Viven en pobreza 2 millones 173 mil guerrerenses, el 60.4% de la población

Ramón Gracida Gómez

El estado de Guerrero suma 2 millones 173 mil personas que viven en situación de pobreza, de acuerdo con la más reciente medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que fue dada a conocer este jueves.
Esta cifra representa el 60.4 por ciento de la población del estado en 2022, y es el segundo porcentaje más alto del país, sólo es más pobre la población de Chiapas, con 67.4 por ciento.
En 2020, el número de guerrerenses en condiciones de pobreza era de 2 millones 363.2 mil, que representaron el 66.4 por ciento del total de la población. Esto significa que en dos años, 189.9 mil personas salieron de la pobreza, y en términos porcentuales, la reducción es de 6 puntos menos.
La pobreza extrema también bajó. El total de personas en esta condición pasó de 907.6 mil a 800.5 mil, es decir, 107.1 mil habitantes menos de 2020 a 2022.
El porcentaje disminuyó, en el mismo periodo, de 25.5 a 22.2 por ciento, o sea, 3.3 puntos porcentuales menos. Aun así, Guerrero sigue siendo la segunda entidad del país con el mayor porcentaje de esta condición extrema de carencias.
En cambio, la carencia por acceso a los servicios de salud aumentó de 33.5 a 52.7 por ciento de la población, es decir, un millón 899.1 mil personas reportan que no ejercen este derecho. También el rezago educativo subió de 26.6 a 28.8 por ciento, este último porcentaje representa un millón 37.6 guerrerenses.
El Coneval define la pobreza como la condición que presenta una persona con al menos una carencia social, es decir, sin acceso a alguno de los derechos de educación, salud, seguridad social, vivienda y alimentación; además, que tiene un ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos, o sea, un ingreso mensual insuficiente para adquirir alimentos, bienes y servicios necesarios, conglomerados éstos en las canastas alimentaria y no alimentaria.
Por su parte, la pobreza extrema es la situación de la persona con un ingreso insuficiente para adquirir la canasta alimentaria y que presenta al menos tres carencias sociales.
En su comunicado de prensa, el Coneval destacó la comparación entre 2018 y el año pasado, porque “permite tomar en cuenta las implicaciones económicas y sociales de la pandemia”. Entre 2018 y 2022, el porcentaje de la población de México que vive en pobreza pasó de 41.9 a 36.3 por ciento, que en términos nominales es de 51.9 a 46.8 millones de personas.
En cambio, apunta el Coneval, el porcentaje de la población en pobreza extrema “permaneció en niveles similares” al reportar 7 por ciento en 2018 y 7.1 en 2022. Esto significó que el número subió de 8.7 a 9.1 millones de personas en esta condición.
La información publicada este jueves por el organismo público muestra las cifras de pobreza desde 2016, y así cada año, hasta llegar a 2022.
El análisis multidimensional de la pobreza que realiza el Coneval se basa en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que fue dada a conocer a finales de julio pasado.
En 2016 eran 2 millones 318.3 mil guerrerenses en situación de pobreza, es decir, el 66.8 por ciento de la población. En 2018, el porcentaje subió ligeramente a 67.9 por ciento, que significaron 2 millones 378.5 mil personas en esta condición.
El primer año en que se ooreportó una disminución de la pobreza en el estado fue 2020, porque el porcentaje descendió a 66.4 por ciento, pero en el total sólo se reflejó en 15.3 mil personas menos, puesto que finalmente eran 2 millones 363.2 mil habitantes.
Esta vez, la reducción de la pobreza es más acentuada, pues se pasó de 66.4 por ciento en 2020 a 60.4 por ciento en 2022, es decir, 6 puntos porcentuales menos. En otros términos, la población en esta situación pasó de 2 millones 363.2 mil a 2 millones 173.3 mil guerrerenses, o sea, 189.9 mil personas pobres menos.
En cuanto a la pobreza extrema, el porcentaje reportado en 2016 era de 23.2 por ciento, que son 805.5 mil personas, y subió dos años después a 26.9 por ciento, 943.4 mil personas.
En 2020, la población de Guerrero en esta condición representó 25.5 por ciento y en 2022 es de 22.2 por ciento, entonces fueron 3.3 puntos porcentuales menos. Es decir, 107.1 mil guerrerenses salieron de la pobreza extrema, pues se pasó de un total de 907.6 mil a 800.5 mil personas.
El 60.4 por ciento de pobreza y el 22.2 por ciento de pobreza extrema que reporta Guerrero lo mantienen como el segundo estado más pobre de México. Chiapas sigue, como en 2020, en el primer lugar, ahora con el 67.4 por ciento de su población en pobreza y el 28.2 por ciento en pobreza extrema. Oaxaca está en tercer lugar, con el 58.4 por ciento de su población en pobreza y el 20.2 por ciento en pobreza extrema.
Algunos de los indicadores de carencia social muestran mejorías y en otros, deterioros. Entre estos últimos se encuentra el rezago educativo, que mide la asistencia social y la educación obligatoria, que significa concluir la educación media superior. Son un millón 37.6 mil guerrerenses con rezago educativo, es decir, el 28.8 por ciento. En 2020 eran 945.1 mil personas, el 26.6 por ciento, lo que significa que hubo un aumento de esta carencia de 2.2 puntos porcentuales, es decir, 92.5 mil personas más.
El porcentaje de 2016 fue de 26 puntos y de 2018 de 25.8 puntos. El total del país con rezago educativo pasó de 23.5 millones a 25.1 millones de mexicanos, de 2018 a 2022, y en porcentaje de 19.0 a 19.4 puntos.
La carencia por acceso a los servicios de salud es la situación en la que se encuentra una persona que no está adscrita al IMSS, ISSSTE, Pemex, Ejército o Marina, a servicios médicos privados, no está inscrito al Seguro Popular o no reportó tener derecho a recibir los servicios que presta el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
En el análisis de esta carencia, Coneval señala que “la reconfiguración institucional del sistema de salud, enfocado a las personas sin seguridad social, aún está en curso” y menciona la creación del IMSS-Bienestar y la desaparición del Insabi. El Coneval destacó que el porcentaje del país subió de 16.2 a 39.1 por ciento de 2018 a 2022.
El porcentaje de guerrerenses que reportó tener carencia de salud aumentó de 33.5 por ciento en 2020 a 52.7 por ciento en 2022, 19.2 puntos más, y que representó subir de un millón 191.4 mil a un millón 899.1 mil personas, 707.7 mil personas más del estado.
La carencia por calidad y espacios de vivienda, de piso de tierra, techos y muros de material endeble y hacinamiento, pasó de 25.9 a 26.9 por ciento de 2020 a 2022, es decir, de 923.3 mil a 969.8 mil personas.
La carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda, como agua, drenaje, electricidad, bajó de 56.3 a 53.9 por ciento, o sea, de 2 millones 3.1 mil a un millón 941.5 mil guerrerenses.
La carencia por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad, es decir, limitación de consumo de alimentos, también descendió de 36.1 a 31.5 por ciento, es decir, de un millón 283 mil a un millón 133.7 mil habitantes de Guerrero.
Por último, la carencia por acceso a la seguridad social, que es la población que trabaja sin prestación laboral, pasó de 73.5 a 71.6 por ciento, o sea, de 2 millones 616.2 mil a 2 millones 579.2 mil guerrerenses.

 

Hay 2 millones 173 mil guerrerenses en situación de pobreza, reporta Coneval

 

Viven en pobreza 2 millones 173 mil guerrerenses, el 60.4% de la población

El Coneval informa que el estado se ubica en el segundo lugar nacional de los más pobres, sólo después de Chiapas que tiene 67.4%. En dos años, 189.9 mil personas salieron de la pobreza en Guerrero, y en términos porcentuales la reducción es de 6 puntos, indica el organismo

Ramón Gracida Gómez

El estado de Guerrero suma 2 millones 173 mil personas que viven en situación de pobreza, de acuerdo con la más reciente medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que fue dada a conocer este jueves.
Esta cifra representa el 60.4 por ciento de la población del estado en 2022, y es el segundo porcentaje más alto del país, sólo es más pobre la población de Chiapas, con 67.4 por ciento.
En 2020, el número de guerrerenses en condiciones de pobreza era de 2 millones 363.2 mil, que representaron el 66.4 por ciento del total de la población. Esto significa que en dos años, 189.9 mil personas salieron de la pobreza, y en términos porcentuales, la reducción es de 6 puntos menos.
La pobreza extrema también bajó. El total de personas en esta condición pasó de 907.6 mil a 800.5 mil, es decir, 107.1 mil habitantes menos de 2020 a 2022.
El porcentaje disminuyó, en el mismo periodo, de 25.5 a 22.2 por ciento, o sea, 3.3 puntos porcentuales menos. Aun así, Guerrero sigue siendo la segunda entidad del país con el mayor porcentaje de esta condición extrema de carencias.
En cambio, la carencia por acceso a los servicios de salud aumentó de 33.5 a 52.7 por ciento de la población, es decir, un millón 899.1 mil personas reportan que no ejercen este derecho. También el rezago educativo subió de 26.6 a 28.8 por ciento, este último porcentaje representa un millón 37.6 guerrerenses.
El Coneval define la pobreza como la condición que presenta una persona con al menos una carencia social, es decir, sin acceso a alguno de los derechos de educación, salud, seguridad social, vivienda y alimentación; además, que tiene un ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos, o sea, un ingreso mensual insuficiente para adquirir alimentos, bienes y servicios necesarios, conglomerados éstos en las canastas alimentaria y no alimentaria.
Por su parte, la pobreza extrema es la situación de la persona con un ingreso insuficiente para adquirir la canasta alimentaria y que presenta al menos tres carencias sociales.
En su comunicado de prensa, el Coneval destacó la comparación entre 2018 y el año pasado, porque “permite tomar en cuenta las implicaciones económicas y sociales de la pandemia”. Entre 2018 y 2022, el porcentaje de la población de México que vive en pobreza pasó de 41.9 a 36.3 por ciento, que en términos nominales es de 51.9 a 46.8 millones de personas.
En cambio, apunta el Coneval, el porcentaje de la población en pobreza extrema “permaneció en niveles similares” al reportar 7 por ciento en 2018 y 7.1 en 2022. Esto significó que el número subió de 8.7 a 9.1 millones de personas en esta condición.
La información publicada este jueves por el organismo público muestra las cifras de pobreza desde 2016, y así cada año, hasta llegar a 2022.
El análisis multidimensional de la pobreza que realiza el Coneval se basa en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que fue dada a conocer a finales de julio pasado.
En 2016 eran 2 millones 318.3 mil guerrerenses en situación de pobreza, es decir, el 66.8 por ciento de la población. En 2018, el porcentaje subió ligeramente a 67.9 por ciento, que significaron 2 millones 378.5 mil personas en esta condición.
El primer año en que se ooreportó una disminución de la pobreza en el estado fue 2020, porque el porcentaje descendió a 66.4 por ciento, pero en el total sólo se reflejó en 15.3 mil personas menos, puesto que finalmente eran 2 millones 363.2 mil habitantes.
Esta vez, la reducción de la pobreza es más acentuada, pues se pasó de 66.4 por ciento en 2020 a 60.4 por ciento en 2022, es decir, 6 puntos porcentuales menos. En otros términos, la población en esta situación pasó de 2 millones 363.2 mil a 2 millones 173.3 mil guerrerenses, o sea, 189.9 mil personas pobres menos.
En cuanto a la pobreza extrema, el porcentaje reportado en 2016 era de 23.2 por ciento, que son 805.5 mil personas, y subió dos años después a 26.9 por ciento, 943.4 mil personas.
En 2020, la población de Guerrero en esta condición representó 25.5 por ciento y en 2022 es de 22.2 por ciento, entonces fueron 3.3 puntos porcentuales menos. Es decir, 107.1 mil guerrerenses salieron de la pobreza extrema, pues se pasó de un total de 907.6 mil a 800.5 mil personas.
El 60.4 por ciento de pobreza y el 22.2 por ciento de pobreza extrema que reporta Guerrero lo mantienen como el segundo estado más pobre de México. Chiapas sigue, como en 2020, en el primer lugar, ahora con el 67.4 por ciento de su población en pobreza y el 28.2 por ciento en pobreza extrema. Oaxaca está en tercer lugar, con el 58.4 por ciento de su población en pobreza y el 20.2 por ciento en pobreza extrema.
Algunos de los indicadores de carencia social muestran mejorías y en otros, deterioros. Entre estos últimos se encuentra el rezago educativo, que mide la asistencia social y la educación obligatoria, que significa concluir la educación media superior. Son un millón 37.6 mil guerrerenses con rezago educativo, es decir, el 28.8 por ciento. En 2020 eran 945.1 mil personas, el 26.6 por ciento, lo que significa que hubo un aumento de esta carencia de 2.2 puntos porcentuales, es decir, 92.5 mil personas más.
El porcentaje de 2016 fue de 26 puntos y de 2018 de 25.8 puntos. El total del país con rezago educativo pasó de 23.5 millones a 25.1 millones de mexicanos, de 2018 a 2022, y en porcentaje de 19.0 a 19.4 puntos.
La carencia por acceso a los servicios de salud es la situación en la que se encuentra una persona que no está adscrita al IMSS, ISSSTE, Pemex, Ejército o Marina, a servicios médicos privados, no está inscrito al Seguro Popular o no reportó tener derecho a recibir los servicios que presta el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
En el análisis de esta carencia, Coneval señala que “la reconfiguración institucional del sistema de salud, enfocado a las personas sin seguridad social, aún está en curso” y menciona la creación del IMSS-Bienestar y la desaparición del Insabi. El Coneval destacó que el porcentaje del país subió de 16.2 a 39.1 por ciento de 2018 a 2022.
El porcentaje de guerrerenses que reportó tener carencia de salud aumentó de 33.5 por ciento en 2020 a 52.7 por ciento en 2022, 19.2 puntos más, y que representó subir de un millón 191.4 mil a un millón 899.1 mil personas, 707.7 mil personas más del estado.
La carencia por calidad y espacios de vivienda, de piso de tierra, techos y muros de material endeble y hacinamiento, pasó de 25.9 a 26.9 por ciento de 2020 a 2022, es decir, de 923.3 mil a 969.8 mil personas.
La carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda, como agua, drenaje, electricidad, bajó de 56.3 a 53.9 por ciento, o sea, de 2 millones 3.1 mil a un millón 941.5 mil guerrerenses.
La carencia por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad, es decir, limitación de consumo de alimentos, también descendió de 36.1 a 31.5 por ciento, es decir, de un millón 283 mil a un millón 133.7 mil habitantes de Guerrero.
Por último, la carencia por acceso a la seguridad social, que es la población que trabaja sin prestación laboral, pasó de 73.5 a 71.6 por ciento, o sea, de 2 millones 616.2 mil a 2 millones 579.2 mil guerrerenses.

En una semana suben 68.75% los casos de dengue en Guerrero, informa Salud federal

Van 417 enfermos, 54 más que los 363 registrados en la semana epidemiológica 30, y con respecto al mismo periodo de 2022 hay una diferencia de 237 pacientes. Siguen Tixtla y San Luis Acatlán como zona de alarma

Juan Luis Altamirano Uruñuela

Ciudad de México

El Sistema Especial de Vigilancia Epidemiológica de Dengue, informó que hasta la semana epidemiológica 31 de este año, la entidad tiene un acumulado de 417 casos de dengue.
Los datos presentados por la Secretaría de Salud a nivel federal, indican que el reciente corte de información, representa un incremento de 54 casos positivos de dengue en comparación con la semana 30, cuando se registraron 363 casos de la enfermedad.
El incremento de la semana 30 a la 31 es de 68.75 por ciento, mayor al que se tuvo de la semana 29 a la 30, cuando la dependencia reportó que la variación entre ambos periodos fue de 32 casos de dengue.
En la semana epidemiológica 31 de 2022, la Secretaría contabilizaba 180 casos acumulados de dengue en el estado, una diferencia de 237 casos positivos entre ambos periodos.
Hasta la semana 31 del presente año, el Sistema ha contabilizado dos defunciones confirmadas a causa del dengue, con una tasa de letalidad de 0.70 defunciones. De igual forma, se precisa que el corte de información de casos de dengue, incluye información recopilada hasta el 7 de agosto de 2023.
La dependencia precisa que la tasa de letalidad por casos confirmados de dengue, es por cada cien casos de dengue con signos graves de alarma más los casos confirmados de dengue grave.
La Secretaría de Salud contempla tres variantes de la enfermedad, el dengue no grave, mismo que no contempla signos de alarma, el dengue que presenta signos de alarma y el dengue grave.
En lo correspondiente a la semana epidemiológica 31, se identificaron 131 casos acumulados de dengue sin signos de alarma, un aumento de 23 respecto a la semana 30 cuando fueron 108. Además de una diferencia de 43 respecto a la misma semana de 2022, donde se reportaron 88 casos.
Sobre el dengue con signos de alarma, para la semana 31 se tuvieron 263 casos acumulados, 29 más de las que hubo en la semana 30 que reportó 234. Por su parte en el mismo periodo de 2022, fueron 75 casos con estas características.
La dependencia contabilizó 23 casos de dengue grave en Guerrero durante la semana 31, un aumento de dos respecto a la semana 30 y de seis en comparación con 2022.
El Sistema clasifica a los municipios según el número de casos confirmados de dengue que presenten. En el punto de zona de epidemia, aparece Huamuxtitlán y Tlacoachistlahuaca.
En el caso de Huamuxtitlán, se contabilizan siete casos de dengue no grave y siete casos de dengue con signos de alarma y dengue grave. Por su parte, Tlacoachistlahuaca no tiene casos de dengue no grave, pero presenta 21 casos acumulados de dengue con signos de alarma y dengue grave.
En el apartado de zona de alarma, Tixtla cuenta con ocho casos de dengue no grave y 16 casos de dengue con signos de alarma y grave. San Luis Acatlán está considerado en el mismo apartado, con dos casos de dengue sin signos de alarma y 17 casos de dengue con signos de alarma y grave.
El resto del territorio guerrerense es catalogado como zona de seguridad, donde se tienen 114 casos de dengue sin signos de alarma y 225 casos de dengue con signos de alarma y grave.
 

El costo de la violencia en Guerrero fue 38 mil pesos por persona en 2022, indica un estudio

Juan Luis Altamirano Uruñuela

Ciudad de México

De acuerdo con el Índice de Paz México 2023, presentado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), para el estado de Guerrero el impacto económico que tuvo la violencia en 2022, fue de 38 mil 010 pesos por persona.
En el informe se indica que para 2022, el impacto económico de la violencia en el estado de Guerrero, fue de alrededor 326 mil 300 millones de pesos constantes. De igual forma el costo económico de la violencia en el Producto Interno Bruto (PIB) de la entidad, es 32.5%.
El IEP analizó el impacto económico de la violencia desde 2015 hasta 2022. La cifra más reciente es la más baja en cinco años y la cuarta de menor nivel desde que se hace el conteo, además de una reducción de 28 mil 900 millones de pesos constantes respecto a 2021, cuando fueron 354 mil 300 millones de pesos.
El año con mayor impacto económico a causa de la violencia en dicho estudio fue 2020, cuando reportaron 445 mil 300 millones de pesos en Guerrero, mientras que el más bajo fue 2015 con 176 mil 400 millones de pesos
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los precios constantes son el “resultado de una operación que consiste en quitar el efecto de la inflación sobre los precios, por lo que también se les conoce como precios reales”.

Guerrero, el estado más débil para sostener la paz

Como parte del análisis, se presenta el Índice de Paz Positiva México (IPPM), misma que la definen como las “actitudes, instituciones y estructuras que crean y sostienen sociedades pacíficas”.
Para el IEP, durante 2022 el estado de Guerrero fue considerada como la paz positiva más débil a nivel nacional, obteniendo 4.122 de calificación en dicho ámbito, un punto más que la media del país que fue 3.123.
El Índice destaca los municipios con las tasas de homicidios más altas y bajas en 2022. Acapulco e Iguala aparecen entre los municipios con mayor tasa de homicidio.
“Naturalmente, los estados menos pacíficos de México albergan muchos de los municipios menos pacíficos. Sin embargo, puede haber grandes diferencias en los niveles de violencia dentro de los estados”.
Iguala es 11 a nivel nacional y con una tasa de 90.6, además de reportar 117 homicidios. Por su parte, Acapulco ocupa la posición 19 con una tasa de 60.6 y 441 casos de homicidios. El IEP aclara que la tasa municipal de los homicidios presenta ajustes y puede presentar una diferencia.
“La tasa municipal de homicidios ha sido estimada ajustando la tasa de casos de homicidios municipales con base en las discrepancias a nivel estatal entre el número registrado de víctimas y el número registrado de casos”, explican.
De igual forma destacan que Guerrero es tercer lugar nacional en número de policías asesinados en 2022, con 24 casos reportados, además de especificar que en el país la cifra es 403.
“En 2022, la mayoría de los asesinados (63%) fueron policías municipales, seguidos de policías estatales (33%) y miembros de la Guardia Nacional (4%)” acota el Índice de Paz 2023.
El IEP menciona que de 2015 a 2022, se han presentado dos mil 191 casos registrados de personas desaparecidas o extraviadas en el estado de Guerrero, ocupando la doceava posición a nivel nacional.
En el documento destacan que Guerrero, Sinaloa, Durango, Baja California Sur y Tamaulipas han experimentado una mejora general en los últimos ocho años en temas relacionados con la seguridad.
 

La aprobación de la cuenta pública del 2020 no exime de la solventación de observaciones

Rosalba Ramírez García

Chilpancingo

El secretario de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública del Congreso local, Ociel Hugar García Trujillo afirmó que independientemente de la aprobación que ya realizó el pleno de la cuenta pública 2020, los entes fiscalizables tienen la responsabilidad de continuar con la solventación de las observaciones detectadas, y que los dichos del morenista Jacinto González Varona en contra son “politiquería”.
También adelantó que tomarán en cuenta la propuesta de “colocar candados” a la Ley de Egresos para el ejercicio fiscal 2023, para limitar las facultades del Ejecutivo estatal para reorientar los recursos aprobados por el pleno del Poder Legislativo.
En declaraciones telefónicas, consultado por las críticas que el morenista Jacinto González Varona respecto a que no se analizó la cuenta pública más allá de lo que les entregó el ente fiscalizable, y no se sancionarían irregularidades, el perredista recordó que además de ser secretario de esta comisión, también es vocal de la Comisión de Vigilancia y Evaluación de la Auditoría Superior del Estado (ASE) y que en ambas fue analizada la Cuenta Pública.
También recordó que ambas comisiones están conformadas de manera plural y es precisamente el grupo parlamentario de Morena el que tiene más representantes en ambas, dos en cada una, mientras que el PRI y el PRD solo tienen un espacio en cada una de estas, y el PT y el PVEM uno.
Ociel Hugar García consideró que el diputado y presidente de Morena debe hablar primero con su grupo parlamentario antes de llevar el tema a tribuna, “el problema es que no está acá ni está allá, viene llegando y cree que todo mundo navega sobre su mismo análisis, entonces en este momento cualquier comentario de Jacinto es inapropiado”, porque el análisis se realizó al interior de la Comisión.
Abundó que si los planteamientos que se realizaron en tribuna no se llevaron al análisis que realizó la Comisión, entonces “es meramente político, él debe hablarlo con los diputados de su partido, que les explique, porque la comisión si hace su trabajo”.
Consideró que “una persona como Jacinto que se va a enterar si va y viene, anda aquí y allá, quiere ser juez y parte, y anda de manera irresponsable brincando de lugar en lugar”.
Apuntó que la postura que González Varona llevó a tribuna “es más politiquera que de análisis, porque lo que debiera de hacer es platicar con la presidenta de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública (Estrella de la Paz Bernal) que es de su partido, de cómo está el asunto, pero si lo vierte sin conocimiento de causa entonces es solo politiquería que se las gasta el solo”.
Se le preguntó por qué a pesar de estas más de mil 400 observaciones pendientes por solventar, se aprobó un dictamen por el que se aprueba la cuenta pública el cual se llevó y se aprobó por el pleno. Respondió que “las observaciones de la ASE no inhibe el que se le dé tratamiento, que en los pliegos de observaciones no se puedan deslindar”.
Apuntó que el proceso de solventación continúa, independientemente de que en el Congreso se haya aprobado ya la Cuenta Pública.
Respecto a la revisión de la propuesta de Ley de Egresos para Guerrero para el ejercicio fiscal 2023, comentó que tras la glosa del primer año del gobierno estatal, la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública se instalará de manera permanente para el análisis de la propuesta.
También buscarán reunirse con todos los titulares de las dependencias del gobierno estatal para conocer las acciones de gobierno para las que se está presupuestando recurso público.
Al secretario de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública se le preguntó si se tomará en cuenta la propuesta que planteó en tribuna el morenista Efrén López Cortés respecto a que se revise y en su caso se modifique el artículo 56 de la ley de egresos para que el Poder Ejecutivo no tenga la facultad total de realizar los ajustes y reorientaciones presupuestales de las obras establecidas en el anexo 21-A, y que éstas sean notificadas al Congreso local para que revise, discuta y en su caso las apruebe, y estos cambios se realicen solo en caso de contingencias o emergencias no previstas.
García Trujillo dijo que esta propuesta no se ha discutido al interior de la comisión “pero creemos que sí es importante que una vez que se apruebe el presupuesto por el Congreso del estado, no pueda cambiarse sobre todo a lo que se mandata por el pleno”.
Apuntó que discutirán la posibilidad de “establecer algunos candados que beneficien a todos, tanto a la sociedad como al gobierno del estado” y que los cambios que se planteen realizar sean revisados por el Poder Legislativo.