Superan penitentes los intentos de extorsión y salen a las calles de Taxco a sus procesiones


Miles de turistas y pobladores acudieron a Taxco a observar a los penitentes cargar gruesos rollos de vara de zarza ayer en el centro de la ciudad, en las actividades del Viernes Santo Foto: Emiliano Tizapa Lucena

Emiliano Tizapa Lucena

Chilpancingo

En Taxco, este año la fe católica de los integrantes de las hermandades por primera vez se vio vulnerada por la violencia y los intentos de extorsión; sin embargo, los penitentes superaron el miedo y salieron a las calles en las actividades de Semana Santa, y no dejarojn que la organización delictiva La Familia Michoacana controlara una de las celebraciones religiosas más importantes del país.
Uno de los penitentes, que lleva 25 años participando en las actividades religiosas, contó que ese grupo de la delincuencia organizada advirtió, desde hace dos meses, que si este año querían participar debían comprarles a ellos las nuevas cruces y los rollos de vara de zarzarmora que cargan en la espalda, a un alto costo, y como él, muchos preferían morir que dar dinero a los delincuentes.
El pasado jueves, horas antes de que participara en la procesión de Los Cristos, que es una de las más relevantes actividades de Semana Santa, uno de los penitentes, sentado en la sala de su casa, recibió a un grupo de reporteros; por precaución sólo se fotografiaron sus manos y se grabó su voz.
Contó que hace 25 años, debido a un problema familiar, cayó en las drogas y el alcohol, y su salida fue unirse a una hermandad de penitentes, porque además, lo arropó la Iglesia y su devoción a Dios le dio estabilidad a él y su familia.
Este año fue la última edición en que participó como flagelante. Detalló que en los primeros años, los integrantes de la hermandad cargan un Cristo, el segundo año pueden ser ánimas, y al cuarto año se les permite ser encruzados; del octavo en adelante, cada penitente puede decidir si cargar un rollo de zarzamora o flagelarse. La gente, cada año le pedía favores por los que pediría perdón cuando estaba en su penitencia, este año, su último, llevó 25 peticiones.
Durante la conversación, el penitente sostuvo en las manos la famosa “disciplina”, un pequeño látigo que utilizan para golpear su espalda, y que tiene en su extremo clavos entrelazados que penetran la piel y la desgarran.
Explicó que este 2023 fue distinto para las hermandades, pues a mediados de febrero comenzaron las primeras advertencias a sus líderes, por parte de un grupo del crimen organizado, algo que el gobierno municipal y algunas autoridades estatales negaron. El penitente explicó que los intentos de extorsión que pretendía hacer el grupo delictivo, era obligarlos a que cada penitente les comprara cruces nuevas, que costarían mil 500 pesos cada una; además, cada rollo de zarzamora les costaría 3 mil pesos, cuando su precio común en años anteriores no pasaba de mil 300 pesos.
La violencia tocó a la fe porque hay un contexto generalizado en Taxco, y según el penitente, en el último año han ocurrido una serie de secuestros, en su mayoría a menores de edad, y también, son jóvenes quienes están involucrados con la delincuencia.
Mencionó que la solución para que dejaran de molestar a los integrantes de las hermandades se dio luego de que un grupo de 45 personas se organizaron y viajaron al municipio de Chilapa, para entrevistarse con el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández.
“Nos escuchó y gracias a Dios él intervino un poco y se quitaron las cuotas a cada penitente, porque nos estaban pidiendo pagar por la cruz que cargamos”, dijo.
“Cuando ellos (los delincuentes) llegaron a mí, yo hablé con ellos, arriesgando mi vida o que me hicieran algo, pero yo le dije a mis compañeros que no pensaba pagar un peso y mantener a esa gente. Prefiero morirme a yo darles un peso”.
Dijo que el grupo criminal asentado en la región se identifica como La Familia Michoacana, que con sus advertencias lograron que el último retiro de cuatro que hacen antes de Semana Santa, se cancelara por temor a ser secuestrados, el cual debía celebrarse en un viejo ex convento. Añadió que este jueves, de 500 integrantes de su hermandad, al menos 200 prefirieron no participar.
Aseguró que él y otros más plantearon entre su hermandad, que si aguantaron dos años de suspensión de actividades por la pandemia, “por qué no podemos aguantar un año más, mientras se calma este problema con ellos (los delincuentes). Yo no estoy dispuesto a pagar ni un peso, porque yo lo hago de corazón a mi creencia”.

La procesión de Los Cristos

La tarde del jueves, la ciudad colonial de Taxco está repleta de miles de turistas que caminan sus calles empedradas, recorren sus tiendas de plata, compran artesanías a vendedores ambulantes o comen en sus restaurantes, y se preparan para ver una de las procesiones más representativas del país, pues este año desfilaron 66 cristos de las colonias, barrios y comunidades aledañas; adornados con flores y acompañados de música, pobladores, penitentes, ánimas y flagelantes.
A las 9 de la noche, el ambiente en las calles centrales se asemejan a un carnaval, hay expectación en los visitantes. En las cercanías de las iglesias y a las afueras de decenas de casas, los habitantes aprovechan para emprender negocios de venta de comida y bebidas, porque es la temporada vacacional más importante para la ciudad, en los que se vende de todo, incluso carne y bebidas con alcohol.
En varios lugares de la ciudad inician procesiones que convergen más tarde en la iglesia de la Veracruz, donde a las 11 de la noche parte la procesión de Los Cristos.
En la ciudad ocurre un choque cultural, que es visible, entre quienes buscan entretenimiento o los llama el morbo de la autotortura nacida de la fe de los penitentes, contra quienes sí los mueve un sentimiento de reflexión y espiritualidad profunda sobre sus pecados, quienes lloran y reflejan sus miedos o un sentimiento empático por el dolor sufrido de los penitentes. Ambas situaciones se reflejan en los rostros de la gente, que además, choca físicamente en las estrechas calles de Taxco.
A las 12 de la noche, las laterales de las calles están abarrotadas de turistas y pobladores; los balcones de cada casa, hotel y restaurante también está ocupado, porque todos buscan un hueco para observar pasar a Los Cristos, y escuchar como arrastran de las cadenas atadas a los tobillos de las ánimas, o si se pone más atención, escuchar el golpeteo de la “disciplina” en la espalda de los flagelantes, hasta que comienza a brotar la sangre que provoca la incomodidad, para evadir la mirada de ese tormento.
La procesión de Los Cristos concluye a las 4 de la madrugada, hasta entonces, a algunos visitantes los vence el cansancio poco a poco y no cumplen con la vigilia; porque además, el viernes pueden seguir observando más actividades, pero otros retornan sin descanso en camiones hacia sus comunidades, con sus cristos.
A las 10 de la mañana, del viernes, el zócalo de Taxco luce aún más lleno, hay pocos huecos, pues los visitantes siguen llegando en busca de observar ahora el Viacrucis. Los penitentes, las ánimas y los flagelantes salen a su segundo recorrido y esta vez el castigo aumenta, porque el sol que pega fuerte, calienta las calles empedradas, y su marcha descalzos se hace eterna y muy lenta su avance, hasta necesitar cada diez pasos que sus ayudantes les ayuden para soportar el cansancio, varios se estremecen y otros cuantos desisten.
Estas celebraciones de Taxco siguen siendo muy duras y complejas de entender para algunos visitantes, quienes aún no saben explicarse las razones por las que estos creyentes se flagelan, al igual que creer que las actividades estuvieron a días de cancelarse por la violencia que azota la región.

 

Piden vecinos de Las Cruces y Ampliación Los Lirios la reparación de un puente peatonal

 

Vecinos de las colonias Las Cruces y Ampliación Los Lirios pidieron al presidente municipal Evodio Velázquez Aguirre que se restaure el puente peatonal y se le dé mantenimiento al parque de ese sitio.
En una visita solicitada a este reportero, los inconformes reclamaron la omisión de la administración pasada porque no atendió las demandas de los colonos.
Se observó que el puente peatonal, ubicado frente a la iglesia Santa Cruz, que conecta ambas colonias, está deteriorado, con hoyos en los escalones y la estructura oxidada, lo que representa un peligro para los peatones.
El parque El Sol, situado junto al jardín de niños Amado Nervo, está descuidado, tiene la maleza crecida, los juegos infantiles están deteriorados y no tiene limpieza.
En declaraciones, el presidente del Comité Promejoras de la colonia Las Cruces, Raúl Álvarez Contreras, pidió al acalde que se restaure el puente peatonal y dote de mantenimiento el parque de ese sitio.
Dijo que eso solicitó por medio de 200 firmas de los vecinos desde agosto del año pasado, la restauración o reconstrucción del puente peatonal por el deterioro de los escalones, que son un peligro para los peatones, sobre todo para los niños y adultos mayores.
Agregó que al parque de ese sitio le hace falta una poda de árboles, limpieza y pintar la barda, “la otra administración nunca atendió esas peticiones, por falta de material, espero que este gobierno que presume un nuevo Acapulco lo haga”.
Contó que en cada administración, desde que se construyó el centro recreativo, en el periodo como alcalde de Zeferino Torreblanca, ha pedido que la Coordinación de Servicios Públicos dé mantenimiento al parque.
Exigió al presidente municipal que ponga a trabajar a los funcionarios de los servicios públicos: “ojalá que Evodio Velázquez cumpla su promesa, de que en 100 días sus colaboradores que no cumpla con su deber, se vayan”.
“Los tres órdenes de gobierno atienden las peticiones hasta que sucede una desgracia, y eso es lo que sucederá en el ese puente si no le dan mantenimiento”, manifestó.
Advirtió que en caso de recibir una respuesta negativa del gobierno municipal, los vecinos y padres de familias de las escuelas bloquearán la vialidad, porque “es el lenguaje que atiende el gobierno”.

Trasladan al penal de Las Cruces al chofer que atropelló y mató a una bebé el lunes

Carlos Moreno A.

El chofer de camión urbano Aparicio Flores Jaramillo, detenido por el delito de homicidio culposo en agravio de una bebé de un año el pasado lunes, aceptó las acusaciones en su contra durante su declaración preparatoria en el juzgado Décimo Penal.
Según la información del Ministerio Público, el chofer Aparicio Flores el jueves presentó su declaración preparatoria en el juzgado Décimo Penal donde aceptó las acusaciones en su contra, lo cual quedó asentado bajo la causa penal 147-I/2015.
Allí, en la rejilla de presentación el chofer, aclaró que cuando conducía el camión urbano de el lunes pasado, no se percató de la carriola donde estaba la bebé de un año 11 meses, ni escuchó los gritos de la madre cuando atropelló a su hijo.
En la declaración hecha por la madre, Oyuki Ventura, indicó que había acudido a comprar a bodega Aurrera en el bulevar Vicente Guerrero, cuando caminaba por la banqueta y al cruzar la calle frente a Playa Seca, con otro hijo también menor de edad y la bebé en la carriola fueron atropellados, siendo la bebé quien falleció.
Aparicio Flores Jaramillo fue trasladado al penal de Las Cruces por el delito de homicidio imprudencial bajo la averiguación previa TAB/ZAP/04/413/2015, en agravio de una bebé de un año 11 meses.
El lunes, el chofer Aparicio Flores atropelló con un camión urbano a una bebé de un año 11 meses, quien venía acostada en una carriola, la cual quedó destrozada, en el bulevar Vicente Guerrero en el carril que de la colonia Vacacional a Las Cruces por Playa Seca.