Se está aplicando “un cerco sanitario fuerte”, asegura la secretaria de Salud

Aurora Harrison

La secretaria de Salud, Aidé Ibarez Castro, declaró que se está poniendo cal a los montones de basura que se encuentran en las calles y mercados de la ciudad; además, dijo que no hay un brote de diarrea, pero aumentaron en un 25 por ciento los problemas respiratorios.
Este martes, en declaraciones en el zócalo, donde supervisó el módulo de salud, llamó al 10 por ciento de los trabajadores de la Jurisdicción Sanitaria 7, que no se han presentado a trabajar, a que lo hagan pues la población necesita atención.
De la basura dijo: “Estamos trabajando fuerte en ese sentido, llegaron 50 camiones para echar la basura. Se están manejando los riesgos de la salud, se está echando cal a los mercados donde se echó a perder la carne. En las calles se está haciendo un cerco sanitario fuerte, clorando el agua, de dónde se va a llenar la pipa le ponen el cloro, para que se distribuya a la sociedad”.
Por ello, pidió a la población que “nos ayuden, si manejan la basura y andan jalando árboles a qué tengan cuidado” porque hay material de construcción, “que es lo que más tenemos, que tengan cuidado porque las serpientes pueden estar ahí, los alacranes, que tengan cuidado y sepan que hay suero anti alacrán”.
Aseguró que “no hay un brote de diarrea y las enfermedades respiratorias nos aumentaron un 25 por ciento a lo que había antes del huracán. Hay traumatismos, fracturas, e incluso ayer tuvimos una picadura por víbora, pero como tenemos el suero, no hubo problemas”.
Ibarez Castro indicó que la atención de primer nivel ya se restableció y que en el hospital de El Quemado se tuvo una reunión, el lunes, para la reactivación de los servicios dañados, como los rayos X, laboratorios y “hay el compromiso con la dirección administrativa y los trabajadores, para reactivar y con el estado, para poder invertir en lo que hace falta para reactivar el sistema de salud”.
“La clínica de hemodiálisis ya se echó andar, ya se resolvieron los problemas, pero es insuficiente, porque el ISSSTE tiene la suya, algunos están concesionados con el IMSS, pero como es un solo esfuerzo, se están canalizando para Chilpancingo y otros lugares”, dijo.
Explicó que después de Otis, el problema que tuvieron fue con las enfermedades crónico degenerativas, porque se quedaron sin medicamentos los más de 400 enfermos que están bajo tratamiento.
De la plantilla laboral dijo: “Todavía faltan compañeros, que tal vez hayan tenido algún problema, pero los invitamos a que se incorporen a sus centros de trabajo, porque es su trabajo y ellos tienen que cuidar su trabajo. Es como el 10 por ciento de los trabajadores”.
“Son como 2 mil 700 trabajadores que tiene la jurisdicción de Acapulco. Estamos haciendo el llamado para que cuiden su trabajo, que nos da el salario, que tenemos que trabajar”, enfatizó la funcionaría.

La gente sufre insomnio, estrés y ansiedad, asegura encargada de caravanas

La coordinadora de las caravanas móviles de la Secretaría de Salud, Alejandra León Pérez, dijo que luego del impacto del huracán Otis, la gente sufre de insomnio, estrés y ansiedad, así como enfermedades nerviosas.
Indicó que han visto muchos pacientes que tienen problemas emocionales, por la situación que se dio con el huracán Otis, el antes y después, “todo lo que han venido viviendo las familias, sus pérdidas materiales y algunas sus pérdidas familiares”.
Dijo que en las consultas se han encontrado muchos problemas de insomnio, aparte de la ansiedad y enfermedades nerviosas. Dijo que eso es independiente de las enfermedades infecciosas, que se dan por la situación ambiental persistente.
Además, dijo la doctora que hay enfermedades gastrointestinales, como infecciones diarréicas agudas, problemas respiratorios agudos, así como dermatitis y conjuntivitis, que son las enfermedades que más han estado atendiendo, debido al polvo que ha generado la basura.
Indicó la funcionaria que ante ello, recomendó consumir agua potable, desinfectar todos los alimentos y que use cubrebocas. Dijo que en Renacimiento hay demasiado polvo y las “infecciones respiratorias y gastrointestinales están muy presentes”.
Informó que durante cuatro días estarán instalados en la secundaria 9 de Renacimiento, donde darán diversas consultas, así como tendrán servicio de farmacia y laboratorio.
Indicó que diariamente entregarán 80 fichas para acceder a los servicios de mastografías, electrocardiograma, ultrasonido pélvico y obstétrico, atención psicológica y dental, entre otras. Agregó que todos los estudios son gratuitos. (Karina Contreras).

 

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Sufren de ansiedad, déficit de atención y hay casos de drogadicción en familiares de desaparecidos

En los expedientes judiciales sólo hay datos proporcionados por los parientes, reprocha una madre en una posada para los menores de edad víctimas de la violencia

Lourdes Chávez

Chilpancingo

Ansiedad, déficit de atención y en algunos casos involucramiento con grupos de drogadictos para tratar de indagar sobre el paradero de su familiar desaparecido, son algunas de las secuelas de niños del Colectivo de Padres y Familiares de Desaparecidos, Secuestrados y Asesinados en el estado de Guerrero y el País.
Ayer los familiares hicieron una posada para los menores de edad en una salón, y una joven de 17 años compartió su experiencia a cinco años de la desaparición de su papá, José Vázquez Colebrina de 34 años, empleado del Ayuntamiento.
Mencionó que el ultimo día que habló con él fue como a las 9 de la mañana y le dijo por teléfono que tenía hambre, que le dijera a su mamá que preparara la comida. Cuando regresó de la secundaria su madre la recibió en casa y le dijo que tenía que ser muy fuerte, “porque mi papá había desaparecido”.
Aclaró que pidieron ayuda a las autoridades para encontrarlo sin respuesta ni resultados.
Una de las madres de familia aclaró que la información en los expedientes judiciales sólo hay datos proporcionados por los familiares, y la Policía Ministerial les dice abiertamente que les digan lo que sepan o escuchen sobre los desaparecidos.
La hija de José Vázquez, la mayor de cuatro hermanos de 17, 12, 9 y seis años dijo que, “siempre fui muy unida a mi papá, fue algo traumático, incluso traté de conocer amistades malas para saber algo de mi papá, por eso también estuve en peligro y tuve que irme. Un tiempo caí en depresión, probé las drogas y decidí salir adelante para ayudar a mis hermanos”.
La joven abandonó sus estudios de preparatoria y su mamá la envió con familiares al Estado de México porque puso su vida en peligro. Indicó que su mamá también intentó buscar información de su esposo hasta que recibió una llamada de amenaza, y sus hermanos “el más pequeño (ahora de 12 años) estuvo en el hospital, tuvo depresión y dejó de comer de tristeza, mi hermana (de 9) lloraba por las noches decía que los extrañaba, y el más pequeño piensa que está trabajando fuera. No le hemos podido decir”.
Agregó que el Ayuntamiento estuvo liberando el salario de su papá para su familia hasta el año pasado, y ahora la mamá debe trabajar de tiempo completo, “me hice cargo de mis hermanos, los ayudo a hacer tareas, les doy de comer”.
Otro menor de 13 años habló de la desaparición de su tío de 29, capitán de meseros del restaurante El Tecuán, hace seis años, hasta donde llegaron unas personas y se lo llevaron.
Mencionó que veían juntos la lucha libre en televisión y una de las consecuencias de esta desgracia familiar fue la separación de sus papás, “y de mis primas que se pusieron más tristes”.
La presidenta del colectivo, Guadalupe Rodríguez dijo que a pesar de las circunstancias esperan que los niños se olviden un momento de los problemas, que traten que de tener una vida normal.
Señaló que los adultos como los niños son víctimas de la desaparición forzada de sus familiares, no rinden en la escuela, comienzan a tener lento aprendizaje, sufren ansiedad y necesitan atención constante. Los padres o abuelos evitan llorar frente a ellos, “tenemos que mostrarles que la vida sigue, hay que sacar fuerzas de Dios para salir adelante, y luchar para que ellos sepan que hay una esperanza”.
Estimó que el colectivo en Chilpancingo tiene alrededor de 80 niños, hijos y familiares cercanos de personas desparecidas, la cifra se incrementó respecto al año pasado porque las familias se siguen integrando a la organización, para exigir verdad y justicia a las autoridades.
Exigió que el gobierno estatal “deje de aparentar que en Guerrero no pasa nada, cuando a diario hay muertos, muchachas desapareciendo y la autoridad no hace nada por abatir este problema tan grave que tenemos”.

En enero o febrero se reanudará la búsqueda de cuerpos en fosas: Los Otros Desaparecidos

La secretaria general del colectivo Los Otros Desaparecidos de Iguala, Adriana Bahena Cruz informó que el Plan de Búsqueda de fosas clandestinas se reanudará en enero o febrero tras las mesas de trabajo con los nuevos encargados de la Fiscalía Especial para Víctimas de Desaparición.
Ayer como cada martes más de 100 familiares de desaparecidos se reunieron en el predio en el que está contemplada la construcción de Ciudad Víctima, ahí se dio a conocer la suspensión de estas reuniones hasta el 9 de enero por las fiestas de fin de año. Después del mediodía los miembros del colectivo concluyeron la reunión informativa e hicieron una sencilla posada que organizaron ellos mismos, compartieron alimentos y los niños quebraron una piñata y les repartieron aguinaldos.
Adriana Bahena dio a conocer que tienen un registro de 176 niños, niñas y adolescentes que son hijos de desaparecidos, muchos de ellos son cuidados por su madre o por sus abuelos. Dijo que solicitarán a la Comisión Ejecutiva de Atención  Víctimas (CEAV) y a la Procuraduría General de la República (PGR) una atención especial de psicólogos para los niños y adolescentes para afrontar esa situación y evitar que sean presa de la delincuencia.
Del Plan de Búsqueda que se tenía contemplado en puntos señalados por testigos anónimos como posibles entierros, Bahena Cruz dijo que afectaron los cambios que hubo dentro de PGR durante este año y que ahora con el nombramiento de un nuevo fiscal especial para la Atención de Víctimas de Desaparición deberán tener nuevas mesas de trabajo para reprogramar las acciones en 2018.
Agregó que en algunos casos como Iguala ya tienen señalados algunos puntos por testigos anónimos. También dijo que faltan trabajos por hacer en Taxco y Cocula.
De un recuento de los trabajos hechos a tres años de existencia del colectivo Los Otros Desaparecidos, dijo que en su padrón cuentan con 960 víctimas directas (desaparecidos) e indirectas (familiares) en el Registro Nacional de Víctimas, de las cuales se han presentado 325 denuncias por desaparición ante la PGR.
En tres años el colectivo ha recuperado 165 cuerpos de fosas clandestinas, los peritos y antropólogos de la PGR sólo han identificado 32 cuerpos, 22 eran de víctimas que estaban dentro del padrón del colectivo y otros 10 cuerpos de personas externas que entregaron muestras de ADN a la procuraduría.
Bahena Cruz informó que de esos cuerpos identificados se entregaron 26 a sus familiares y sólo seis están en espera de ser entregados.
Asimismo dio a conocer que en enero harán entrega de las primeras 36 constancias de presunción de muerte a igual número de familiares de víctimas, lo cual les servirá para hacer trámites que tienen pendientes.(Alejandro Guerrero / Iguala).

Sufren de ansiedad, déficit de atención y hay casos de drogadicción en familiares de desaparecidos

Ansiedad, déficit de atención y en algunos casos involucramiento con grupos de drogadictos para tratar de indagar sobre el paradero de su familiar desaparecido, son algunas de las secuelas de niños del Colectivo de Padres y Familiares de Desaparecidos, Secuestrados y Asesinados en el estado de Guerrero y el País.
Ayer los familiares hicieron una posada para los menores de edad en una salón, y una joven de 17 años compartió su experiencia a cinco años de la desaparición de su papá, José Vázquez Colebrina de 34 años, empleado del Ayuntamiento.
Mencionó que el ultimo día que habló con él fue como a las 9 de la mañana y le dijo por teléfono que tenía hambre, que le dijera a su mamá que preparara la comida. Cuando regresó de la secundaria su madre la recibió en casa y le dijo que tenía que ser muy fuerte, “porque mi papá había desaparecido”.
Aclaró que pidieron ayuda a las autoridades para encontrarlo sin respuesta ni resultados.
Una de las madres de familia aclaró que la información en los expedientes judiciales sólo hay datos proporcionados por los familiares, y la Policía Ministerial les dice abiertamente que les digan lo que sepan o escuchen sobre los desaparecidos.
La hija de José Vázquez, la mayor de cuatro hermanos de 17, 12, 9 y seis años dijo que, “siempre fui muy unida a mi papá, fue algo traumático, incluso traté de conocer amistades malas para saber algo de mi papá, por eso también estuve en peligro y tuve que irme. Un tiempo caí en depresión, probé las drogas y decidí salir adelante para ayudar a mis hermanos”.
La joven abandonó sus estudios de preparatoria y su mamá la envió con familiares al Estado de México porque puso su vida en peligro. Indicó que su mamá también intentó buscar información de su esposo hasta que recibió una llamada de amenaza, y sus hermanos “el más pequeño (ahora de 12 años) estuvo en el hospital, tuvo depresión y dejó de comer de tristeza, mi hermana (de 9) lloraba por las noches decía que los extrañaba, y el más pequeño piensa que está trabajando fuera. No le hemos podido decir”.
Agregó que el Ayuntamiento estuvo liberando el salario de su papá para su familia hasta el año pasado, y ahora la mamá debe trabajar de tiempo completo, “me hice cargo de mis hermanos, los ayudo a hacer tareas, les doy de comer”.
Otro menor de 13 años habló de la desaparición de su tío de 29, capitán de meseros del restaurante El Tecuán, hace seis años, hasta donde llegaron unas personas y se lo llevaron.
Mencionó que veían juntos la lucha libre en televisión y una de las consecuencias de esta desgracia familiar fue la separación de sus papás, “y de mis primas que se pusieron más tristes”.
La presidenta del colectivo, Guadalupe Rodríguez dijo que a pesar de las circunstancias esperan que los niños se olviden un momento de los problemas, que traten que de tener una vida normal.
Señaló que los adultos como los niños son víctimas de la desaparición forzada de sus familiares, no rinden en la escuela, comienzan a tener lento aprendizaje, sufren ansiedad y necesitan atención constante. Los padres o abuelos evitan llorar frente a ellos, “tenemos que mostrarles que la vida sigue, hay que sacar fuerzas de Dios para salir adelante, y luchar para que ellos sepan que hay una esperanza”.
Estimó que el colectivo en Chilpancingo tiene alrededor de 80 niños, hijos y familiares cercanos de personas desparecidas, la cifra se incrementó respecto al año pasado porque las familias se siguen integrando a la organización, para exigir verdad y justicia a las autoridades.
Exigió que el gobierno estatal “deje de aparentar que en Guerrero no pasa nada, cuando a diario hay muertos, muchachas desapareciendo y la autoridad no hace nada por abatir este problema tan grave que tenemos”.