Temen comerciantes que baje la plusvalía de sus negocios y que haya escasez de agua

Restaurantes, escuelas particulares y boutiques a los alrededores del Centro de Convenciones en donde se construirá el hospital del ISSSTE Foto: Carlos Carbajal

Jacob Morales Antonio

Restaurantes, pastelerías, salones de fiestas y locales de ropa, así como casas, y edificios de departamentos, rodean la zona donde será construido el nuevo hospital del ISSSTE en el Centro de Convenciones.
Las calles del fraccionamiento Costa Azul, que colindan directamente con el área que ocuparía el nosocomio como Fernando de Magallanes y Comandante Baresford, están ocupadas principalmente por restaurantes.
Algunos de los más reconocidos son El Pinito, uno de los primeros que se colocó en la zona, Green Apple, Buzos, La Jaiba Loca, El Negro Santo, Sabor Guerrero, y hay tres complejos habitacionales en construcción.
El propietario del restaurante Green Apple, Ricardo Leyva, quien tiene 16 años con su establecimiento a un costado de la puerta cinco del complejo, dijo que no se opone a la inversión que va a dejar la obra, sino que se use parte del espacio del Centro de Convenciones para su edificación.
El asiduo lector de El Sur, dijo que su negocio se verá mermado, porque con la llegada del hospital, la zona se va a llenar de vendedores ambulantes y habrá una competencia desleal, porque él paga impuestos, nómina, renta y servicios.
Dijo que la autoridad municipal se ha visto rebasada para poner orden en las calles, y más en zonas donde hay una gran aglomeración de gente que provoca la instalación de puestos ambulantes.
Consideró que el construir el hospital en esa zona no dará oportunidad a la gente que viene de otras partes del estado la facilidad de llegar, debido a que el transporte en la zona es cara, así como los negocios que hay en la zona que están dirigido a otros sector económico.
Con la llegada de los vendedores ambulantes también llegará la delincuencia que extorsiona y que mantiene sometidos al comercio informal.
El restaurantero dijo que el problema del agua se va a agudizar en el fraccionamiento donde el agua escasea, una semana y media por mes.
Consideró que también los propietarios de casas y departamentos se verán afectados con el desplome de la plusvalía de los predios.
Ricardo Leyva consideró que el Centro de Convenciones debe de mantenerse como está, y que puede ser utilizado para reuniones y convenciones para un sector que no pueda cubrir un evento en la zona Diamante.

 

Deben autoridades resolver ambulantaje y falta de servicios en playa La Ropa, piden comerciantes

El presidente del Consejo de Participación Ciudadana de la colonia turística La Ropa, Zihuatanejo, Carlos Gutiérrez Farías dijo que es urgente que las autoridades resuelvan problemas que afectan a restauranteros, comerciantes establecidos y prestadores de servicios turísticos, como los vendedores ambulantes, servicio de recolección de basura, agua potable, alumbrado público y seguridad, para estar en condiciones de recibir a los turistas en las próximas vacaciones.
El restaurantero y hotelero Gutiérrez Farías lamentó que las autoridades no los invitaran a la reunión de coordinación de seguridad que organizan antes de cada temporada vacacional, “tenemos problemas serios que tienen que atender para que dejemos de ser un destino turístico con este tipo de problemas que generan una mala imagen”, demandó.
Recordó que en la temporada vacacional de Semana Santa y Semana de Pascua, los restauranteros padecieron la competencia desleal de vendedores ambulantes de alimentos, e incluso “vendedores ambulantes que tienen años trabajando en esta playa se quejaron de que, como nunca, aumentaron los ambulantes haciéndoles competencia también a ellos”.
Aseguró que tiene información de que la semana pasada, la Dirección de Reglamentos municipal autorizó 100 permisos para igual número de vendedores, “vamos a estar inundados de vendedores ambulantes, cualquiera puede venir de cualquier lugar del país a vender a esta playa, y no hay ningún problema porque la autoridad les da permiso sin ponerse a considerar que nosotros, los restauranteros, los comerciantes establecidos aquí en la playa, pagamos impuestos, salarios y servicios, y encima permiten esta competencia desleal”.
Comentó que también carecen es de agua potable, “no es suficiente, en las temporadas de vacaciones tenemos que comprar pipas de agua porque… por la red, simplemente no llega, nos la mandan por tandeo; además, en la playa no hay alumbrado público y en la colonia tenemos apenas 30 por ciento de las luminarias en buenas condiciones, eso se presta para que haya robos, asaltos; de todo esto queríamos hablar con la autoridad, pero no nos invitaron… desde hace dos años que no nos toman en cuenta para participar en esas reuniones”, finalizó. (Brenda Escobar / Zihuatanejo).