Evelyn Salgado: de su infancia entre mitines y marchas, amenazas y atentados, a la gubernatura

La gobernadora electa postulada por el partido Morena, Evelyn Salgado Pineda, en la entrevista en la Sala de Redacción de El Sur en Acapulco Foto: Carlos Alberto Carbajal

Maribel Gutiérrez / Ramón Gracida Gómez

(Primera parte)

Evelyn Salgado Pineda será la primera mujer gobernadora de Guerrero y la más joven de los tiempos recientes, y se distingue porque llegó al cargo como respuesta de un movimiento político en el estado a una acción de instituciones federales que de manera “arbitraria”, “con mano negra”, en un “atentado a la democracia”, le quitaron la candidatura a Félix Salgado Macedonio, su padre.
Desde niña acompañó a éste y aprendió la importancia de la lucha del pueblo por la democracia en Guerrero, por la que muchos dieron hasta la vida. Le tocó conocer amenazas y atentados por motivos políticos y probablemente su historia de infancia y adolescencia la preparó para encabezar un gobierno de izquierda, pero ella no se lo había propuesto, no pensaba ser candidata en la elección del 6 de junio porque el objetivo era la candidatura de Félix Salgado, hasta el 27 de abril, cuando en definitiva las autoridades electorales federales, el INE y el Trife, se la quitaron, en lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó de “atentado a la democraia”, “juego sucio”, “mano negra”. Faltaba sólo poco más de un mes para las votaciones.
En ese momento, ser la candidata “era la manera de continuar con el proyecto, con el movimiento y de manifestarnos contra una decisión tan arbitraria”, declara en entrevista.
Evelyn Cesia Salgado Pineda, que será gobernadora a partir del 15 de octubre, la primera que viene de las filas de la izquierda, de 39 años, licenciada en Derecho y con maestría, habla de sus recuerdos; de mítines y recorridos por el estado, y la primera acción con la que comenzó a entender la lucha es cuando su papá tuvo que vaciar en el recinto de la Cámara de Diputados federal dos costales repletos de boletas electorales quemadas para que reconocieran su triunfo por el distrito de Iguala en las elecciones de 1988 que encabezó el candidato a la Presidencia Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
–Muchas veces has dicho que desde niña participaste en marchas al lado de dirigentes como Andrés Manuel López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas, que ibas a los mítines con tu papá Félix Salgado. ¿Nos puedes contar un poco qué hacías exactamente? y algunos datos personales.
–Nací en 1982 en Iguala, el 5 de febrero, me iban a poner el nombre Constitución, soy Evelyn Cecia, una de las hijas de Job, a mi papá le gustaba esa parte de La Biblia que habla de la paciencia de Job, Cecia significa canela en hebreo, y Evelyn porque le gustó a mis papás.
“Cuando tenía 6 años, en 1988, se da lo de los costales, y sí recuerdo mucho haber visto a mi papá con dos costales y una chamarra de mezclilla, nunca se me va olvidar esa chamarra de mezclilla que se llevó a la Cámara de Diputados donde arrojó los costales con las boletas quemadas, yo estaba muy pequeña, pero recuerdo que me despedí de él y llevaba dos costales en la mano con boletas, regresó como a los tres días con la misma chamarra. Años después hilé las situaciones, y entendí cuando se fue para acudir a ese momento histórico, cuando él arroja los costales de boletas demostrando el fraude electoral y le devuelven la diputación; 1988 quedó para la historia, es como queda como diputado federal por primera vez”.
Félix Salgado fue reconocido en el país por su acción exitosa contra el fraude electoral que era una práctica predominante, y fue llamado “diputado costales” en el año en que a Cuauhtémoc Cárdenas –quien encabezó una gran movilización ciudadana en todo el país– las instituciones no le reconocieron el triunfo como candidato a presidente de la República que se le dio al priista Carlos Salinas de Gortari.
Evelyn recuerda que desde entonces su casa era visitada por políticos opositores al régimen reconocidos en todo el país, y menciona a Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, y entre los dirigentes locales a Ranferi Hernández Acevedo, asesinado en Chilapa el 14 de octubre de 2017.
También recuerda de su edad escolar: “Acompañábamos a mi papá a los mítines a las 5 de la tarde los domingos en la explanada de Iguala, a veces llegaban compañeros de Tepecoacuilco, de Cocula, de Altamirano. A veces mi papá me llamaba: Evelyn, da las palabras de bienvenida y una poesía, va a venir el ingeniero Cárdenas. Así es como yo empiezo, después fui a Teloloapan, ya estaba el PRD, hay una foto donde salgo con mi playerita con el logo del sol azteca hablándoles a los niños, llamando a que les digan a sus papás que voten por el cambio”.
“Primero yo escuchaba, nos decía mi mamá, váyanse a jugar (eran cinco hermanas, ella la mayor) y yo me quedaba a escuchar, y le preguntaba a mi papá: dicen que el compañero, ¿quién es el compañero?, él me explicaba: nosotros estamos en un movimiento social, somos de izquierda, estamos luchando por cambiar la situación del estado y del país, significa que somos opositores al régimen que lleva años gobernando el país y necesitamos un cambio en el país, en Guerrero y en Iguala.
“Me llevaba a los mítines y comprendía más. Mis hermanas y yo hacíamos las tareas debajo del templete, mientras estaban los mítines, andábamos en gira por Tierra Caliente, Costa Grande, Costa Chica, mi papá andaba con la recua de guachitas, que así nos decían en Tierra Caliente, éramos cinco niñas acompañando a mi papá, me gustaba escucharlo, muchas palabras no las entendía, era un deleite para mí escuchar su discurso, escuchar que la gente lo veía con esperanza, en un mitin en Iguala lo cargaron, se lo fueron llevando, cargando”.

Bombas molotov contra su casa y un acto de rebeldía contra Salinas de Gortari

Durante la niñez de Evelyn los gobernadores fueron José Francisco Ruiz Massieu, Rubén Figueroa Alcocer y Ángel Aguirre Rivero, y fueron años de la formación del PRD que sufrió la constante represión, y tuvo más de 100 asesinatos y desaparecidos por motivos políticos.
–¿No te daba miedo?
–Cuando era muy pequeña escuchaba hablar de lo difícil que era estar en la izquierda, había amenazas, a mí me tocó recibir amenazas telefónicas hacia mi papá, no había celulares, era el teléfono de casa, contestaba el teléfono: buenas tardes ¿con quién desea hablar?, me dicen: dile a tu papá que se va morir, dile que lo vamos a matar, o aventaban papeles por debajo de la puerta, era 1990, yo tenía 8 años. Las amenazas fueron constantes, aventaban debajo de la puerta papeles, sobres, yo los abría, decía: te vas a morir, hijo de tal, se los daba a mi mamá pero ya sabía leer y me enteraba. Sí llegué a sentir miedo por él.
“Ya cuando nos avientan las bombas molotov, vivíamos en la calle Zaragoza, ese día (Evelyn y sus hermanas) dormimos en casa de mi tía, llegamos y encontramos todo nuestro cuarto quemado, las camas, las cortinas, la alfombra, la ropa, los juguetes, las muñecas. Fue en 1992, tenía 10 años. Lo bueno es que teníamos una parte separada de la casa y ahí no alcanzaron a quemar. Ahí estaban mi mamá y mi papá”.
Recuerda un atentado: “Una vez balearon el vehículo donde nosotras íbamos con mi papá a Buenavista de Cuéllar, no nos pasó nada, pero nosotras íbamos con él.
“Fueron años difíciles. Muchos compañeros se retiraron, compañeros y compañeras perdieron la vida, y mi papá me decía que teníamos que seguir luchando para que valga la pena ese esfuerzo y sacrificio que hicieron los compañeros”.
“Aprendimos que la lucha en la izquierda era de alto riesgo. Igual que el periodismo, mi papá tenía su periódico Acción.

Crecí como hija de periodista, como hija de luchador social, que le entraba a todos los movimientos, además tenía un personaje como luchador (de lucha libre) que era Súper voto. Nos enseñó a ser valientes”.
–¿Fue automática tu participación o lo decidiste?
–Mi papá nos involucraba y nos hacía sentir que todas en la familia (eran cinco hijas y su esposa, María de Jesús Pineda Echeverría) estábamos luchando por la misma causa, cuando íbamos a Ixcateopan, Huitzuco y a Cocula nos explicaba quién estaba allá, qué líderes, y nos fue involucrando y que la lucha iba más allá de la lucha de Félix, de López Obrador, nos hizo entender y sentir la lucha como propia, que es una lucha por un proyecto, por causas justas.
“Conocíamos perfectamente las comunidades. Ahora que estuve en la campaña y alguien decía: es que ella no conoce, y él decía es que Evelyn conoce el estado más que ustedes, porque desde los 6 años ha estado recorriendo el estado”.
“En esos años había desaparecidos, matanzas, él me explicaba y yo leía en los periódicos, a los 10 años me compró la primera computadora, le ayudaba a redactar para el periódico, después tenía una revista que se llamaba Costales, yo redactaba en el periódico los avisos de actividades, como visitas de Cuauhtémoc Cárdenas, así que la política la tenía el la mañana, en la tarde y en la noche, todo el día era hablar de política”.
–¿No veías que otras niñas y adolescentes de tu edad no hacían lo mismo? ¿no querías hacer tú lo mismo que ellas?
–A veces veía por qué no podemos estar en todos los festivales de la escuela, se lo preguntábamos a mi papá. Y me dijo, es que yo no soy un papá normal, porque nosotros estamos en la lucha, y cuando estamos en la lucha no podemos pasar el tiempo que queremos con la familia, nosotros como luchadores sociales no tenemos horario, por eso ustedes andan recorriendo el estado, nos costó entender, pero después comprendí que era por una causa mayor y que valía la pena, que era la lucha social”.
“Cuando iba en 6º de primara, era el último año de Salinas, 1994, me acuerdo que ensayaron en la escuela la canción de Solidaridad, me aprendí una poesía, porque llegó Carlos Salinas de Gortari a Iguala para que le declamáramos esa poesía de Solidaridad. Le dije: sabes qué papá, yo no voy a ir, porque este hombre ha hecho mucho daño a los mexicanos, a los guerrerenses, no es un presidente bueno, y nosotros somos de izquierda. Creo que esa fue mi primera acción de rebeldía”.

Del movimiento “hay toro” a “la torita”

Félix Salgado ha sido dos veces diputado federal, dos veces senador y mientras tenía estos cargos seguía participando en los mítines y las protestas. “En la Cámara mi papá se enfrentaba al régimen autoritario”, comenta Evelyn. Se refiere a intervenciones en tribuna, algunas directamente contra los presidentes, o señalando vínculos de poderosos políticos y funcionarios con el narcotráfico.
Félix Salgado fue presidente municipal de Acapulco de 2005 a 2008, y entonces Evelyn, cuando tenía 22 años, fue presidenta del DIF, su primer cargo público después de terminar la carrera.
Fueron incontables los plantones que encabezó Félix por diversas causas, principalmente contra fraudes electorales. Evelyn dice que el último fue frente al INE, en la Ciudad de México, “y ahí estuvimos también nosotras, ya no con la cobija y el vasito, ahora tuvimos nuestra casita de campaña”.
Félix Salgado Macedonio, senador por segunda vez, que pidió licencia para contender por tercera vez para gobernador, fue personaje con presencia inusitada en los principales medios de comunicación nacionales, desde noviembre pasado cuando se publicó en un periódico de circulación nacional una acusación en su contra de violación sexual. Su familia, incluida Evelyn, siempre lo respaldó, incluso después de que apareció una segunda denuncia. En la entrevista no hubo preguntas sobre este problema.
Aunque no prosperaron estas denuncias –que el presidente López Obrador calificó como parte de una “guerra sucia” electoral y de un “linchamiento mediático”– Félix Salgado vivió medio año de una campaña en los medios nacionales en su contra, y de impugnaciones y demandas encaminadas a quitarle la candidatura, y terminó sin ella. Primero dentro de su partido, Morena, después de que el 12 de marzo se dio a conocer el resultado de la encuesta de la que resultó ganador y después de registrado el INE le retiró la candidatura, y el Trife ratificó esta resolución el 27 de abril.
El domingo 11 de abril el senador con licencia encabezó con el presidente de Morena, Mario Delgado, un plantón afuera del INE, que se levantó el martes siguiente. En esos días Salgado Macedonio se confrontó con los organismos electorales, y llegó a plantear que si no se reconocía su candidatura no habría candidato de Morena, que no habría elecciones en Guerrero, y propuso la desaparición del INE y el Trife.
–¿Qué pensabas durante ese proceso de desconocimiento de la candidatura de Félix?
–Sabíamos que él era el candidato y no tenían porqué arrebatarle de manera tan arbitraria algo que por su derecho le correspondía, la candidatura, y era el pueblo el que estaba respaldando su candidatura.
“Cuando fuimos al plantón exigíamos el respeto a la voluntad del pueblo que había decidido quién era el candidato. Nunca platicamos que yo fuera candidata, él como padre nunca se acercó y ni me dijo que yo iba a ser la candidata, siempre vimos claro que el candidato era él, que íbamos a luchar, a agotar todas las instancias.
“Pero también, él como líder que es, evitó la confrontación, él no quiso exponer al pueblo. Cuando terminó la sesión del Tribunal y le retiran la candidatura, me dijo que se iba a presentar una terna para una encuesta, y que en esa terna va mi nombre”.
“Vimos que era la manera de continuar con él este proyecto, con el movimiento, y de manifestarnos contra una decisión tan arbitraria”.
Evelyn explica que en este tiempo se generó un movimiento para impulsar la candidatura de Félix, con las consignas “hay toro, vamos con toro”, y para ese movimiento la propuesta después de que le quitaron la candidatura es ella. Sustituyeron “toro” por “torita”.
“Dijimos: sin miedo, para delante, tope hasta donde tope. Lo querían ver derrotado, en el piso, querían ver derrotado el movimiento en Guerrero”, pero “vi a un hombre que no estaba derrotado, se encontraron un Félix fortalecido, se encontraron con un movimiento fortalecido, y que el movimiento no se había acabado en Guerrero”.
–¿No tenías otros planes?
–Estuvimos en la candidatura, no tenía otros planes, renuncié a mi trabajo para entrarle con todo a la campaña de mi padre, estuvimos en las siete regiones, en un día estábamos en siete eventos. Cuando se le retira de manera arbitraria la candidatura me quedó claro que yo tenía que asumir la responsabilidad con el movimiento y con el pueblo de Guerrero.
“Arranco campaña en Acapulco, ese día sí sentí algo de nervios, al último, en el cierre de campaña en Chilpancingo, la gente vio una Evelyn fortalecida”.
“Se ganó con una diferencia de más de 60 mil votos. Creo que sí fue contundente la voluntad de los guerrerenses en las urnas.
“La gente me motivaba, me decía: tú puedes torita, Evelyn no está sola, y sentía el respaldo del pueblo, me mandaban cartas, canciones, poemas (y mensajes en redes sociales). Lo que le hicieron a Félix fue un robo, una arbitrariedad, pero tú puedes, vamos a ganar. En cada evento me sentí más segura”.
Su campaña duró menos de un mes. No había anuncios espectaculares ni carteles, los mitines terminaban en fiesta y a veces ella cantaba, salía con vistosos huipiles bordados de la Costa Chica que en Chilpancingo se pusieron de moda y sombreros calentanos y subía al templete con sus discursos de izquierda. Su imagen es de una mujer joven, bonita, bien arreglada y maquillada, vestida de moda casual o formal, o de jeans, que llama la atención.