas pequeñas sombrillas eran colocadas cerca del oleaje.
Sin embargo, el estacionamiento estaba lleno y varios autobuses turísticos copaban los espacios a orilla de banqueta, mientras que los carros buscaban los escasos cajones que aún sobraban, incluso cerca de las escaleras que descienden a la arena.
Los turistas de ayer que principalmente provienen del Estado de México, Ciudad de México y Morelos, llegaban en sus carros e inmediatamente eran abordados por los meseros de distintos negocios para ofrecer sus servicios de comida y bebida.
Los adultos mayores, una de ellas en silla de ruedas, disfrutaban de la vista hacia el mar bajo la sombra que le brindaba una palapa, mientras que sus familiares comían unas botanas y mariscos y bebían unas cervezas bien frías para calmar el calor.
Y es que a pesar de que corría algo de viento y en los últimos días el municipio atraviesa por un atípico clima gélido, el sol de la una de la tarde hacía sudar a los turistas acostumbrados a temperaturas menores, y que se refrescaban con el agua.
El oleaje no tan intenso al que pudo llegar el mar abierto de la playa Revolcadero este miércoles, permitió que los niños corrieran en la arena mientras que otros construían castillos con las cubetas y las palas de plástico que ofrecían algunas vendedoras ambulantes.
Al fondo aún se ven los condominios dañados de la zona Diamante que siguen en proceso de reconstrucción y algunos parecen no tener ningún avance desde la catástrofe del 25 de octubre pasado.
Un trabajador que da clases de surf comentó que a él sí le afecta que estén todavía cerrados los condominios a donde llegan sus clientes con alto valor adquisitivo y que buscan este tipo de servicios turísticos. Dijo que la mayoría de los visitantes de ayer eran dueños de las casas construidas alrededor de la zona Diamante.
La renta de la tabla de bugui también es uno de los grandes atractivos de la playa Revolcadero, el costo de ayer era de 100 pesos sin límite de tiempo, comentó uno de los varios prestadores de servicios turísticos que se dedican a este negocio en esta parte de Acapulco. Se observó a varios jóvenes intentar sortear las constantes olas que se forman en esta parte del mar.
Texto: Ramón Gracida Gómez / Foto: Jesús Trigo
