27 febrero,2024 4:09 am

En misa en Tlacotepec, sacerdotes piden al gobierno que ayude a mantener la paz

Lenin Ocampo Torres

Tlacotepec

 

Con una misa en Tlacotepec, cabecera municipal de Heliodoro Castillo, la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa celebró la tregua entre los grupos delincuenciales la Familia Michoacana y Los Tlacos, y pidió que el gobierno ayude a mantener la paz y seguir construyendo el tejido social “para que no se sigan cobrando más vidas”.

Ayer, a las 6 de la tarde, se llevó a cabo una homilía afuera de la iglesia de Santiago Apóstol en el centro de la localidad, donde asistieron al menos 500 pobladores para escuchar el mensaje de la Iglesia católica, a la cual no acudió el obispo José de Jesús González.

Durante la misa el padre de la Catedral de Chilpancingo, Benito Cuenca, hizo un llamado a los grupos a que sigan manteniendo la paz “porque ya no queremos mostrarle a Dios rostros de hermanos que sufren, que lloran, que viven en la desesperanza y el desconsuelo”.

“Tenemos que dialogar, tenemos que ponernos de acuerdo, tenemos que buscar los mecanismos, pero dialogando, no en conflicto, no en confrontación, dialogando, por eso hoy me ha dado mucho gusto ver como las partes en conflicto se han esforzado porque también han visto el dolor de sus hermanos, que lloran que sufren y en ese sentido creo que la labor que ha hecho la Iglesia a través de los obispos, a través de los sacerdotes es muy loable”, expresó el cura.

Pidió que las autoridades estatales ayuden “a fortalecer el tejido social que se ha dañado mucho, que ha costado vidas, que ha llenado de luto a muchas familias”.

A la misa acudieron pobladores vestidos de blanco, algunos con globos en las manos y en varios puntos se observaba letreros con alusión a la paz.

“Queremos seguir como Iglesia abonando a la paz, queremos también que las autoridades de los tres niveles también redoblen esfuerzos para que esta paz se vaya consolidando en nuestras comunidades, en nuestras entidades federativas, así como nosotros lo estamos haciendo en nuestras diócesis”, dijo ante la multitud al terminar de leer el evangelio.

La homilía se celebró cinco días después de que se dio a conocer una tegua entre la FM y Los Tlacos, que tenían más de un año peleando los territorios en la sierra de San Miguel Totolapan y donde finalmente con la intervención de la Iglesia llegaron a un acuerdo de un cese al fuego.

Finalmente, el representante del obispo pidió a los asistentes que encendieran las luces de sus celulares para mostrarle a los grupos que lo que más se anhela en las comunidades es la paz y que se “continúe el diálogo antes de las armas, que se depongan las armas como un método de someter la voluntad de uno del otro, sino que puedan acceder al diálogo que hasta a ellos les sale mucho más barato que entrar en una guerra”.

Por su parte el padre Filiberto Velázquez Florencio, expresó que para seguir manteniendo la paz el gobierno estatal también debe aportar “su granito de arena para poder seguir dialogando (con los grupos)”.

“Porque el conflicto va a seguir, indudablemente, el conflicto existe porque son grupos de intereses, lo que diferencia es que ahora no lo van a arreglar con las armas o con el fuego, sino con el diálogo, entonces eso es la diferencia, hubo un tiempo sin homicidios dolorosos en Chilpancingo y esperemos que no haya”, declaró a los medios al finalizar la misa.

El también presidente del Centro de Derechos Humanos Minerva Bello especificó que la tregua solamente es en los lugares donde operan los grupos de la FM, Los Ardillos y Los Tlacos, “donde están los dominios de estos tres grupos que es una extensión bastante, nos faltaría trabajar en la Costa Grande, ha habido comunicación con alguno de estos grupos que pidieron que vayamos a intervenir de aquel lado, tenemos que pensar cómo podemos hacerle, pero sí quisiéramos pacificar todo el estado”.

En la Costa Grande y parte de la región Sierra, los grupos de Los Maldonado, Los Granados y Los Arreola mantienen una guerra por el control del territorio contra la Familia Michoacana, principalmente en el municipio de Petatlán.

La misa terminó a las 7 de la noche, donde con pirotecnia y comida celebraron la tregua de los grupos de la delincuencia que después de varios meses llegaron a un acuerdo de pacificación, donde cada quien va a respetar su territorio.