Los cuarteles de la GN no deben ser construidos en espacios de uso comunitario, señalan

 

Ramón Gracida Gómez

Los cuarteles de la Guardia Nacional no deben ser construidos en espacios de uso comunitario y de esparcimiento como lo es el parque Papagayo, señaló la maestra Blanca Villalba, una de las principales promotoras de la defensa del parque como un área verde para Acapulco.
Recordó que fue la participación de la sociedad la que logró que el área del parque no fuera vendida en 1991, pero lamentó que ahora los ciudadanos se encuentran “aletargados” en la defensa de este tipo de “pulmones verdes” y espacios comunitarios del municipio.
Consultada por teléfono debido al anuncio del gobierno federal de construir un cuartel en el parque Papagayo, la maestra Blanca Villalba dijo que le “sorprendió desagradablemente esta noticia”, porque si existiera coordinación entre los tres órdenes de gobierno, “pues no necesitaríamos tantos refuerzos, si funcionaran las áreas correspondientes” de seguridad.
Indicó que la violencia generalizada no es reciente, se fue gestando a través de décadas y dijo que 2006 fue “un momento coyuntural que se exacerbó las manifestaciones de violencia con estas muertes y estos cadáveres que aparecieron por acá, por la Garita”.
“Yo quiero pensar que es algo temporal, que no es una construcción para que quede ahí porque los momentos a veces lo requieren y ahorita, pues de acuerdo a la situación de emergencia después del huracán y todas las manifestaciones de violencias, pues sí hace falta más atención, más seguridad, o sea, aparte de todo lo que se ha ido gestando a través de décadas”.
La maestra Blanca Villalba, conocida por ser promotora de la cultura y la paz en Acapulco, expuso: “además la ciudadanía aquí tiene que opinar y yo pienso que como ciudadanos nos estamos quedando aletargados”.
Consideró que “debe existir un plan integral, no solamente la cuestión de cuidar nuestras áreas verdes, pero también los espacios que han sido comunitarios y que los necesitamos y que muchos de ellos son pulmones verdes, entonces el parque Papagayo pues ha sido intocable y lo hemos defendido”.
Recordó que en diciembre de 1991 inició la defensa del parque porque una parte de éste sería vendido a una de las personas a quien se les expropió originalmente el terreno para construir el parque y al que sería devuelto también el área expropiada, “fue así como surgió la voz de alarma”.
“Ya estaban cortando árboles y nos dimos a la tarea de protegerlos con nuestro cuerpo cuando llegaban las personas con las sierras, que pararan hasta que no se analizara bien la situación”, rememoró una de las principales figuras de la sociedad civil de Acapulco.
El comité de defensa del parque estuvo integrado por personas “muy especiales y con una motivación más que de ecologistas, motivadas por el amor a Acapulco y a su pulmón verde”, entre ellas Carmelita Chávez, quien inició una huelga de hambre, Elena Khan, quien fungía como vocera y difundía en Telecable las acciones, Ricardo y Armando Zermeño, Armando López, Herminia Bonilla, entre otros.
“Pero realmente la ciudadanía fue la que nos fortaleció, participó, 5 mil, 8 mil en las marchas y en los escritos que se firmaron”, destacó la maestra Blanca Villalba y destacó por ello que deben ser defendidas las áreas verdes y de uso comunitario.
“Okay, si hace falta un cuartel temporal, que yo quiero pensar que es temporal, que se piense en otros espacios y no en los espacios que son de uso de la sociedad, o sea, de uso comunitario, que es de esparcimiento, de ejercicio”, argumentó.
Resaltó que la ciudadanía se involucró en las últimas semanas en la limpieza del parque, entonces la misma debe de cuidar este espacio y otros como el Centro de Convenciones, “yo no sé qué irá seguir pasando si los ciudadanos seguimos dormidos y no cuidamos los espacios que deben seguir siendo pulmones verdes y también los espacios de uso comunitario”.
Blanca Villalba sugirió que un documento similar al que redactó cuando estaba la lucha por la defensa del parque Papagayo y que se sustentó en la “denuncia popular”, debiera escribirse ahora con base en la Ley General del Equilibrio Ecológico y en el decreto de creación del parque de 1993 para “denunciar que se le quiera dar un giro diferente al espacio del parque”.
“Yo no me niego a que necesiten espacios para los refuerzos que están viniendo, lo que me preocupa es que sean espacios con otra vocación”, remató la maestra Villalba, una de las principales promotoras del parque Papagayo como área ecológica y de recreación comunitaria.