Inicia el trabajo de limpieza y barrido de brigadas de la Cdmx en la avenida Costera

Vecinos del barrio de La Fábrica queman basura que desde el huracán Otis se acumuló sobre la calle Diego Hurtado de Mendoza, junto a la Vía Rápida Foto: Carlos Carbajal

Óscar Ricardo Muñoz Cano

A diez días del impacto del huracán Otis en el puerto de Acapulco, recién se observan brigadas de limpieza sobre la avenida Costera. Estos grupos están compuestos principalmente por elementos de Saneamiento Básico de Ciudad de México.
De igual forma, muchos de los centros de ayuda ubicados a lo largo de la principal vía de comunicación del puerto, fueron colocados y son coordinados, ya sea por particulares y por autoridades de otros estados, menos Guerrero.
Desde muy temprano, donde la devastada Caleta y Caletilla, un comedor comunitario, así como un centro de salud es operado por personal de los gobiernos de Tlaxcala, Jalisco y Sinaloa, cuyas patrullas de Seguridad Pública estuvieron apostadas para brindar seguridad.
Asimismo, se encuentra apostada en el lugar una ambulancia del Estado de México.
Mientras tanto, vecinos de Las Playas y muchos que bajan de la avenida Adolfo López Mateos, buscan la manera de trasportarse a donde sea que puedan encontrar comida o agua.
Tal es el caso del señor Romualdo, quien a sus 64 años de edad pretendía caminar la Costera, que a las 11 de la mañana apestaba ya a basura, “qué le vamos hacer, hijo, o salgo o no tomo agua”, argumentó.
Así como él, decenas de personas emprendían el camino, sin importar polvearse con la arenilla que comienza a pulular ya por toda la bahía y que es producto de los lodos de aguas negras y basura, creados tras las aguas del huracán.
A la altura del Paseo del Pescador, la señora Josefina, mujer de apariencia clase media alta, se detuvo a descansar bajo el sol de la mañana y aseguró que nunca pensó tener que caminar por comida o agua, “damos por hecho que lo tenemos todo, Dios nos cuide”, dijo para retomar su camino hacia el zócalo, donde le aseguraron ya estaba operando los comedores comunitarios.
A la altura del Chedraui de Las Hamacas, pescadores ya vendían mercancía: el montón de corvina y otras variedades a 100 y 200 pesos, “los acabamos de sacar del mar, están fresquecitos”.
Ahí mismo, algunos taxis colectivos ofrecían sus servicios, sólo que limitados y caros: desde Las Hamacas a La Base solamente, cobrando de 30 pesos el pasaje.
En este lugar de la Costera ya se veían las brigadas de trabajadores, limpiando principalmente los camellones. No se observaron muchos camiones del trasporte púbico.
Estas brigadas son, en su mayoría, de personal del gobierno de Ciudad de México.
Lugares como Playa Hornos, parque Papagayo y más adelante, donde la Galerías Acapulco, que en la víspera finalmente fue encapsulada por sus dueños, eran este viernes intervenidos para su limpieza, generando tráfico en uno u otro sentido.
“La indicación es que quede todo esto (limpio) lo más rápido posible”, comentó uno de los trabajadores, quien al ser cuestionado por sus pares de Guerrero y saber si están colaborando, sólo añadió: “No sé nada, tengo mis indicaciones, nada más”, añadiendo que seguirían hasta La Diana, donde el caos se generaba por la gente en busca de agua, carga y señal de celular.
A lo largo de la Costera también, es común ver en algunas empresas carteles que solicitan la ayuda de la gente, para saber de sus colaboradores, tal es el caso de McDonalds o Primex, que es una empresa de importaciones que colabora con Costco.
Si bien ya son diez los días que han pasado desde el huracán, también aún son constantes las filas para conseguir agua de las plantas potabilizadoras que distribuyó el Ejército a lo largo de Costera y, tristemente, ver vehículos llevando heridos a donde sea que fuera posible atenderlos.
Las filas para obtener algo de comer o despensas que, según el gobierno federal, serían únicamente repartidas por el Ejército.